"El guateque" con Peter Sellers, o cuando todo puede ir a peor.

Bakshi buscando urgentemente un aseo (1).

Hrundri V. Bakshi (Peter Sellers), actor de origen indú sin mucha fortuna, sólo ha conseguido participar como extra en algunas películas. Durante el descanso de su último rodaje destruye involuntariamente el decorado, es despedido y el productor de General Federal Studios lo declara además como actor proscrito en Hollywood. Días más tarde Bakshi será invitado por error a la fiesta de cumpleaños de la esposa del productor, a pesar de lo cual decide acudir a la mansión de los Clutterbuck donde, esta vez sí, se convertirá inintencionadamente en protagonista, pero de una sucesión de desastres. En cierto momento Bakshi buscará urgentemente un aseo y se topa, al abrir la puerta de un despacho, con la boca abierta de un desafiante tigre convertido en alfombra que lo observa desde el suelo. Luego pasará junto a la cabeza disecada de un lince americano. Ese par de escenas son las que justifican la presencia de El Guateque, una película mítica del cine de humor, en este blog.

El capitán Thomas Brown y su "The Taxidermist's Manual".

Así se publicitaba el libro en el Dublin University Magazine en enero de 1833:
   "En este Trabajo encontrará descritos los métodos de Conservación y Disecado, etc., creados en el célebre establecimiento del Jardín de Plantas de París; junto con los medios empleados con éxito por los más eminentes Conservadores, con completas instrucciones para Coleccionistas y Viajeros, dando cuenta de todos los instrumentos y aparatos necesarios para Viajeros y Disecadores, etc."

Anuncio de The Taxidermist's en el Dublin University Magazine (1833).

Mujeres posando con un águila disecada.

Una mujer joven sosteniendo un ratonero común (Buteo buteo) disecado junta a otra que sujeta dos cachorros, uno en cada brazo. La fotografía es de pequeño formato y mide 62x87 mm. En el reverso está impreso el sello del laboratorio que la reveló en el que leemos Tucht en el interior de un triángulo con los vértices redondeados y bajo este Edelbraun. Posiblemente se trate de una fotografía alemana. El papel fotográfico es Agfa Lupex, fabricado en Berlín, con un logo de la marca y tipo de papel que se distribuyó durante los años treinta y hasta 1945. La imagen nos ofrece pocos datos. Se trata de la mañana soleada de un día festivo. La sombra nos indica que se tomó a primera hora. Suponemos que se trata de un domingo puesto que las dos mujeres lucen collares de perlas y pulsera, y la de la derecha, algo mayor y más arreglada, un vestido con adornos florales además de bolso. Se encuentran en el patio de una casa, y posan delante de la puerta de madera que cierra un jardín acotado con tela metálica. El postigo de la ventana está abierto. Al fondo un arbolado. La fotografía apenas nos aporta ninguna información más.

Mujeres posando con un águila disecada.

Sirenas, criaturas legendarias y "reales". La "Sirena de Fiji".

Mermaid, óleo de J. W. Waterhouse (1901).
Durante el Imperio Medio Asirio, antes del año 1000 a.C., la deidad Atargatis se representaba como un pez con cabeza y cuerpo y brazos de mujer. Se le consagraban los peces, se le rendía culto en templos que tenían estanques, y representaba las fuerzas fecundas de la naturaleza. Su antagonista masculino asirio era Dagan, protector de los cultivos e inventor del arado. En la antigua Grecia Atargatis era conocida con el nombre de Derceto. Según escribió Diodoro Sículo (siglo I a.C.), Derceto ofendió a la diosa Venus, que le inspiró al amor hacia un pastor, cuyo fruto fue una niña llamada Semíramis que llegaría a gobernar Babilonia. Tras nacer su hija por obra de Venus, Derceto la abandonó, mandó matar al pastor que había amado, y se arrojó al mar con intención de morir, algo que los dioses impidieron dándole naturaleza anfibia. Por su parte Dagón en el pueblo filisteo y fenicio era el dios del mar.

El periplo del elefante "Hans".

Nació en Negombo, en la costa oeste de Ceilán, la actual Sry Lanka, alrededor de 1783. Al año siguiente sería capturado junto a una hembra y embarcados ambos rumbo a Holanda. La pareja de elefantes era el regalo que la poderosa Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales ofrecía a su soberano. En 1784, año del fin de la Cuarta Guerra Anglo-Holandesa, arribaron al puerto de Vlissingen y fueron trasladados a Kleine Loo, palacete de recreo de la familia real holandesa, distante un kilómetro de La Haya, en la Holanda Meridional. Durante aquella corta estancia, según nos cuenta el escritor, dibujante, grabador y naturalista francés Jean-Pierre Houel (1) en su Histoire naturelle des deux éléphans mâle et femelle du Muséum de Paris venus de Hollande en France en l’an VI (1803), la pareja de elefantes serían bautizados con los nombres de Hans y Parkie. En varias ocasiones recorrieron el camino entre Het Kleine Loo y La Haya para que fueran admirados tanto por la corte como por los habitantes de la ciudad. Houel cuenta que los dos jóvenes elefantes caminaban con libertad por los jardines del palacete, y que incluso entraban en él, recorriendo apartamentos y subiendo y bajando escaleras, y asistiendo a los almuerzos donde los comensales les ofrecían bebida y comida que los paquidermos prendían con la trompa.

Hans y Parkie. Frontispicio de una obra alusiva de Vignier publicada en 1798 (2).