"Traité pratique du Naturaliste Préparateur" de Arthur Éloffe.

Portada de Traité pratique.
Hacía más de una década que Arthur Éloffe practicaba la Taxidermia con cierto éxito. Vendía sus trabajos en la tienda que cofundó en 1845 en París, la capital europea que por entonces reunía más establecimientos de Historia Natural. Para apuntalar publicitariamente el negocio escribió y promovió numerosas publicaciones. Una de ellas fue Traité pratique du Naturaliste Préparateur (1862), un libro de 226 páginas de tamaño octavo menor, ilustrado con siete láminas y algunas figuras insertadas entre el texto, donde el disecador volcó su experiencia en el arte de preparar animales. Al final del volumen Éloffe adjuntaba un catálogo de veinticuatro páginas donde, además de ofrecer colecciones completas para gabinetes de Historia Natural, comprobamos que también vendía utensilios y materiales para la práctica de la Taxidermia. 

Éloffe dividió su manual en tres partes, una primera dedicada a la Taxidermia, la segunda a la preparación de vegetales y la última consagrada al Reino mineral. Las técnicas de disecación que encontramos son las corrientes de la época, aunque descubrimos alguna desviación. Por ejemplo, Éloffe, que mantiene el cráneo de los mamíferos unido a la piel tras el desollado, rechaza el tradicional curtido de la piel con la mezcla de agua, alumbre de roca y sal, y propone curar las pieles con una especie de pomada compuesta por sulfato de aluminio mezclado con agua (1). Prosiguiendo con los cuadrúpedos, aconseja rebajar la piel a cuchillo antes de montarla. Después de alambrar y antes de coser, Éloffe procede a rellenar el interior de la piel simplemente con estopa, sin confeccionar un cuerpo a medida. Antes de fijarlo a su peana, aplica esencia de trementina (2) a la superficie del animal con tres objetivos, defiende: desengrasar el exterior de la piel, preservarla de insectos destructores y proporcionar lustre al pelo. Fijado el mamífero, a través de los orificios de la cabeza va henchiendo esta con estopa cortada. Si el ejemplar ha de montarse con la boca abierta, Éloffe propone un método para fabricar una lengua artificial: se toma un alambre y se dobla por la mitad, se envuelve con estopa, se rellena con calicó (3), se le aplica una primera capa de cola para impermeabilizar, y una segunda a pincel con cera virgen coloreada de bermellón (4). Éloffe recomienda desollar las patas de los grandes mamíferos practicando incisiones por el interior de las mismas.

Grabado de Traité pratique (5).

En cuanto a las aves, el autor sugiere medirlas después de haberlas desollado, con el propósito de que las proporciones del cuerpo sean exactas. Comienza anudando el pico con hilo y practicando la tradicional incisión desde la mitad del esternón hasta el ano. Desuella ordinariamente hasta llegar al pico, aplicando preservativo -más adelante conoceremos cuál-, coloca algodón en las órbitas oculares, vuelve la piel y descarna las extremidades. Como se ha comentado se toman las medidas del cuerpo, aunque como comprobaremos muy pronto no servirá para fabricar otro ficticio, algo que numerosos contemporáneos ya hacían (6). Éloffe emplea tres alambres -patas y tronco- que une, y a continuación simplemente rellena el interior de la piel con estopa o algodón. Una vez cosida monta el ave sobre una tabla o percha, fija las alas al cuerpo con ayuda de alfileres o alambres, ordena las plumas y la envuelve con tiras de tela o muselina. Tras remojar los párpados, rellena las cavidades con algodón cortado, lo engoma y fija los ojos que correspondan. Una vez seco, al sujeto se le cortará el alambre sobresaliente del cráneo y se le aplicará una capa de barniz al alcohol a pico y patas. Éloffe añade que en las aves de mayor volumen será preciso alambrar las alas. También se refiere a las dificultades propias de las especies con la cabeza muy grande, con cresta, etc. El autor prosigue instruyendo acerca de las reparaciones de aves y mamíferos, relacionando las medidas y color de los ojos y grosor de los alambres correspondientes para cada ave, y orientando acerca de las preparaciones osteológicas y la formación de colecciones de huevos.

El sistema de alambrado de peces, aves y mamíferos.

Ninguna innovación tampoco en lo referente a la preparación de reptiles que Éloffe ejecuta como el resto de taxidermistas, desollando las serpientes y las ranas por la boca; los lagartos como los mamíferos; y las tortugas separando el peto, descarnándolas, preservándolas con esencia de trementina, rellenándolas, cosiéndolas y barnizándolas. En cuanto a los peces, el autor los desuella a través de una incisión por el vientre. Tras retirar el cuerpo, descarna la piel, aplica preservativo, "masilla de vidriero", la rellena con estopa cortada y finalmente la cose. El interior del pez albergará un soporte hecho con una tablilla que tendrá un perfil menor que el del pescado (lámina 3, figura 5). A esa madera se fijarán los alambres que servirán de soporte y los que sujetarán la cola y la cabeza. Una alternativa consiste en sustituir el perfil de madera por un alambre principal, como con las aves (lámina 3, figura 4). Una vez sujeto a su peana, se lavará la superficie del pescado con alumbre mezclado con agua, se fijarán las aletas con cartoncillos, y se colocarán los ojos. Éloffe rehúye secar los peces cerca de una estufa y prefiere un lugar ventilado y a la sombra, aplicando periódicamente varias manos de esencia de trementina. Una vez seco el ejemplar se le dará una capa de barniz al alcohol. A continuación el autor aborda las particularidades de los peces planos y de los más voluminosos.

Ave dispuesta para su secado y perchas.
Éloffe prosigue describiendo sus métodos de preparación de crustáceos, insectos y moluscos. Para estos últimos reproduce un artículo publicado por el doctor Ozenne, quien a su vez se refiere a otro artículo publicado por el doctor Daniel de Brest en el Journal de Conchyliologie (1853), en el que describe el uso de la glicerina y del líquido de Petit de la Saussaye (7): 125 gramos de cloruro de sodio (8), 65 gramos de alumbre, 0,12 gramos de bicloro de mercurio y 1 litro de agua. Una vez todo mezclado, se filtra. Esta preparación está especialmente indicada para los moluscos desnudos, es decir, sin concha. 

Es en este punto cuando Arthur Éloffe facilita la fórmula del preservativo que emplea y que no es otro que el célebre jabon arsenical de Bécoeur. Y lo hace en empleando el sistema métrico decimal (9): 2 kilogramos de sulfuro de arsénico en polvo, otros 2 de jabón blanco, 500 gramos de sal tártara, 250 gramos. de sal pulverizada y otros 200 de alcanfor. Facilita además una fórmula inédita "para acabar con los insectos destructores": 500 gramos de harina de trigo, otros 500 de sebo fundido, 50 gramos de ácido arsenioso, 1 gramo de negro de humo (10) y otro gramo de esencia de anís, a lo que se añadirá media docena de nueces peladas y pulverizadas. La mezcla venenosa, afirma, se repartirá en pequeños montoncitos distribuidos en lugares estratégicos, y donde no pueda causar daño por accidente a personas o animales domésticos. Éloffe finaliza su tratado taxidérmico aconsejando acerca del mantenimiento de los gabinetes de Historia Natural. 

En este Traité pratique de Arthur Éloffe, como hemos podido comprobar, escasean las citas a autores anteriores. Únicamente aparece tangencialmente el nombre de Jean-Baptiste Bécoeur y el de algunos personajes inéditos en los manuales de Taxidermia, los dos o tres nombrados en la sección dedicada a la preparación de moluscos. El tratado de Éloffe apenas sería tenido en cuenta por sucesivos autores sobre la materia.

Preparación osteológica de un mamífero.


Biografía del autor.

El propio Éloffe se describe en el libro como naturalista-preparador y profesor de Taxidermia -no dice dónde-; miembro de la Sociedad Imperial y Central de Horticultura, y honorario de las de Meaux, Valognes, etc.; "proveedor de diversos museos, colegios, liceos, seminarios, pensiones, etc.", en Francia y en el extranjero; y premiado con once medallas de plata y de bronce en exposiciones de Paris, Dijon, Meaux, Valognes, etc. Por entonces, en 1862, tenía domiciliado su negocio en el número 20 de la rue de l'École de Médecine. Este Traité está dedicado al naturalista Maurice Girard, entonces profesor del parisino Colegio Rollin, actual Liceo Jacques Decour de la avenida Trudaine. En el catálogo anexo al libro Éloffe aclaraba al lector que su establecimiento no debía confundirse con el de otro naturalista "que también se había establecido en el mismo vecindario y con el mismo nombre". 

Además de los detalles biográficos que aparecen en el libro, conocemos que Arthur Joseph Éloffe nació en Vesoul, Alto Saona, Francia, el 21 de octubre de 1826. La fortuna familiar le permitió fundar en 1945 en París, cuando contaba tan sólo diecinueve años, un negocio de suministro de objetos de Historia Natural denominado Chez Éloffe et Compagnie, establecimiento que pronto llegó obtener reconocimiento. Para ello se asoció con Nérée Boubée, especialista en Mineralogía y Geología, y que pocos años después se convertiría en cuñado suyo al casarse con Jeanne Éloffe. Arthur Éloffe, que se casó con Leonie Julie Louise Alleman, madre de su único hijo, por su parte se especializaría en Taxidermia y conservación de especímenes botánicos.

Catálogo de la Maison Arthur Éloffe.
Éloffe et Compagnie estuvo presente en la Gran Exposición de Londres de 1851 mostrando varias colecciones de minerales y láminas geológicas editadas por la maison, y dirigidas a viajeros y estudiantes. La sociedad se disolvió en 1857. Éloffe et Cie. pasó a ser propiedad única de Boubée y Arthur Éloffe abrió otra tienda, Chez Éloffe, en el número 20 de la misma calle, a escasos metros de la anterior. De ahí aquella nota que escribió en su catálogo de 1862 advirtiendo que no se confundiera su actual negocio con el antiguo, ahora competidor suyo. No debió tratarse de una ruptura muy cordial. Éloffe asistió en 1885 a una reunión en Londres de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, donde mostró una colección de minerales. Por aquella época se retiró y comenzó a pasar temporadas en la villa de La Ciotat, en la Provenza, aunque manteniendo su residencia en París, en el número 63 de la calle Monsieur-le-Prince, y más tarde en el número 9 de la rue Daubenton, donde fallecería el 1 de enero de 1896.

Arthur Éloffe editó numerosas publicaciones. Entre 1848 a 1867 el periódico científico La Réforme agricole, scientifique, industrielle, que servía como apoyo publicitario. En 1852 publicó una obra de Boubée sobre geología agrícola. Y entre las escritas por él mismo, además del Traité pratique du Naturaliste Préparateur (1862), L'Art de préparer les plantes marines et d'eau douce (1859), L'Art de préparer les plantes terrestres, d'eau douce et marines (1862), Les Edentés fossiles Glyptodon et Schistopleurum (1862), L'Ortie, ses propriétés alimentaires, médicales, agricoles et industrielles (1862), e Histoire naturelle des cornes (1866). En 1869, bajo el seudónimo de Kroenishfranck, publicó Guide pour reconnaître les champignons comestibles et vénéneux du pays de France. 

Por otra parte, al morir Boubée en 1862, fue su viuda Jeanne Éloffe quien continuó durante unos años al frente de Éloffe et Cie. La sucedería su hijo Ernest Boubée que rebautizaría el negocio primero como Comptoir Central d'Histoire Naturelle, y más tarde como E. Boubée Fils, Successeur. El hijo de Ernest, Nérée Boubée II, sustituiría años más tarde a su padre. La longeva empresa cesó definitivamente su actividad en 2014. Por entonces estaba domiciliada en el número 87 de la rue Monge.


Notas.-
(1) El sulfato de aluminio no es más que un derivado del alumbre, un mineral con propiedades curtientes. Lo que proponía Éloffe consistía sencillamente en sustituir el baño curtiente por una mezcla saturada pero sin sal, tendente esta última a absorber la humedad ambiente, lo que perjudicaría al ejemplar disecado.
(2) Aguarrás. La esencia de trementina es un destilado con propiedades antisépticas que se obtiene de la corteza de algunas coníferas.
(3) Tela de algodón.
(4) Algunos aujtores anteriores, como por ejemplo Pierre Boitard (Manuel du Naturaliste Préparateur, 1825), ya sugirieron la fabricación de una lengua de cera.
(5) Todos los grabados que ilustran este artículo pertenecen al libro.
(6) La sustitución del cuerpo original por un maniquí comenzó a ser propuesto en 1801 (L'Art d'empailler les oiseaux) y practicado por los profesores lioneses Jacques-Marie Hénon y Jacques Marie Philippe Mouton-Fontenille.
(7) Sauveur Petit de la Saussaye (1792-1870), zoólogo francés especializado en malacología.
(8) Sal marina.
(9) El Sistema Métrico Decimal se implantaría como sistema universal en París en 1875. Éloffe se avanzó unos años, siendo uno de los primeros autores en emplearlo.
(10) Carbono.


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Taxidermidades, 2017. 


Bibliografía:
Arthur Éloffe  Traité pratique du Naturaliste Préparateur , Albessard et Bérard, Paris, 1862.

Recursos:
Artículo El jabón arsenical de Bécoeur en Taxidermidades.