El disecador de "La Vaquilla", película de Luis García Berlanga.


El teniente Broseta y el brigada Castro interrogan al disecador (1).


Nos encontramos en plena Guerra Civil Española, pocos metros separan las trincheras de los soldados republicanos de las de los sublevados. Es un frente estable de la Batalla del Ebro donde de vez en cuando los contendientes intercambian tabaco por papel de fumar. Algunos soldados desearían cambiar de bando para visitar a los familiares del otro lado. Hay escasez y hambre en el bando republicano mientras que el enemigo presume de abundancia. Los sublevados anuncian la celebración de las fiestas del pueblo vecino en las que servirá paella y habrá baile, fuegos artificiales y una capea (2). Temeroso por las deserciones en el bando republicano el brigada Castro (Alfredo Landa) propone a su superior el teniente Broseta (José Sacristán), antiguo barbero que amenaza con rapar a quien se le pone por delante, un plan para elevar la moral de la tropa, conseguir comida y arruinar la fiesta, robar la vaquilla. Para tal fin se organiza un pelotón formado por el teniente y el brigada, y los soldados Mariano (Guillermo Montesinos), mozo del pueblo cuya novia se ha liado con un alférez enemigo, el Cura (Carles Velat), ex seminarista, y Limeño (Santiago Ramos), torero aficionado.
 
Cartel de la película.
Como otras películas del recordado Luis García Berlanga
La vaquilla (1985), una de las más taquilleras del cine español, es una comedia coral, esperpéntica y tierna. Una denuncia de la absurdidad de la guerra, una burla. El excelente guion, obra de Rafael Azcona y del propio Berlanga, permaneció en un cajón durante más de cuarenta años a la espera de que pudiera llevarse a cabo, lo que permitiría la llegada de la democracia, superada ya la Transición.
 
Volviendo a la ficción, una vez propuesto el plan por el brigada Castro (minuto 16'30"), el teniente Broseta manda formar la tropa para escoger el comando que se encargará de robar, desollar y descuartizar la vaquilla. En un primer momento el brigada propone incorporar a un disecador (3), pero el teniente acabará desestimándolo. El diálogo es el siguiente:
"Teniente Broseta.- A ver, si hay algún matarife entre vosotros que dé un paso al frente. Matarife, o carnicero ¡coño! ¿No hay un carnicero entre vosotros? El disecador, a ver ¡no te escondas cabrón que te corto el pelo al cero!
Brigada Castro.- Mi teniente, un disecador... ¡no ha lugar!
Teniente.- Este diseca lo que le pongas, una ballena, una jirafa, lo que sea.
Brigada.- No se trata de disecar ¡se trata de descuartizar!
(...)
[El teniente y el brigada se acercan a la tropa formada]
Teniente.- ¿Querías esconderte, no? ¡Ponte firme! ¿Tú te atreves con un toro?
Disecador.- ¿Cabeza o entero?
Teniente.- Entero
Brigada.- Un momento. ¿Pero tú eres capaz de cortar un toro?
Disecador.- (con acento extranjero) ...Yo puedo diseccionar un toro.
Brigada.- ¿Bueno, y qué te pasa en el frenillo?
Teniente.- No tiene frenillo, es que es francés.
Brigada.- Ah, ah, ah, la cosa cambia, puede valer, puede valer...
Torero Limeño.- ¡Mi teniente!, ¿puedo?
Teniente.- Sí, ¿qué pasa?, ven aquí.
Torero.- ¿Es que hay que matar un toro?
Teniente.- Sí, ¿estás sordo o qué?
Torero.- ¡Entonces yo!
Brigada.- ¿Y porqué no lo has dicho antes?
Torero.- Yo no soy matarife, yo soy torero.
Teniente.- ¡Se me había olvidado! ¡Ya está, éste! Ni bombas, ni pistolas, ni silenciador, ni leches, ¡descabello!
Brigada.- ¿Pero tú sabes descabellar (4)?
Torero.- ¿Usted ha visto a Vicente Barrera (5)? (a continuación simula un artístico descabello)
Soldados.- ¡Oooole!
Teniente.- ¡Este, este!
Brigada.- Yo prefiero el disecador...
Teniente.- ¡El torero!
Brigada.- Que este me huele mal... (imitando el gesto de descabello)
Teniente.- ¡Te huela como te huela, esto se ha acabado! Podéis romper filas ¡Que venga Rupérez!"

 

Limeño imita un descabello ante el teniente, el brigada y el disecador (1).

 
El díálogo de la película es distinto al del guion original revisado en enero de 1984, meses antes del rodaje, que era el siguiente:
"(El brigada le expone al teniente punto por punto su plan para hacerse con la vaquilla)
Teniente Broseta.- Ya hemos matado al toro. ¿Y ahora?
Brigada Castro.- Punto tercero: se descuartiza al toro. Mejor dicho, al novillo. En canal no pesará más de doscientos kilos. Con cuatro hombres procedo al transporte en trozos de cincuenta kilos.
(El Teniente  Broseta se dirige a la puerta)
Teniente.- ¿Qué hombres?
(Lo siguen)
Brigada.- Yo al frente... El natural del pueblo, o sea, Mariano, como guía... Para descuartizar el animal he pensado en éste, que es disecador.
(Salen al patio. El teniente Broseta guiando al grupo atraviesa el patio del palacio en el que hay cierto moviemiento: soldados, algún vehículo militar, soldados pelando patatas)
Teniente.- ¿Y este con cara de cura?
Brigada .- Es que es cura...
Cura.- (muy dulce) Rebotado, no llegué a cantar misa...
Brigada.- Lo llevaré como protección... Si nos viéramos en un apuro, él puede salvar la situación, se sabe todas las chorradas fascistas, la letra de los himnos, los gritos de rigor...
(El cura saca de un bolsillo una caja con escapularios y medallas)
Cura.- En caso de que nos sorprendan, tiramos de escapularios, nos los ponemos y rezamos un rosario... Para disimular, digo...
(El teniente Broseta se ha detenido ante un grupo de cocineros. Al brigada Castro en tono de quien ha decidido y no quiere discutir)
Teniente.- Pues no... Vamos a dar el golpe de mano como diga yo.
(Y le dice a un cocinero)
Teniente.- A ver ¿Dónde está el Nimeño? Que venga.
(El cocinero va hacia las cocinas del palacio. El teniente Broseta le explica, con mucha suficiencia, al brigada Castro)
Teniente.- De disecador, nada. Nos llevamos al Nimeño, que es torero... Ni silenciador ni leches... Descabello, lo más silencioso del mundo.
(Ha mimado el gesto de dar la puntilla. Y exige un aplauso)
Teniente.- ¿Eh? ¿Qué dices, Castro? Y la operación la dirijo yo.
(Es evidente que al brigada Castro no le gusta nada en absoluto que le arrebaten la jefatura)
Brigada.- Pero ese torero... ¿es bueno?
(En este momento aparece, en camiseta, el Nimeño, un tipo con más pinta de boxeador que de torero)
Torero Nimeño.- A sus órdenes, mi teniente.
(Habla haciendo las erres ges)
Teniente.- Y además de novillero, matarife ¿No es eso?
Torero.- Bueno, matarife era en los inviernos, para entretenerme en algo...
Brigada.- (Receloso) Pero... ¿qué le pasa, el frenillo?
Teniente.- Que es francés.
Torero.- Nimeño, de Nimes, en el Midi...
(La desconfianza del brigada Castro se acrecienta)
Brigada.- Y tú...¿tú sabes descabellar?
(Nimeño, muy seguro de sí mismo, incluso fanfarrón, responde y mima el estilo de descabellar de Vicente Barrera, sacando el estoque desde la espalda, haciéndolo describir un arco y abatiéndolo sobre el testuz)
Torero.- ¿Usted ha visto descabellar a Vicente Barrera? Pues yo, lo mismo... Mire... Mire... Muerto. No fallo nunca.
(El teniente Broseta al cura, a Mariano, y a Nimeño)
Teniente.- Que os den algo en la cantina... Por mi cuenta... Y tú, Castro, vente conmigo... Vamos a estudiar la operación..."

Página del guion donde aparece el disecador (6).
Como se ha podido comprobar los diálogos se cambiaron y acortaron. También varió la nacionalidad del torero, que deja de ser francés, nacionalidad que adopta el personaje del disecador, quien pasaba a pronunciar un par de frases cortas. Y un par de anécdotas relacionadas con esta escena. La primera es que a última hora el nombre del torero, Nimeño, fue cambiado por Limeño, puesto que en aquella época había un torero francés que se hacía llamar así, por cierto, un personaje real que años más tarde tuvo un trágico final. La segunda es que Santiago Ramos fue contratado para encarnar a Mariano y Guillermo Montesinos a Limeño, pero dos días antes de empezar a rodar Berlanga decidió que intercambiaran sus papeles.
 
En el momento de escribir estas líneas se está celebrando el centenario del nacimiento de Luis García-Berlanga Martí (Valencia, 1921- Pozuelo de Alarcón, Madrid, 2010), responsable de películas inolvidables como Bienvenido Míster Marshall (1953), Novio a la Vista (1954), Calabuch (1956), Los jueves milagro (1957), Plácido (1961), El verdugo (1963), La escopeta nacional (1978), Patrimonio nacional (1981) o Todos a la cárcel (1993). Esta reseña es un homenaje. 
 
 
Notas y créditos.-
(1) Imágenes propiedad de In-Cine Compañía Industrial Cinematográfica y Jet Films.
(2) Festejo taurino con novillos o becerros para aficionados.
(3) No he podido identificar al actor.
(4) Matar instantáneamente el toro hiriéndolo en la cerviz con una puntilla o la punta de la espada.
(5) El torero Vicente Barrera Cambra (Valencia, 1907-1956) fue un especialista en la suerte del descabello.
(6) Guión original de enero de 1984 de la película. Imagen propiedad de Berlanga Film Museum.

 
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Taxidermidades, 2021.
 
 
Recursos:
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Página web Berlanga Film Museum sitio oficial dedicado a Luis García Berlanga.
Página web sobre La vaquilla en IMDb. (Valoración: 7'5/10)