"Guide to Taxidermy" de Charles K. Reed y Chester A. Reed.


Guide to Taxidermy (1908).
La primera edición de Guide to Taxidermy, Guía de Taxidermia, 87 páginas, escrita y editada por el taxidermista Charles Keller Reed, es de 1903, La segunda, la que tomamos de referencia, reescrita y ampliada, e ilustrada por su hijo, el artista y ornitólogo Chester Albert Reed, es de 1908 (1). Tiene un tamaño octavo y sobrepasa las 300 páginas. En el preámbulo el autor revela que en "las siguientes páginas le ofrezco los resultados de nuestros treinta y cinco años de experiencia en todas las ramas de la taxidermia". Algunas de las 56 fotografías reproducidas muestran ejemplares montados por el entonces taxidermista jefe del taller de Reed, N. F. Stone. Veamos su contenido.

El primer capítulo aborda la recolección de especímenes, su caza, precauciones, etc. En el segundo, donde entra de lleno en el desollado y montaje de aves, comprobamos que propone el empleo de un cuerpo ficticio confeccionado de viruta o estopa. Reed cita tres productos preservativos, una solución de arsénico (2 libras (2) de arsénico cristalizado y 1 libra de bicarbonato sódico mezcladas en 4 cuartos de agua hirviendo), una solución de corrosivo sublimado (1 pinta de alcohol  mezclada con una onza de corrosivo sublimado (3)), o una solución de ácido sulfúrico. Aunque la solución arsenical -afirma Reed- es muy buena, él prefiere las otras. Las ilustraciones demuestran el esmero del autor en la consecución de la posición característica de cada ave, y la concienzuda ordenación del plumaje envolviéndolo con hilo. Para el montaje de aves de gran tamaño se sirve, como otros autores, de un perfil de madera, en el que se fijan los alambres de cuello y patas, envuelto con viruta e hilo.

Grabado del "Correo árabe atacado por leones".


Grabado del Correo árabe atacado por leones (1).


El grupo Correo árabe atacado por leones (Arab Courier Attacking by Lions, 1867), obra de Jean-Baptiste Édouard Verreaux, se expuso por primera vez durante las últimas semanas que permaneció abierta la Exposición Universal de París de 1867. Se trata de un diorama ubicado en el desierto y con cuatro figuras, un dromedario, su jinete -una réplica humana- y una pareja de leones. Como puede apreciarse en el grabado, en el suelo yace una leona abatida por un disparo, y un león macho se abalanza sobre el dromedario al que clava las garras y su cabalgador, aferrándose a su montura y sobre el cuello del animal, amenaza con una daga al felino. La ambiciosa y realista escena transmite movimiento, la fiereza del león, el espanto del dromedario, la desesperada defensa del jinete. El artista pretendía congelar el movimiento y emocionar al espectador. La innovadora teatralidad de la escena, aún criticada por su falta de rigor científico, inspiraría a otros taxidermistas.
 
Un texto publicado por Paul Chapuy en la revista La Chase Illustrée en marzo de 1868, que iba acompañado del grabado protagonista de este artículo, nos describe las circunstancias que llevaron a Édouard Verreaux a realizar aquel montaje contrarreloj con el propósito de mostrarlo antes de que acabara Exposición: