La Taxidermia visita otros museos.

Es un hecho que se ha repetido en los últimos meses, la Taxidermia ha tenido entrada en museos distintos de los de Ciencias Naturales, lugares estos últimos en los que tradicional y naturalmente ha estado presente.

El toro de Veragua de Luis Benedito junto al Rapto de Europa de Rubens (1).

"La calma del más fuerte" de Veit Heinichen.


La calma del más fuerte, Die Ruhe des Stärkeren, es la sexta entrega protagonizada por el comisario Proteo Laurenti, el protagonista de una serie de novelas policíacas escrita por Veit Heinichen. La sinopsis que aparece en su contraportada es la siguiente: 
"La noche en que el comisario Laurenti regresa a Trieste tras asistir a una conferencia internacional sobre la seguridad en la Comunidad Europea, en su mismo tren se comete el asesinato del taxidermista Marzio Manfredi. Las pistas indican que este se ganaba la vida con el contrabando de drogas y animales de especies protegidas. Para la investigación, Laurenti no puede contar con su nueva compañera, Pina, porque acaba de ser atacada por un pitbull. Casualmente, es atendida en la villa de un tiburón de las finanzas un tanto sospechoso, al otro lado de la frontera italo-eslovena. Pina no imagina que se encuentra en pleno corazón del crimen financiero. Goran Newman, su anfitrión, gana miles de millones en los mercados internacionales gracias a sus negocios inmobiliarios y al comercio de cereales sometidos a manipulación genética. Un intento de atentar contra el millonario por parte de un grupo de radicales de la ultraderecha croata procura aún mayor estrés al comisario..."

Cubierta del libro.
Veit Heinichen, escritor alemán afincado en Trieste, publicó La calma del más fuerte en Austria en 2009. Al año siguiente apareció una excelente traducción al español a cargo de Isabel García Adánez. Aunque algo menos conocido, es inevitable la comparación del comisario Laurenti de Heinichen, con el atípico detective Pepe Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán, con el comisario Salvo Montalbano de Andrea Camilleri, o con el comisario Brunetti de Donna Leon, y como las novelas mencionadas, la televisión alemana ARD serió entre 2006 y 2009 las cinco primeras entregas de Heinichen. La calma del más fuerte no cuenta, de momento pues, con capítulo televisivo. Laurenti comparte además con Cavalho y Montalbano su afición por la buena mesa.

El museo de Ole Worm.

Sin duda, una de las facetas más conocidas del médico Ole Worm fue la de naturalista y coleccionista. Como investigador se encuentra entre la ciencia pre-moderna y la moderna. Worm, determinó en 1638 que los unicornios no existían y que aquellos supuestos cuernos en realidad pertenecían a narvales, a pesar de lo cual experimentó con animales domésticos sus supuestas propiedades como antídoto anti-veneno. También escribió sobre la piedra bezoar. Investigó si el lemming era roedor o no, como pensaban algunos, y demostró que no caían del cielo, como decía la leyenda noruega, sino que tenían genitales y se reproducían como el resto de mamíferos. También fue de los primeros en dibujar un ave del paraíso confirmando que, en contra de la creencia popular, disponía de patas como el resto de las aves (1). Worm, que había visitado en Italia los gabinetes de Ferrante Imperato y de Ulisse Aldrovandi, acumuló gran cantidad de especímenes en una colección que incluía desde objetos etnográficos y científicos, hasta fósiles y animales disecados. Su gabinete de curiosidades ha llegado a ser uno de los más conocidos gracias a la publicación en 1655, un año después de su muerte, del catálogo de su museo, Museum Wormianum, seu, Historia rerum rariorum : tam naturalium, quam artificialium, tam domesticarum, quam exoticarum, quae Hafniae Danorum in aedibus authoris servantur, una obra que supervisó su hijo Willum y que incluye el famoso grabado que sigue, tallado por G. Wingendorp.

El Museum Wormianum de Ole Worm.

Bellas y Bestias. Parte 4. Años 50 y 60 (continuación).

Fotografía de Slim Aarons.
Cuarta parte de la serie Bellas y Bestias, y continuación de las décadas de los cincuenta y sesenta del pasado siglo. Esta es una entrega más de fotografías de atractivas modelos y actrices, y también de algunas mujeres anónimas posando junto a feroces animales disecados o alfombras, imagen que, posiblemente usted haya visto en alguna ocasión y le resulte familiar. A mí la serie me ha desbordado. Supera los tres capítulos previstos y ya comienza a agotarme. No se crea, querido lector, en algún momento me he preguntado qué demonios debe haber pasado por la cabeza de un taxidermista para que, en un espacio dedicado a divulgar la Taxidermia, haya creado una parcela de semejante temática. Por favor, ahórreme, la respuesta.

"The Naturalist's and Traveller's Companion" de John Coakley Lettsom.

Grabado coloreado de la primera edición.
John Coakley Lettsom publicó en 1772 The Naturalist's and Traveller’s Companion, containing instructions for collecting and preserving objects of Natural History (El compañero del naturalista y del viajero, con instrucciones para la recogida y la conservación de objetos de historia natural). La primera edición la financió el propio autor, cuyo nombre no aparece en la portada. La buena acogida que obtuvo aquel manual demandó una segunda edición ampliada en 1774. Aparecerían más ediciones, en 1799 y en 1816, un año después del fallecimiento de su autor. En 1775 se publicaría la traducción al francés, edición que, por comodidad con el idioma, es la consultada para la redacción de este artículo. La primera edición francesa, en formato de octavo tiene, además de las de cortesía, 211 páginas más un grabado, y adjunta un anexo de 42 páginas titulado El arte de calmar las olas del mar o ensayos de los efectos del aceite en las olas del mar, donde se reproducen cartas leídas en la Royal Society de Londres con las experiencias de Benjamin Franklin, William Brownrigg y M. Farish. Es llamativo ese anexo, pues nada tiene que ver con el contenido que le precede. Sólo como curiosidad, y para dejar aparcado el asunto, Franklin -un personaje que ya ha aparecido en un par de artículos en Taxidermidades- durante su viaje por Gran Bretaña en 1771 se hospedó en casa de Brownrigg a quien le demostró en el lago Derwentwater su experimento de calmar el oleaje vertiendo aceite sobre la superficie, experiencias que se publicarían en Philosophical Transactions.