"The First Lesson", un óleo de Henry Alexander.

Entre la decena de los cuadros más conocidos del pintor estadounidense Henry Alexander se encuentra The First Lesson, también conocido como The Taxidermist, un óleo de 63,5x86,4 cm., pintado en el año 1885 y que en la actualidad está colgado en la Academia de Bellas Artes de la ciudad de San Francisco, procedente de la colección Mildred Anna Williams.

The First Lesson o The Taxidermist (1885), un óleo de Henry Alexander.

La escena, como podemos apreciar, es la siguiente. Un taxidermista barbudo y de cierta edad sostiene y empieza a desollar un ave entre sus manos mientras que un joven aprendíz lo observa atentamente. La estancia nos parece oscura aún estando presidida por una ventana que da a la habitación contigua que, a su vez, dispone de una luminosa ventana que da al exterior. La estancia, por tanto, no debe ser tan oscura como aparenta en el cuadro. Sobre la mesa más cercana al espectador, una garza y un zarapito disecados, un pajarillo sobre su percha, un cráneo de mamífero, un bote con formol y una serpiente en su interior, un faisán plateado muerto y otra ave esperan su turno y, además, algunos útiles y herramientas. En la mesa sobre la que se apoya el joven aprendíz, tres aves disecadas más, de las que sólo consigo distinguir una cotorra, y algunas herramientas y botes más. A la derecha de la ventana, en la pared, una cabeza y un frontal de ciervo, y una lechuza sobre una repisa. En el rincón de la izquierda, sobre la cabeza del taxidermista, dos estanterías que adivinamos repletas de aves disecadas. En el suelo, un hacha clavada sobre un tronco de astillar madera. De la habitación trasera sólo vemos una bota de vino.

Henry Alexander nació en San Francisco (California, Estados Unidos) en 1860. Hijo de un pionero buscador de oro, pronto destacó por su talento para el dibujo y la pintura. Se trasladó a Europa para tomar clases en la Academia de Bellas Artes de Múnich con los profesores Ludwig von Loeffts y el pintor Wilhelm Lindenschmidt, donde permaneció durante diez años. Su primera exposición llamó la atención de la crítica. Especialista en la técnica del trampantojo, sus escenas representan individuos en interiores muy detallistas. También pintó temas chinos y japoneses. El mes de abril de 1887 se trasladó a Nueva York con el propósito de acercarse a los círculos del mercado del arte. Tenía su estudio en el 51 West con Tenth Street. Expuso con éxito en galerías de Nueva York, Chicago, Boston y Filadelfia. También colaboró en revistas de arte. El New York Herald lo definió como uno de los creadores de la escuela moderna de arte. Tres de sus cuadros forman parte de una de las mejores colecciones de arte de Estados Unidos, la de Thomas D. Clark. Muchas de sus obras y documentos personales desaparecieron a causa del terremoto de San Francisco de 1906. Su alcoholismo y sus problemas económicos fueron constantes durante sus últimos años. Sus amigos artistas y sus vecinos lo evitaban, pues pedir dinero prestado era habitual en él. Seguramente, debido a esos problemas acabaría suicidándose en el Hotel Oriental situado en Broadway con Thirty-ninth Street de Nueva York, el 15 de mayo de 1894, tras haber ingerido ácido oxálico.
 
El diario The New York Times se hizo eco de la muerte de Henry Alexander. Al día siguiente publicó la siguiente nota:


Los pocos documentos que poseía en el momento de su muerte, dos decenas de fotografías, algunos dibujos y algunos grabados, fueron donados en el año 1976 a los Smithsonian Archives of American Art por el doctor Harry Fishbon, médico de los herederos de Henry Alexander.


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Taxidermidades, 2013.