La momificación egipcia. Momias de animales. Segunda parte.


En la primera parte de este artículo tratamos sobre las técnicas y los materiales empleados en el proceso de momificación en el Antiguo Egipto. En esta segunda parte prestaremos atención a las momias de animales.

El halcón era la imagen de Horus, los gatos lo eran de la diosa Bastet, los toros de Apis. En los templos de Hathor se adoraba a las vacas, en los de Sobek a los cocodrilos y en los de Anubis a chacales o perros. Selket era representada por el escorpión, Amón por el ganso. Otros animales que también se embalsamaron fueron serpientes, peces, murciélagos, reptiles, ratones y huevos de pájaros. En ocasiones, simplemente se trataba de las mascotas de la familia, que se enterraban en la misma tumba de su amo, y con sarcófagos hechos a medida. 

Hacia 2950 a.C. los reyes de la Dinastía I fueron enterrados en Abydos con perros, leones y burros. 2500 años más tarde, durante la Dinastía III, un plebeyo de Abydos llamado Hapi-men fue enterrado junto a su perrito. Otras momias se enterraban junto a provisiones para la eternidad: trozos de carne de ternero, patos, gansos y palomas, salados, secos y envueltos en lino.

Algunos animales fueron momificados como representantes vivientes de divinidades. En el pueblo de Mit Rahina, donde estaba ubicado Memfis, capital del Antiguo Egipto, todavía se conservan las ruinas de la casa de embalsamamiento del dios toro Apis, uno de los animales más destacados de ese período. Símbolo de fuerza y virilidad, contenía el poder real. Mitad animal mitad deidad, se representaba con un triángulo blanco en la frente, con alas dibujadas sobre sus espaldas y la silueta de un escarabajo en la lengua. En vida, el toro vivía en un santuario, rodeado de sacerdotes, adornado con oro y joyas y adorado por las multitudes. Una vez muerto, su divinidad era heredada por otro toro. El cuerpo del animal muerto era transportado al templo y situado sobre un lecho de travertino finamente esculpido. El proceso de momificación duraba 70 días.
 

 Tebas. Hipogeos. Momias y detalles de cocodrilo, de serpiente y de perro.  Grabado. (1)

 
Diferentes animales sagrados eran adorados en sus centros de culto: toros en Armant y Heliópolis, peces en Esna, carneros en la isla Elefantina, cocodrilos en Kom Ombôs. Se cree que algunas criaturas divinas nacieron al principio de la civilización egipcia, en un tiempo en que las precipitaciones mantenían un territorio verde y  fértil, y en el que la población estaba rodeada de animales a quienes por sus hábitos, se les atribuía o eran relacionados con dioses concretos. Los cocodrilos instintivamente ponían sus huevos en el límite donde llegaban las aguas durante la anual crecida del Nilo, el acontecimiento anual que fertilizaba y enriquecía los campos limítrofes al río. Así, en Kom Ombôs, donde se erigió un templo y se les adoraba,  se les relacionó con Sobek, y representaban al dios del agua y de la fertilidad. También se construyó un cementerio para los cocodrilos sagrados.

En 2001 se encontró la primera momia de león en la tumba de Maia, la nodriza del rey Tutankamón, ubicada al sur de El Cairo. Aunque el león era un animal sagrado para la civilización egipcia no se había encontrado ninguno embalsamado hasta ese momento (2).

Algunos lugares están relacionados sólo con un dios y su animal simbólico. En Abydos, una de las excavaciones más productivas, aparecen, en cambio, diferentes animales relacionados con deidades: momias de ibis que representan a Tot, dios de la sabiduría y las escritura; de halcones que representan al dios del cielo Horus, protector de la vida del rey; y de perros relacionados con el dios con cabeza de chacal Anubis, guardián de la muerte. Con la donación de esas momias, los peregrinos intentaban ganarse los favores de los dioses.
 

Momia de perro (3).

 
La mayoría de las momias enterradas en Istabl Antar, eran votivos ofrecidos durante las celebraciones anuales en los templos de culto de animales. Los peregrinos llegaban por cientos o miles y acampaban. Durante el trayecto bailaban y cantaban. Los mercaderes vendían comida, bebida y recuerdos. Los sacerdotes se convertían en vendedores de sencillas momias o de otras más elaboradas para gente más adinerada. Entre incienso, los fieles finalizaban su jornada rezando y dejando su momia en el templo. 

En Bubastis, cercano a Zagazig, durante la Dinastía VI (2300-2600 a.C.) se erigió un templo en honor de la diosa Bastet. Un enorme cementerio cercano albergaba unos 300.000 cuerpos momificados de los gatos sagrados. Los egipcios fueron los primeros en tener gatos como animales de compañía. Los primeros escritos que hacen referencia al gato datan del 2100 a.C. Se cree que domesticaron gatos salvajes, una especie antecesora del gato de nuestros días. Recientemente se examinaron por rayos X en el Museo Británico de Londres los 53 gatos que existen en la colección de este centro londinense, detectándose datos muy curiosos como que 44 de ellos eran cachorros de menos de un año, lo que hizo pensar que se trató de un negocio, en el cual se cuidaban y alimentaban sólo hasta que los animales aparentaran ser adultos. El examen también reveló que el vendaje se colocaba de manera que simularan la posición de sentados.

En Saqqara, dedicadas a Thot, dios de la sabiduría y de la escritura, se hallaron alrededor de un millón de momias de ibis y babuinos, sus animales representativos. El ibis es una zancuda que aún se encuentra en los alrededores del Nilo. Se afirma que al comparar la especie actual de ibis con las momias encontradas y con los dibujos hechos por las culturas egipcias del ayer, la especie no ha variado en 5.000 años.

Al principio de la Dinastía XXVI (664 a.C.) los votivos de momias son extremadamente populares. Egipto era gobernada por invasores lo que motivó un retorno a las tradiciones locales. Las momias experimentaron un crecimiento tan grande que emplearon a miles de trabajadores especializados: los animales se crían para ser momificados, se importan las resinas que se utilizan, se tejen las telas que envolverán las momias, se cavan las tumbas… A pesar de tan elevado propósito, las radiografías han revelado que algunos animales más raros eran sustituidos por otros más baratos, eso sí, muy bien envueltos.

Las momias de animales no han sido muy estudiadas. Su evaluación es delicada, pues se deshacen al contacto. Como hemos comentado, en la actualidad se analizan con técnicas de rayos X. De los estudios realizados se deduce que no recibían el mismo tratamiento que las momias humanas. En muchas de ellas no se retiraban los órganos internos, sólo se desecaban con natrón y se vendaban con lino. En otros casos se inyectaba al animal ciertos diluyentes con el objetivo de destruir los órganos internos sin tener que extraerlos. Después del vendaje se adornaba la momia animal para su enterramiento. Unas veces se dibujaban sus rasgos y en otras se le colocaba una máscara de yeso adornada en ocasiones con oro.
 

Vídeo Momias animales (Ushebtis Egipcios) (9'52")
 

 
 
 Notas.-
(1) El grabado de Lambert  Thèbes. Hypogées. Momies et détails de crocodile, de serpent et de chien (71x53,5 cm.) reproduce piezas de la colección del naturalista francés Geoffroy Saint-Hilaire. El grabado es el nº 55, perteneciente al segundo volumen de la monumental obra   Description de l'Égypte ou Recueil des observations et recherches faites en Égypte pendant l'expédition française, publié par les ordres de Sa Majesté l'Empereur Napoléon le Grand , Imprimerie Royale, París, 1809-1828. La tirada fue de 1000 ejemplares, en papel Vergé con la filigrana "Égypte ancienne et moderne" visible por transparencia. Se destinó a Instituciones, por lo que pasó casi inadvertida. No obstante, fue  indispensable para generaciones de egiptólogos. Las dimensiones de los grabados, excepcionalmente grandes, precisaron la construcción de una prensa especial y de un mueble exclusivo para su conservación. La campaña militar francesa en Egipto tuvo lugar entre 1798 y 1801. La redacción de  la obra se prolongó entre 1802 y 1830
(2) El viernes 16 de enero de 2004 el periódico  El País publicó un artículo firmado por Jacinto Antón con el título Una expedición francesa descubre la primera momia de león en Egipto. El felino apareció en una tumba de Saqqara, en el que el periodista se hacía eco de un artículo publicado en aquellas fechas en Nature por la expedición francesa en el que el jefe de esta daba cuenta de las investigaciones llevadas a cabo sobre su hallazgo de 2001.
(3) Esta momia de perro, conservada en el Museo de El Cairo, fue encontrada en el Valle de los Reyes y seguramente se trata de una mascota real. Es una de las pocas momias de animales que se conserva en una "posición taxidérmica", de pie, con apariencia de vida. La fotografía es de Richard Barnes y fue publicada por National Geographic.



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Taxidermidades, 2012.

 
Bibliografía:
A. R. Williams   Egypt’s Animal Mummies. Pets of the  Pharaons ,  en National Geographic, vol. 216, nº 5, Washington, noviembre 2009.

Recursos:
Artículo Las momias de Chinchorro. Taxidermia primigenia en Taxidermidades.
Artículo La momificación egipcia. Técnica y materiales. Primera parte en Taxidermidades. 
Artículo La Taxidermia desde la Prehistoria hasta la Edad Media. Visión general en Taxidermidades.
Egiptologia.com , web sobre la momificación en el Antiguo Egipto.