La Taxidermia como Arte. Orígenes de esa relación.


La taxidermia, antes que Taxidermia, fue Arte.

Hace unos 7.800 años en el desierto de Atacama, al norte de Chile, la cultura Chinchorro ya preparaba cadáveres utilizando técnicas taxidérmicas. Más tarde, en Egipto, se practicaba la momificación de cuerpos humanos y de animales. Otras culturas usaron también técnicas parecidas. Durante el Renacimiento, los Gabinetes de Curiosidades acumulaban objetos de Historia Natural que llegaban de tierras lejanas recién descubiertas y que precisaban cierta preparación para su conservación. La primera bibliografía -llamemósle así- taxidérmica, aunque escasa, apareció en los siglos XVI y XVII. "Modo de conservar", "preservar", "instrucciones para la conservación" fueron los términos y expresiones más usados durante los siglos XVII y XVIII.
 

Detalle de la portada del libro de Hénon y Mouton-Fontenille.

"Corrección" de Thomas Bernhard.


Portada del libro.
Para el lector, el estilo de Thomas Bernhard, escritor austríaco, no es nada fácil y la temática de sus obras es una constante. Es crítico con el ser humano que, sin ideas propias, sigue al rebaño. Considera que el trabajo intelectual conduce a la locura y que la ignorancia origina violencia. Sus temas más recurrentes son la incomunicación del ser humano, la obsesión, la locura, la enfermedad, la destrucción y la muerte. Su estilo de escritura, reiterativo, minucioso, sin puntos y aparte, es obsesionante. Bernhard escribió Corrección (Korrektur), una de sus novelas más conocidas, en el año 1975. La sinopsis de la obra que aparece en la contraportada del libro es la siguiente:
   “Tras el suicidio de su amigo Roithamer, el anónimo narrador de la novela llega a la casa del taxidermista Höller, en cuya buhardilla el suicida ha permanecido durante seis años entregado a la tarea de planear y construir, en el centro geométrico exacto del bosque de Kobernnauss, un Cono que, desafiando las leyes de la construcción tradicional, estaba destinado a ser residencia y “felicidad suprema” de su hermana. Urdida en torno a un proceso obsesivo de creación y destrucción que se plasma en un afán de constante corrección, la novela es una reflexión sobre los problemas del hombre contemporáneo, enfrentado a la deshumanización, el desamor y la soledad.”
La lectura de algunos párrafos de la novela nos servirán para comprobar esa progresión obsesiva, también la del protagonista narrador anónimo. Seleccionamos solamente algunos pasajes que guardan cierta relación con la taxidermia. Así, estas son sus impresiones al llegar a casa de los Höller:

El "jackalope", "Wolpertinger" o lebrílope.

Grabado del Tableau Encyclopédique Métodique de Panckoucke (1789).

Artistas actuales crean esculturas de animales desconocidos a partir de partes de varios animales. El único mérito para algunos de ellos ha sido el conseguir ingresar en el circuito del arte y lograr unas cotizaciones de sus obras nada despreciables. Pero esas creaciones de animales mitológicos o inexistentes han sido para muchos taxidermistas una travesura que hemos practicado en alguna ocasión y que, desde sus principios, siempre se ha dado en la historia de la taxidermia: montar las alas o patas de ave a un mamífero, o la cabeza de un mamífero a un ave, o combinar varios animales para crear otro.

El gabinete de Francesco Calzolari.

Retrato de Francesco Calzolari.
Francesco Calzolari o Calceolari nació en Verona el 10 de julio de 1522, donde Giacomo, su padre, regentaba la farmacia conocida como Alla campana d'oro en la plaza Erbe. Francesco, conocido por su resistencia a alejarse de su ciudad natal, tuvo como maestro al médico, filósofo y humanista Girolamo Fracastoro, un veronés al que ya en 1517 sus observaciones de fósiles marinos le llevaron a afirmar que algunas montañas se habían formado bajo el mar, lo que anticipaba teorías que se enunciarían siglos más tarde. Predestinado a continuar con la farmacia familiar, sabemos que en los años 1548 y 1549 Calzolari asistió a la Universidad de Padua, donde recibió las enseñanzas de Luigi Anguillara, encargado del Orto botanico, y donde trabó amistad con el naturalista boloñés Ulisse Aldrovandri, con quien mantuvo abundante correspondencia científica durante más de cuarenta años (1), y quien le presentó a Luca Ghini, maestro de multitud de naturalistas de la segunda mitad del siglo XVI, y con quien colaboró herborizando y escribiendo algunos trabajos.

Otras momificaciones naturales y artificiales.


En artículos anteriores me referí a las momificaciones más conocidas, las egipcias, tanto de personas como de animales. También escribí sobre las momias de Chinchorro, las más antiguas y taxidérmicas, datadas en más de 7.000 años. Ambos tipos de momificación son artificiales, es decir, intervino el ser humano en el proceso de conservación. En el presente artículo conoceremos otras formas de momificación, tanto naturales como artificiales, y además lo haremos cronológicamente. Las momias naturales se han conservado al enterrar los cadáveres en suelos porosos y secos, como sucede en el caso de las momias blancas del Sáhara; o bien a causa de un ambiente frío y seco, como sucedió en los Andes; o debido a la composición mineral del suelo, formado por tierras salinas, o con alumbre o nitratos; o a causa de una erupción, como la del año 79 en Pompeya, Italia, donde una capa de lapilli momificó no sólo a sus habitantes, sino a la ciudad entera.

Mundialmente conocido como Iceman, el hombre de hielo es una momia natural, seca por congelación, encontrada en 1991 en los Alpes, en la frontera entre Austria y Alemania, a 3.155 metros de altitud, y datada en unos 5.000 años. Recibió el nombre de Ötzi. Se trata de un cazador que vestía pieles de animales, que vivió en la Edad de Cobre y que murió por causas desconocidas. Los rayos X revelaron que tenía los huesos de un brazo fracturados. Está considerada como una de las momias más antiguas y mejor conservadas. A modo de ejemplo, la momia de Tutankamon es unos 1.000 años posterior. Un artículo aparecido en junio de 1993 en National Geographic criticó el procedimiento de rescate, realizado con demasiada rapidez y de una forma más que discutible, rompiendo el hielo con palos de esquí, lo que a su vez provocó la rotura de parte de la piel. El primer arqueólogo que examinó la momia lo hizo cinco días más tarde, tras haberla sometido a flashes fotográficos, etc. El maltrato de los hallazgos arqueológicos es una constante. Tutankamon sufrió hasta amputaciones tras ser descubierta.
 

Ötzi, momia datada en unos 5.000 años (1).

Una carta manuscrita de Jacques Marie Mouton-Fontenille.

Anverso de la carta.

Lo conté en un artículo anterior. Entre las páginas del Traité élémentarire d'Ornithologie, suivi de l'art d'empailler les oiseaux, un libro escrito por Jacques Marie Philippe Mouton-Fontenille de la Clotte y publicado en Lyon en 1811, encontré una carta manuscrita del autor, fechada el 10 de mayo de 1802. En realidad, el libro no era más que una reedición del tratado de taxidermia de aves que había escrito con su amigo, recientemente fallecido, Jacques Marie Hénon, y que el autor había completado con un tratado de ornitología, compilado en parte de las obras de Linné y Buffon. Tanto el libro como la biografía se comentan en artículos aparte.

El texto de la carta, traducido del francés, es el siguiente:

"El hombre que sabía demasiado" de Alfred Hitchcock.

Alfred Hitchcock filmó El hombre que sabía demasiado (The Man Who Knew Too Much) en dos ocasiones. La primera en el año 1934 y fue una de las mejores películas de Hitchcock en su etapa inglesa. El remake lo filmó en 1956, en su etapa norteamericana. Contó con un mayor presupuesto, actores de Hollywood y, por lo tanto, de las dos, es la más conocida. 

La sinopsis del argumento de El hombre que sabía demasiado (1) es la siguiente. Ben y Jo McKeena (James Stewart y Doris Day) se disponen a pasar unos días de vacaciones en Marruecos con su hijo Hank e, inesperadamente, se ven envueltos en una trama internacional de espionaje y asesinatos. Hank es secuestrado. Durante la búsqueda de su hijo, Ben, médico de profesión, sigue una posible pista que le conduce hasta el taller del taxidermista londinense Ambrose Chappell. 
 

El taller del taxidermista Ambrose Chappell (2).

El Museo de Historia Natural de Berlín en imágenes.

Las imágenes de este artículo han sido tomadas en agosto de 2013. Esta nota introductoria se hace indispensable a sabiendas de que desde hace años el museo se encuentra en fase de rehabilitación. Salas que visité en el año 2004 se encuentran ahora cerradas. He descubierto otras que se han inaugurado en este intervalo. Alguna sala de las que aparecen en este reportaje se cerrará para ser reconstruída, y algunas de las que ahora están cerradas, se reabrirán en 2014. La dirección del Museo de Historia Natural de Berlín prevé que el Museo esté totalmente rehabilitado en el año 2016.

Fachada del Naturkunde Museum.

El Museo se encuentra en el número 43 de la Invalidenstrasse.

Una cita de Mark Twain.

"What is the difference between a taxidermist and a tax collector? The taxidermist takes only your skin."    
"¿Cuál es la diferencia entre un taxidermista y un recaudador de impuestos? El taxidermista sólo se lleva tu piel."

La cita es bastante conocida y corresponde a una anotación que Mark Twain hizo en 1902 en su cuaderno.

La cita ha sido utilizada en varias ocasiones. Mortimer Caplin, Comisionado de los Estados Unidos para los Impuestos Internos, lo hizo en la revista Time el 1 de febrero de 1965. Mortimer la varió ligeramente: 
“There is one difference between a tax collector and a taxidermist- the taxidermist leaves the hide.”
También la pronunció el congresista republicano por Michigan Joe Knollenberg en el Congreso de los Estados Unidos en la sesión del 25 de marzo de 1998 en la que se debatía la reforma de los impuestos.

Hénon y Mouton-Fontenille: sus biografías.


En el año 1801 apareció Observations et experiences sur l'art d'empailler et de conserver les oiseaux, un tratado de Taxidermia escrito a medias por Jacques Marie Hénon y Jacques Marie Philippe Mouton-Fontenille de la Clotte. El primero era un profesor de la Escuela Veterinaria de Lyon y el segundo, veinte años más joven, un botánico y naturalista que años más tarde sería profesor de historia natural en la Facultad de Ciencias de Lyon. El trabajo, una obra clave en la historia de la Taxidermia, se reeditó al año siguiente con el título L’art d’empailler les oiseaux, contenant des principes nouveaux et sûrs pour leur conserver leurs formes et leurs attitudes naturelles, avec la méthode de les classer d’après le Systeme de Linné. En 1811, volvió a aparecer una tercera edición, firmada por Mouton-Fontenille -Hénon había fallecido un par de años antes-, titulada Traité élémentaire d'ornithologie, suivi de l’art d’empailler les oiseaux. Las tres ediciones se comentan en un artículo aparte. 
 

Firma de Jacques Marie Mouton-Fontenille de la Clotte.

"L'art d'empailler les oiseaux" de Hénon y Mouton-Fontenille.

Portada de la edición de 1801.
En el año 1801 se publicó Observations et experiences sur l’art d’empailler et de conserver les oiseaux, Observaciones y experiencias sobre el arte de disecar las aves. El tratado, escrito a medias por Jacques Marie Hénon, profesor de la Escuela Veterinaria de Lyon, y Jacques Marie Philippe Mouton-Fontenille de la Clotte, un botánico que más tarde ejercería como profesor de historia natural en la Facultat de Ciencias de esa ciudad, en tamaño octavo y sin grabados, tiene 98 páginas más las preliminares. Los autores, en la introducción de su obra, explican que esta fue analizada y leída en el Athénée de Lyon, del que eran miembros, y que suponía la contribución anual que se les exigía. Afirman, además, de forma preventiva para aplacar futuras críticas, que sus experiencias se basan en más de tres mil aves montadas siguiendo diferentes métodos. Al final del libro se adjunta un extracto del proceso verbal, donde el secretario del Ateneo afirma que los métodos se han ensayado con éxito, y que entre las aves disecadas se encuentran dos perdices, un faisán dorado, etc.

El uso del corcho aglomerado en la Taxidermia. El elefante del Museo de Toulouse.


Así se proclamaba en un artículo de tres páginas en la revista quincenal francesa La Nature del 15 de marzo de 1928:
   "Desde los arcaicos y rudos disecados que se obtenían rellenando de paja, serrín o estopa las pieles de los animales, procedimientos de lo más variado y satisfactorios se han utilizado con éxito en el difícil arte y delicada ciencia que es la taxidermia.
   La lectura de una reciente obra sobre los modernos procedimientos de naturalización nos ha permitido constatar una laguna, tanto más lamentable cuando el sistema que describiremos a continuación no ha sido mencionado, aún siendo indudablemente el más perfeccionado.
   Este olvido o ignorancia no puede provenir más que de la gran modestia del naturalista que desde hace 20 años opera con éxito todos sus montajes por un procedimiento personal que, es una pena, falto de publicidad, no se haya popularizado.
   Para su primer ensayo, nuestro inventor aplicó su sistema de montaje a un elefante que es la admiración de todos los visitantes del Museo de Historia Natural de Toulouse."

El elefante en el Museo de Toulouse a principios del s. XX.

 
Norbert Casteret, el autor del artículo nos remitía a la comunicación que Philippe Lacomme, el segundo taxidermista que tuvo el Museo de Historia Natural de Toulouse, remitió a la Société Zoologique de France en el año 1911. El escrito titulado Un noveau procédé de montage et de naturalisation des grands animaux au moyen du liège armé, en español, Un nuevo procedimiento de montaje y de naturalización de grandes animales utilizando corcho aglomerado, fue leído en París por Louis Roule, profesor del museo de Toulouse y miembro de la Sociedad, en la sesión del 13 de junio de 1911. Vale la pena traducir el texto original y conocer de primera mano el novedoso método:

El Museo de Historia Natural de Leipzig.


Detalle de la fachada (1).
En 1859, Emil Adolf Rossmaessler, profesor de zoología en la ciudad de Leipzig, lanzó la idea de crear el Landesmuseums für Vaterländische Naturgeschichte und Industrie, el Museo Estatal de Historia Natural y de la Industria Nacional. Pero no fue hasta 1906, durante los actos de celebración del centenario del nacimiento de Rossmaessler, el momento en que la Asociación de Maestros de Ciencias de Leipzig (Naturwissenschaftlichen Vereinigung des Leipziger Lehrervereins) decide intentar hacer realidad el museo. Finalmente. el 5 de junio de 1912, abrió el Museo de Historia Natural en el antiguo edificio de la Exposición Industrial en en el número 1 de Tröndlinring. Ocupaba unos modestos 93 metros cuadrados. Gracias a la financiación pública, en 1923 el museo se trasladó al actual edificio del Goerdelerring, en el número 3 de la Lortzingstrasse, que había sido construído en 1838 y utilizado como escuela secundaria superior. En un primer momento el museo, siete habitaciones del segundo piso, compartía edificio con la escuela.

"Le Taxidermiste", un cómic dibujado por Altimiras.

Viñeta  de  Le Taxidermiste.

La historia de este cómic es algo curiosa. Está basado en la novela negra Le Taxidermiste escrita por François Darnaudet y Thierry Daurel y que publicó la editorial Corps 9 en el año 1985. Tuvo mejor acogida por los críticos que por el público. En diciembre de 1999, Isabelle Aubert-Baudron, escritora y responsable de Interzone Éditions recibió la propuesta de José Altimiras y François Darnaudet de publicar el álbum. Medio año más tarde, en junio de 2000, Interzone hizo una tirada 25 ejemplares en papel bristol, con unas cuantas páginas fotocopiadas y el resto impresas. El coste, de unos 80 francos el ejemplar, hacía inviable la empresa. Además, se añadió otro contratiempo. Un fallo en el disco duro del ordenador provocó que se borraran los dibujos escaneados del tebeo. En palabras de la editora, "ahí nos habríamos quedado". Afortunadamente, un amigo librero de París, que había recibido un ejemplar, lo dio a conocer al editor de un catálogo anual de cómics francófonos, que lo incluyó ese mismo año 2000, hecho que provocó que Le Taxidermiste se mantuviera vivo. Isabelle Aubert-Baudron, con la ayuda de Ken Gage, lo tradujo al inglés.

"Knut", el popular oso polar del Zoo de Berlín.

Knut en su pedestal (1).
Entre el 16 de febrero y el 5 de mayo de 2013 Knut, el popular oso del Jardín Zoológico de Berlín, se expuso en el vestíbulo del Museo de Historia Natural de Berlín. Durante esos tres meses fueron más de 150.000 los visitantes que acudieron al museo para volver a verlo, en esta ocasión preparado por los taxidermistas Robert Stein y Detlef Matzke.  Esa breve exposición de apenas tres meses se debió a las obras de rehabilitación que desde hace años se llevan a cabo en el edificio. Está previsto que, una vez acabada la sala que lo albergará, vuelva a ser expuesto en el museo berlinés a partir de 2014. 

Para su preparación se usaron las técnicas dermoplásticas. Partiendo de fotografías y vídeos, primero se modeló en plastilina, aprovechando los huesos, para luego hacer un vaciado en yeso de la escultura y más tarde rellenar el molde con espuma de poliuretano. El trabajo contó con la dificultad añadida de que el animal murió durante la época de cambio de pelo y su piel era muy fina.

Knut en el Museo de Historia Natural de Berlín (1).

El Rinoceronte de Luis XV.


El Rinoceronte de Luis XV en el MNHN de París  (1).
Jean-Baptiste Chevalier de Conan, el entonces gobernador francés del territorio indio de Chandernagore, cercano a Calcuta, compró en 1769 un rinoceronte y se lo ofreció a Luis XV, que aceptó el regalo. El destino sería la Menagérie Royal de Versailles. Se cree que el animal fue capturado en el norte de Bengala. En efecto, el temible animal embarcó el 22 de diciembre en el puerto de Ingeli (India) y viajó a bordo del Duc de Praslin, un barco mercante perteneciente a la Compañía de las Indias Orientales capitaneado por François de Magny, con destino al puerto francés de Lorient. El barco hizo escala en Isla Mauricio, en la isla de Reunión y en Santa Elena, donde sus habitantes pudieron subir al barco y contemplar el animal. El aventurero, botánico y escritor Jacques-Henri Bernardin de Saint-Pierre, uno de los visitantes del barco en su escala de Isla Mauricio, describió al animal como "fuerte y desagradable". También escribió que el animal embestía contra todo aquel que se le acercase, excepto con una cabritilla que comía heno entre sus patas. El barco arribó a Lorient el 4 de junio de 1770, pero el rinoceronte fue encerrado en los establos del muelle donde tuvo que esperar dos meses y medio hasta que se acabara de construir la carreta especial que se utilizaría para su transporte hasta el zoológico particular del rey Luis XV, en Versailles. El rinoceronte, encerrado en el muelle de Lorient quedó a cargo de dos carniceros, Jean Goulet y Benoist Baudet. Se valoró la posibilidad de transportar el animal en un carguero por río, vía Rouen y París, pero se desestimó la idea. El 24 de agosto partió la expedición, formada por el carro con el animal y las tres personas que lo custodiaban, que llevaban consigo seis botes de aceite de pescado para ir frotando la piel del rinoceronte durante el trayecto. El viaje se hizo vía Laval y Alençon y, tras superar diversos imprevistos durante el camino, el animal llegó finalmente a Versailles el 11 de septiembre de 1770. La Corte al completo acudió a recibirlo. Los gastos del traslado ascendieron a 5.388 libras.

Philipp Leopold Martin, iniciador de la dermoplastia moderna en Alemania.


Philipp Leopold Martin.
Philipp Leopold Martin nació el 5 de noviembre de 1815 en Gnadenberg (Baja Silesia, Polonia), entonces de Alemania, en una colonia de misioneros de la Iglesia de Moravia, perseguida por los católicos, que le influiría en su pasión por la naturaleza y por los viajes. Hijo de pastelero, fue autodidacta en el campo de la Taxidermia, en la que más tarde destacaría como escultor y modelador de la figura animal. Visitante asiduo de la colección de Historia Natural de la cercana población de Niesky, se inició con el libro Taxidermie de Johann Friedrich Naumann. Martin estableció su taller privado en la cercana ciudad de Boleslawiec. Se casó en 1840 con Ida Grubert. Gracias a la recomendación de Martin Heinrich Lichtenstein, jefe del Museo Zoológico de Berlín, y del naturalista y explorador Alexander von Humboldt, en 1848 es aceptado en la expedición a Venezuela que dirigía Carl Ferdinand Appun. Lo acompaña su esposa, que fallece durante el viaje, en otoño de 1849, tras lo cual Martin regresa a Alemania, enfermo y sin dinero. No tuvo hijos de ese primer matrimonio. En 1850 sigue con su taller privado en Halle y al año siguiente se establece en Halberstdt, ambas en Sajonia-Anhalt. Durante 1851 acompaña al conde Casimir von Wodzicki en un viaje de caza por Galitzia y el este de Europa. En 1852, ya con 37 años, gracias a su relación con Lichtenstein, empieza a trabajar como preparador en el Museo Zoológico de Berlín, donde permaneció hasta 1858. Sus asiduas visitas previas al recién creado zoo de Berlín le facilitaron a Martin el conocimiento de la anatomía y los movimientos de los animales, que estudió, dibujó y también preparó, como hizo, por ejemplo, con algunos mamíferos marinos. Esa experiencia adquirida, además de la amistad con el director del zoo, le avaló a la hora de ingresar en el museo, y le valdría para escribir sus futuros tratados. En el Museo de Berlín todavía se conservan alguno de sus trabajos, como un ejemplar de Crax grabulosa datado en 1855.

El Museo Nacional de Historia Natural de París.


La Grande Galerie de l'Evolution desde el Jardin des Plantes  (1).
En el año 1635 el rey Luis XIII, por consejo de uno de sus médicos personales, Guy de La Brosse, y también por recomendación del cardenal Richelieu, crea un Jardin des Plantes Médicinales para el estudio y enseñanza de la botánica, la química y la anatomía. El Jardín incluía un château que albergaba el Gabinete Real que iría acumulando una colección de "rarezas de la naturaleza". El impulso definitivo del Jardín Real de Plantas se consiguió bajo la dirección del reconocido naturalista Georges Louis Leclerc, conde de Buffon, autor de la monumental obra Historia Natural, General y Particular. Buffon, que murió en 1788, dirigió el Jardín durante cincuenta años. Durante su mandato, amplió el château ordenando la construcción de un anfiteatro con capacidad para albergar las colecciones que crecían a un ritmo considerable. En 1758 se incorporó la colección de aves disecadas de Réaumur, y en 1760 la colección formada en Senegal por Michel Adanson. Corría el año 1790 y al amparo de la reciente Revolución se creyó conveniente asumir el Jardin Royal, asegurar el ingente legado de su último director y crear un nuevo museo que, de acuerdo con las premisas republicanas, perteneciera a la nación. Así, el 10 de junio de 1793 se crea por decreto el Muséum National d'Historie Naturelle (MNHN) de París, y ese año es el que se establece como la fecha oficial de su fundación. Se crea una dirección colegiada por doce catedráticos pertenecientes a distintas disciplinas de la Historia Natural. Entre sus directores reconocemos a grandes naturalistas como Daubenton, Jussieu, Lacépède, Fourcray, Cuvier, Milne-Edwards o Geoffroy Saint-Hilaire.

"The First Lesson", un óleo de Henry Alexander.

Entre la decena de los cuadros más conocidos del pintor estadounidense Henry Alexander se encuentra The First Lesson, también conocido como The Taxidermist, un óleo de 63,5x86,4 cm., pintado en el año 1885 y que en la actualidad está colgado en la Academia de Bellas Artes de la ciudad de San Francisco, procedente de la colección Mildred Anna Williams.

The First Lesson o The Taxidermist (1885), un óleo de Henry Alexander.

La escena, como podemos apreciar, es la siguiente. Un taxidermista barbudo y de cierta edad sostiene y empieza a desollar un ave entre sus manos mientras que un joven aprendíz lo observa atentamente. La estancia nos parece oscura aún estando presidida por una ventana que da a la habitación contigua que, a su vez, dispone de una luminosa ventana que da al exterior. La estancia, por tanto, no debe ser tan oscura como aparenta en el cuadro. Sobre la mesa más cercana al espectador, una garza y un zarapito disecados, un pajarillo sobre su percha, un cráneo de mamífero, un bote con formol y una serpiente en su interior, un faisán plateado muerto y otra ave esperan su turno y, además, algunos útiles y herramientas. En la mesa sobre la que se apoya el joven aprendíz, tres aves disecadas más, de las que sólo consigo distinguir una cotorra, y algunas herramientas y botes más. A la derecha de la ventana, en la pared, una cabeza y un frontal de ciervo, y una lechuza sobre una repisa. En el rincón de la izquierda, sobre la cabeza del taxidermista, dos estanterías que adivinamos repletas de aves disecadas. En el suelo, un hacha clavada sobre un tronco de astillar madera. De la habitación trasera sólo vemos una bota de vino.

El abad Vincenzo Rosa, autor de los primeros manuales en italiano.


Portada del Metodo del abad Rosa de 1817.
Vincenzo Rosa nació en Palazzolo sull'Oglio el 24 de agosto del año 1750. Era el segundo hijo de Francesco Alberto Rosa y de Angela Maria Costa, lo que suponía estar abocado a la carrera sacerdotal. Comenzó con un maestro privado, continuó su enseñanza en la escuela pública della Carità. Entre 1750 y 1760 fue anotando los fenómenos astronómicos que avistaba: cometas o auroras boreales... También ejercía de historiógrafo local anotando sucesos de Palazzolo. Siguió los cursos de gramática, humanidades, retórica y filosofía que impartía el canónigo de la parroquia. Con diecinueve años Rosa se trasladó a Brescia donde estudió Derecho y Teología. En 1785 comenzó a escribir Memoria mia, sus memorias que a su muerte ocuparían diecisiete volúmenes. En Brescia enseñó durante un año geografía y retórica en el Collegio dei Padri Somaschi. Un decreto del gobierno de Milán de fecha 25 de noviembre de 1787 lo nombra conservador de la sección "del Reino animal" del Museo de Historia Natural de la Universidad de Pavía, que había sido fundado en 1771, y le encarga además la confección de un catálogo con los objetos del museo. Ese mismo año publicó Geografia per i fanciulli studenti. En 1789 el abad Vincenzo Rosa escribió Metodo de preparare e conservare gli Uccelli per i Gabinetti di Storia Naturale. Tres años más tarde, en 1792, emprende una expedición de ocho meses a Cerdeña y al norte de África con el objeto de proveer al museo de nuevos especímenes y ampliar las colecciones, sobretodo de mamíferos y aves, que ordenó de acuerdo con el método Linneano.

"Le taxidermiste est un homme seul", un country de Tony Truant.


El estribillo es sencillo: 

"El taxidermista es un hombre solo, solo, solo,
yo lejos de tí soy como él, oh amor mío!"
y la canción, de un estilo que bordea el country y el pop, muy pegadiza:
 


"Le Taxidermiste", una novela negra de Darnaudet y Daurel.

"Anoche me dejé quedar encerrado en el Museo de Historia Natural.
Fue más fácil de lo que pensaba.
Al principio tuve el temor de que mi divertimento acabara mal.
Pero finalmente quedé impresionado, no dormí en toda la noche.
Paseaba entre aquellos seres disecados. Los ojos de vidrio brillaban por todas partes.
Me estaba divirtiendo como un loco.
Saltaba haciendo muecas entre sus miradas congeladas.
Empecé por la planta baja y luego subí al piso.
Grité por las escaleras; no había ningún guardián en el edificio.
Terribles imágenes me arrancaron aullidos de alegría.
La fiesta continuó. Subía y bajaba de un piso a otro.
Al amanecer me sentía vacío. Me arrastraba por las crepitantes escaleras.
El olor a cera que impregnaba mi piel me animaba.
El polvo pegado a mis dedos. Me lamí las manos.
Y luego he acabado estirándome en el suelo.
A la llegada de las mujeres de la limpieza, me he eclipsado.
Los ojos me escocían. Quería volver "chez" Verlaine a dormir.
Pero en el interior del cráneo tenía unos ojos de vidrio que me contemplaban.
Un búho me miraba. Un búho quería batirse conmigo.
En el autobús reía. Colgado del asa triangular reía.
El búho, aún podía mirarme.
El búho, aún podía pelear.
El búho, estaba muerto.
Mientras que yo, estaba vivo.
Porque corría sangre por mis venas. Mientras que él estaba relleno de paja.
Reía por la paja y por la sangre." 

Así empieza Le Taxidermiste, una novela negra escrita a medias por François Darnaudet y Thierry Daurel, y publicada por Corps 9 Éditions en el año 1985. La sinopsis de la contraportada apunta alguna pista sobre el argumento:

La historia de Jonas Brothers Taxidermy.

Nos encontramos en Budapest, Hungría, a finales del siglo XIX. Un cartero, modesto funcionario, tratando de sacar adelante a una familia con seis hijos y dos hijas. Tarea encomiable. Con apenas dieciséis años, Coloman Jonas (1879-1969), el hijo mayor empezó a trabajar como aprendíz de un taxidermista local. Cobraba un salario equivalente a unos cuatro euros mensuales. Aquel taller tenía como clientela a la nobleza de Budapest que, aficionada a la caza, proveía de trabajo con animales provenientes de todos los continentes, incluyendo África, un destino emergente en aquellos momentos. Coloman, aprendió inglés y alemán por su cuenta y progresó notablemente como taxidermista, hasta llegar al punto de que Gustav Gus Stainsky, pupilo de Philipp Leopold Martin y el más reputado taxidermista del oeste de los Estados Unidos, con taller en Colorado Springs, le ofreció empleo. Tras consultarlo con su padre, Coloman viajó a América para comenzar una nueva vida. 
 

Jonas Brothers en 1910.

La carta del capitán Davies.


Thomas Davies remitió el 12 de marzo de 1770 una carta a John Ellis, naturalista inglés y miembro de la Royal Society. Esa carta se publicó en The Philosophical Transactions of the Royal Society of London en el mes de enero de 1771 bajo el título A Letter from Captain Davies to John Ellis, Esq., F.R.S., on a Method of Preparing Birds for Preservation. El destinatario de aquella carta era un hombre de negocios, comerciante de lino, agente colonial y naturalista aficionado, que había mantenido correspondencia con Carl von Linné, que había destacado por sus estudios sobre las coralinas y que más tarde lo haría de nuevo con un estudio sobre la naturaleza animal de los zoofitos.
 

Las cascadas del Niágara en 1766. Acuarela de Thomas Davies (1).

 
Davies nació en el año 1737 en Shooter's Hill (Londres, Inglaterra). En 1755, con dieciocho años, ingresó como cadete en el Royal Military College de WoolwichEstudió dibujo topográfico y, como muchos de sus compañeros, también dominaba el dibujo artístico. Al año siguiente fue ascendido a teniente. En 1757 participó en la fallida campaña de Louisbourg (Cape Breton Island), donde pintó la ciudad de Halifax. Es su primera acuarela conocida. En 1759 se unió a la expedición Amherst del lago Champlain. Dibujó Ticonderoga, cerca de Nueva York y la fortaleza británica de Crown Point. En 1760 participó como artillero en la campaña de Montreal, donde fue de los primeros en levantar la bandera británica. Los siguientes años los pasó remontando el río San Lorenzo y sus afluyentes, el lago Ontario y el río Niágara. De esa época se conservan sus acuarelas con imágenes de las cataratas y de la ciudad de Montreal vista desde la isla de Santa Elena, y en ellas se observa la especial atención que dedicaba a la fauna y a la flora. En 1763 finalizó la Guerra de los Siete años. Davies permaneció durante un año en Nueva York, hasta que en 1767 su compañía embarcó de vuelta a Inglaterra (2). Ya en Londres, expuso sus dibujos en la Royal Academy y en 1768 publicó una serie de seis grabados con imágenes de la región canadiense de Amherst y de sus cascadas.

Las aventuras de Carl Akeley en cómic.

Carl Akeley, naturalista y taxidermista en los museos de Historia Natural de Chicago y Nueva York, viajó en 1896 a África con una expedición del British Museum. Los periódicos ingleses y americanos se hicieron eco de la pelea entre un leopardo herido y un Akeley que, desarmado, estranguló al animal después de que este le mordiera. Se conservan fotografías de Carl Akeley de pie, con los brazos vendados, junto al leopardo muerto. Akeley volvió con varias expediciones a África en los años 1905, 1909, 1911 y 1921. En una de ellas acompañó al presidente Theodore Roosevelt. Fue el principal impulsor de la creación del primer parque nacional de África, el Virunga National Park (República Democrática del Congo), creado en 1925. Cazador en sus inicios, en el tramo final de su vida defend solamente la captura de ejemplares con finalidades científicas o educativas, y condenó la caza deportiva. Las crónicas de las aventuras de Akeley en África lo convirtieron en una celebridad y los cómics, unas historietas dibujadas, con un texto breve y que llegaban a un lector más popular, también contribuyeron a ello.

Carl Akeley por Stookie Allen en Argosy.

La técnica de la esculturodermia.


En enero de 1938 la revista mensual americana Popular Science publicó un reportaje de cuatro páginas titulado El gorila más grande del mundo preservado por el nuevo arte de la esculturodermia (1). El subtítulo arrojaba algo más de luz: "En la notable serie de imágenes reproducidas en estas páginas, usted verá cómo se combinaron escultura y taxidermia para recrear este infrecuente espécimen animal". El reportaje incluía diecisiete ilustraciones comentadas que mostraban el proceso ideado por Louis Jonas, paso a paso, ejecutado por él y por algunos ayudantes. Alguna fotografía es humorística y en otras se comparan las posturas humanas con las de los gorilas. El texto del artículo es breve. Lo traduzco a continuación:

"L'imbalsamatore", una película de Matteo Garrone.


Cartel de la película.
L’imbalsamatore (Italia, 2002), película dirigida por Matteo Garrone, es una historia de amor con final trágico. Un taxidermista llamado Peppino Profeta (Ernesto Mahieux) de baja -muy baja- estatura, mediana edad, no muy agraciado físicamente y homosexual, conoce casualmente y se enamora de Valerio (Valerio Foglia Manzillo), un chico más joven que él que trabaja de camarero, alto -muy alto- y guapo. También por casualidad Valerio conocerá a Deborah (Ellisabetta Rocchetti), sin trabajo fijo y de quien se enamorará. La fulgurante entrada de Deborah en la vida de Valerio variará el equilibrio amoroso y este se verá obligado a elegir, lo que desembocará en un inesperado final.
 

Los actores protagonistas en uno de los fotogramas.

 
La productora vende su película con la siguiente frase: “Tres náufragos de la vida intentan encontrar en el amor seguridad, estabilidad y serenidad, pero se extravían en la tragedia”.

Peppino Profeta ronda los cincuenta años y vive en la periferia de Nápoles trabajando como taxidermista profesional. Redondea sus ingresos haciendo algunos trabajos para la Camorra. Un día, paseando por el zoo, donde se dedica a observar a los animales, se acerca a Valerio que pasea con su novia y un niño. Peppino les explica las particularidades de algunos de los animales del zoo, un discurso que interesará a Valerio. El diálogo es el siguiente:

El manual de Taxidermia más pequeño.

Cubierta del libro.
Solo es cuestión de tamaño. Un tratado de Taxidermia puede tener cabida en uno o varios párrafos de una enciclopedia, diccionario de Historia Natural o revista ilustrada. Lo he podido comprobar. Pero en formato de libro es el más pequeño que he encontrado. Se trata de Das Ausstopfen. Praktische Anleitung zum Präparieren, Ausstopfen und Skeletieren, zur Anlage einer Eiersammlung und zur konservierung in Alcohol (1), un librito de un tamaño de 8x12,2 centímetros. Aún así, no es el más breve. La primera edición apareció en Leipzig, editado por Albert Otto Paul alrededor del año 1912, con 64 páginas y, como no podía ser de otra manera, en la colección Miniatur Bibliothek. La edición que he podido consultar, la de aproximadamente 1925, tiene 96 páginas ilustradas con 15 figuras entre el texto. La colección Biblioteca en Miniatura estaba conformada por más de mil títulos que, con un ánimo enciclopédico, instruían sobre infinidad de disciplinas. En bastantes países hubieron editoriales que, entre finales del siglo XIX y principios del XX, se embarcaron en la empresa de publicar colecciones parecidas. Una característica común de casi todas ellas es el hecho de que no aparece el año de edición. 

El caballero Turgot y su "Mémoire instructif".


Retrato de Étienne-François Turgot.
Étienne-François Turgot publicó en 1758 su Mémoire instructif sur la manière de rassembler, de préparer, de conserver et d’envoyer les diverses curiosités d’histoire naturelle (Memoria instructiva sobre la manera de recoger, preparar, conservar y enviar las diversas curiosidades de historia natural). El libro, editado por Jean Marie Bruyset en París y Lyon, tiene XVI + 236 páginas, un tamaño de 14,5x21,3 cm y 25 xilograbados dibujados por Marguerite le Comte y tallados por Durand.

Étienne-François Turgot, marqués de Sousmons, conde de Mesnil, caballero de la Orden de Malta, fue el último señor de Brucourt y señor de Entrépagny, de Sousmons, de Bons y de Ussy. Nació en París el 16 de junio de 1721. Su padre fue presidente del Parlamento, alcalde de París y consejero de Estado. Anne-Robert Jacques Turgot, su hermano menor, fue ministro de economía del último rey de Francia. Luis XVI. Heredó el título de marqués de su padre. Su familia, original de Sousmons, cerca de Caen (Normandía), y propietaria del dominio de Bons y del castillo de Manneville en Lantheuil, influyó para que el joven Étienne-François se dedicara a la carrera militar. Sirvió junto al mariscal de Saxe en las campañas de Flandes y de Bohemia. Aunque se distinguió durante el sitio de Praga en 1742, aquella campaña le sirvió para reafirmar su repugnancia a la vida militar. 


El "Teatro de la Naturaleza" de Ferrante Imperato.

Ferrante Imperato describía su gabinete de curiosidades como un "Teatro de la Naturaleza". Sabios contemporáneos como el científico y naturalista Federico Cesi, el médico y naturalista alemán Johann Faber en 1608, el erudito y mecenas Cassiano dal Pozzo y el médico danés Ole Worm lo visitaron y se sorprendieron. Ubicado cerca del Palazzo Gravina de Nápoles, aquel gabinete de maravillas, a medio camino de un laboratorio científico, contenía mamíferos, aves y peces disecados, conchas y caracolas, minerales y piedras preciosas, fósiles y, sobretodo, dada su condición de boticario, una gran colección botánica que ocupaba, según las distintas fuentes, entre diez y ochenta volúmenes de plantas prensadas. En total, unos 35.000 especímenes.

Portada de la edición de 1599.
En el año 1599 Imperato publicó Historia Naturale... nella quale ordinatamente si trata della diversa condition di Minere, Pietre pretiose, & altre curiosità. Con varie Historie di Piante, & Animale,... , el catálogo de su colección que, según algunos autores, elaboró Nicolás Antonio Stigliola. El volumen, el primero sobre Historia Natural escrito en italiano en vez de latín, de casi 800 páginas, se divide en 28 libros y contiene 119 xilograbados de autor desconocido. El grabado más famoso, el del frontispisio, en el que se muestra su museo, es la imagen más antigua de un gabinete de curiosidades. Conocemos la existencia de otros gabinetes anteriores, como el de Ulisse Aldrovandri, pero sólo los podemos imaginar. La Historia Naturale de Ferrante Imperato se reeditó, revisada y ampliada por Giovanni Maria Ferro, en Venecia en 1672, y más tarde se tradujo al latín y se publicó en Colonia y Leipzig en 1695.