"Los triunfos de un taxidermista", un cuento de H. G. Wells.

Primera edición del libro.
El cuento del escritor Herbert George Welles titulado Los triunfos de un taxidermista, en el original inglés Triumphs of a Taxidermist, apareció publicado en dos partes, los días 3 y 15 de marzo de 1894 en el periódico Pall Mall Gazette, sin atribución a su autor. Al año siguiente se incluiría en la colección de relatos The Stolen Bacillus and Other Incidents (1), El bacilo robado y otros incidentes, que publicó la editorial Methuen and Co., esta vez sí con el nombre del escritor. El bacilo robado agrupa quince historias cortas de género fantástico y de ciencia ficción que, al igual que Los triunfos, se habían publicado previamente en periódicos. 


El texto completo de Los triunfos de un taxidermista es el siguiente:

El gabinete de Manfredo Settala.

Manfredo Settala (1).
Algunos de sus notables antepasados fueron un obispo de Milán en el siglo V; Passaguado Settala, el cónsul que dirigió las labores de reconstrución de la ciudad tras haber sido arrasada por Federico I Barbarroja en 1162; Enrico I da Settala (?-1230), arzobispo milanés que participó en 1220 en las Cruzadas y consagró la abadía de Clervaux, Luxemburgo; el beato Manfredo Settala (?-1217), ermitaño en el Monte San Giorgio, Suiza; y el beato Lanfranco Settala (1201-1264), prior del convento agustiniano anexo a la iglesia de San Marco. Su padre, Ludovico Settala (1552-1633), médico y político, además de senador llegó a ser el protomédico responsable de la salud pública de la ciudad, entonces posesión española, un personaje que uno de los mayores escritores italianos, Alessandro Manzoni, incluyó en su novela más conocida, Los novios (1842), o Los desposados o Los prometidos esposos según qué traducciones, que se desarrolla en parte con la terrible epidemia de peste de 1630 de fondo. Su cada vez más extensa familia, tuvo dieciocho hijos, obligó a Ludovico a construir un palacio más amplio en la entonces plaza de San Ulderico, más tarde número 26 de la calle Pantano, que pudiera acoger además de a los suyos y a sus  numerosos sirvientes, su extensa biblioteca y su importante colección de pintura.

"Taxidermie", el influyente tratado de Louis Dufresne.

Louis Dufresne forma parte, sin duda alguna, de la decena de autores más influyentes de la historia de la Taxidermia. Su trabajo como ayudante-naturalista y jefe del laboratorio de Taxidermia del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) de París, el mejor museo de la época; su condición de autor que popularizó el término Taxidermia; de ser el gran divulgador del jabón arsenical de Bécoeur y el primero en dar a conocer su formulación a través del profesor Félix Vicq d'Azyr; y su visión crítica de técnicas contemporáneas o anteriores, como las hasta entonces desconocidas de Jean-Baptiste Bécoeur, de gran valor para el historiador; contribuyeron a que Dufresne se convirtiera muy pronto en todo un referente.
 
Principio de Taxidermie en el Nouveau Dictionnaire d'Histoire Naturelle (1803).

Louis Dufresne, jefe del laboratorio de Taxidermia del Museo de París.

Louis Dufresne, hijo de familia numerosa, nació en Champien, una aldea de la Picardía francesa, el 18 de enero de 1752. Tras asistir a la escuela local marchó para estudiar Historia Natural y aliviar a su familia. Ornitólogo y disecador, comenzó temprano a reunir sus colecciones personales. En 1793, fecha oficial de creación del Museo de Historia Natural de París, continuador del Jardin Royal des Plantes, Dufresne fue nombrado ayudante-naturalista incorporándose al laboratorio común de las cátedras de Zoología y Anatomía. Tres años después estuvo al servicio de la cátedra del entomólogo Jean-Baptiste Lamarck. En 1802 fue elegido tesorero de la Sociedad de Historia Natural de París y en 1806 nombrado jefe de los trabajos zoológicos -jefe del laboratorio de Taxidermia- del Museo. Fue además responsable de clasificar y ordenar las colecciones de vertebrados e invertebrados.

El elefante Hans montado por Dufresne y su compañero Desmoulins en 1803 (1).