"Jumbo", el "rey de los elefantes".


Jumbo y su cuidador Mathew Scott.


Jumbo tenía dos años de edad cuando fue capturado en el valle del río Tekezé de la actual Etiopía en 1861. Llegó a Europa de la mano del comerciante alemán de animales Johann Schmidt que lo vendió a la Ménagerie del Jardin de Plantas de París. En 1865 el zoo parisino lo intercambió por un rinoceronte indio con la Real Sociedad Zoológica de Londres. Su cuidador en el Regent Park fue Matthew Scott, que más tarde describiría el estado en el que lo encontró como "simplemente inmundo". Fue en Londres donde sería bautizado con el nombre de Jumbo, una combinación de las palabras suajili jumbe que significa jefe y jumba que significa hola. Su dieta diaria incluía unos 90 kilos de heno, un barril de patatas, 30 kilos de avena, 15 panes, cebollas y varios cubos de agua, y cuando su cuidador lo creía oportuno para su salud, cuatro o cinco litros de whisky al día. Scott solicitó a la dirección del zoo una pareja de su misma edad para Jumbo y al poco tiempo le trajeron a Alice de África occidental. Según su cuidador, se trató de un "amor a primera vista" que lo colmó de felicidad. Su popularidad creció a la par que su tamaño. Scott entrenó a Jumbo para que se paseara por el zoo, aceptara cacahuetes, panecillos y monedas en su hucha, y paseara niños en su howdah. Entre los pequeños que ascendieron a lomos de Jumbo se encontraba un niño llamado Winston Churchill.

Henry A. Ward. El "Ward's Natural Science Establishment", semillero de taxidermistas.

Henry Augustus Ward.
Henry Augustus Ward nació en 1834 en Rochester, Nueva York, Estados Unidos, en el seno de una familia acomodada. Tenía una hermana seis años mayor. En la biografía que escribió su nieto Roswell Howell Ward, este contaba que su abuelo Henry comenzó a leer la Biblia con tan sólo tres años, que tenía una memoria privilegiada, y que a tan temprana edad comenzó a coleccionar minerales. Su interés por la Historia Natural le facilitó que, con sólo diez años de edad, el profesor Chester Dewey le permitira participar en las excursiones campestres con los estudiantes de la escuela secundaria de Rochester. Incluso en una ocasión llevó a la escuela un fósil que encontró. Cuando tenía doce años su padre abandonó el domicilio familiar y con quince años Henry ingresaría en la Middlebury Academy de Wyoming, Nueva York, para continuar su formación, rechazando así de plano los deseos de su beata madre que pretendía que estudiase para sacerdote. Dos años después Dewey, su mentor, convencería al abuelo de Ward para que le pagara los estudios en el Williams College de Williamstown, Massachusetts. Allí estudió Geología y Paleontología, una ciencia que colisionaba con las creencias religiosas familiares, aunque no tardaría mucho tiempo en abandonar las aulas y trasladarse a Chicago. Hizo el camino en buena parte a pie, aprovechando para visitar las minas de plomo de Galena, Illinois. Un tío suyo consiguió que Ward ingresara en la Temple Hill Academy de Geneseo, Nueva York, donde proseguiría sus estudios de Geología y donde se amistó con Charles Wadsworht, hijo del entonces comerciante de trigo, político y, más tarde durante la Guerra Civil, general James Samuel Wadsworth, un filántropo aficionado a recolectar minerales. Ward clasificó una colección de minerales que el padre de su amigo decidió donar a la Academia. Aquello le valió para que, por cuenta del general, explorara y recogiera rocas junto a su amigo Charles desde el río San Lorenzo hasta la región canadiense de Maritimes.

"Raboliot" (1925) de Maurice Genevoix, premio Goncourt.


El argumento de la novela es sencillo. Pierre Fouques, a quien sus paisanos conocen con el apodo de Raboliot, es un leñador de la región de Sologne, valle del Loire, Francia, cuya mayor afición es el furtivismo. Volat, su rival local en la práctica de la caza ilegal, trabaja por cuenta de Tancogne, el agricultor que cultiva las propiedades del conde Remilleret. Ambos, Volat y Tancogne, comparten los beneficios de esa actividad ilícita. Volat intenta por todos los medios que Raboliot caiga en manos del gendarme Bourrel, que lo sorprende en varias ocasiones en flagrante delito, aunque siempre consigue escabullirse. Ello hasta que el expediente de la policía deriva en una condena por caza ilegal. Su sentido de la justicia le priva a Raboliot del sometimiento, a pesar de que su esposa Sandrine le suplica que cumpla con la condena, por ella y por sus hijos. Raboliot emprenderá una larga y agónica huida perseguido por Bourrel. En cierto momento Raboliot cree que se salvará si le revela al conde los manejos de Volat y Tancogne en sus tierras, pero no cuenta el pobre infeliz con que, aunque él se dedique al furtivismo únicamente para alimentar a su familia, la ley y el orden jamás está de parte de los débiles. Finalmente Raboliot decide volver a casa con su familia y vengarse de Bourrel.
 

Grabado de  Soulas del capítulo dedicado al disecador Touraille.

Los manuales de Taxidermia de Pau Xavier d'Areny-Plandolit.

El dia 17 de julio de 1909 el diario barcelonés La Publicidad anunciaba su publicación:
Cubierta de la primera edición.
   "La colección de Manuales Soler se ha enriquecido con la publicación del Manual del Naturalista Preparador, dedicado a la enseñanza práctica de la Taxidermia, o sea la disecación de mamíferos, aves, reptiles, peces, insectos, etc., y a la preparación de esqueletos, plantas, minerales, fósiles, y en fin todo cuanto puede interesar no sólo a los amantes de la Historia Natural sino a cuantas personas deseen conocer un nuevo arte, tan adecuado para el ornato de la casa; y muy especialmente a los aficionados a la cinegética, que encontrarán en dicho libro reglas y procedimientos concisos y prácticos para formar por sí mismos colecciones de los mejores ejemplares conseguidos en el ejercicio de su sport. 
   El autor de libro, Dr. de Areny de Plandolit, preparador-conservador del Museo de Historia Natural de esta Universidad, ha logrado un verdadero éxito poniendo al alcance de todos sus extensos conocimientos sobre la materia, y por ello le felicitamos."

Los perros limosneros de las estaciones de tren inglesas.

Lo leí en el periódico La Vanguardia del 27 de septiembre de 1902 cuando rebuscaba información sobre un taxidermista barcelonés:
   "Perro benéfico.- La prensa de Londres anuncia la muerte de "Tim", perro célebre por ser el encargado de recoger donativos para un asilo de viudas y huérfanos.
   El perro benéfico, que ejercía sus funciones de colector en la estación ferroviaria de Paddington, habrá recogido en diez años más de veinte mil francos con aquel plausible objeto.
   "Tim" será disecado y colocado en sitio preferente de la estación."

Postal de Tim, recién disecado, junto a su cuidador en la estación de Paddington.