Artículo de 1949 sobre Taxidermia en la revista italiana "Le Vie d'Italia".

En la revista mensual Le Vie d'Italia, editada por el Touring Club Italiano, apareció publicado en 1949 un artículo de cinco páginas titulado La Tassidermia, arte di preparare gli animali da museo. El texto lo firmaba Paola Manfredi, y las abundantes fotografías eran de agencia, causa por la cual quizá las imágenes en las que aparece trabajando un taxidermista anónimo no están directamente relacionadas con el texto, rico al principio en vaguedades, algo entendible por el público al que iba dirigido, como por ejemplo las siguientes, correspondientes al segundo y tercer párrafo:
   "El del embalsamador no es un misterio, es un arte, que incluso tiene un nombre difícil, taxidermia, y que requiere, además de pericia, paciencia a prueba de todo, buen conocimiento anatómico y naturalista, y aguda facultad de observación. 
   Los grandes Museos, a los que a diario llegan materiales de todo género, tienen (o deberían tener!) cierto número de taxidermistas variadamente especializados. Puesto que es evidente que, para preparar un grupo de girafas en la sabana, o una familia de perdices entre los rastrojos, o una caja de espléndidas mariposas o de mosquitos microscópicos, precisan conocimientos y aptitudes muy diversas, y es difícil que tales conocimientos y aptitudes se reúnan en un único taxidermista."

Folleto divulgativo sobre Taxidermia del Ministerio de Agricultura español.


Primera página del folleto.
   "Estas Hojas se remiten gratis a quien las pida a la Sección de Publicaciones, Prensa y Propaganda, del Ministerio de Agricultura."

Efectivamente, Taxidermia. Preparación y conservación de animales (1947) se trataba de un sencillo pliego de dieciséis páginas sueltas, promocionado por el Gobierno, que era para quien lo solicitaba un primer y muy elemental acercamiento al disecado de animales. La colección de Hojas Divulgadoras, a las que pertenecían estas, suponían un intento de modernización de la agricultura y la ganadería en un país donde el sector primario era el mayoritario. El autor del texto era un joven veterinario que ejercería en Las Palmas de Gran Canaria, Sebastián Hernández Hernández (?-2012), que con el tiempo llegó a ejercer como Inspector Jefe Veterinario de la isla, y cofundó y presidió el colegio de veterinarios provincial. Desconozco qué relación llegó a tener Hernández con la Taxidermia, si en algún momento la tuvo. Las ilustraciones, seis dibujos de trazos muy elementales, debemos sospechar que son del propio responsable del texto.

Artículo autobiográfico de Frederic S. Webster, taxidermista del Carnegie.


Frederic S. Webster hacia 1900 (2).
El taxidermista especializado en aves Frederic S. Webster (1850-?) comenzó hacia 1868 a construir efímeros dioramas con pájaros disecados con el propósito de fotografiarlos y vender las imágenes esteoroscópicas. Se convirtió así en uno de los primeros disecadores de los Estados Unidos en preparar grupos ambientados (1). En 1877 se empleó en el Henry A. Ward's Natural Science Establishment de Rochester, Nueva York, empresa fundada en 1862 por el naturalista y profesor de Ciencias Naturales de la Universidad de Rochester Henry Augustus Ward, un lugar que se convertiría en un semillero de taxidermistas que surtió de excelentes preparadores a los grandes Museos de Historia Natural estadounidenses. Allí permaneció hasta 1882 y coincidió con Jules François Desiré Bailly, Johannes Martens, John Wallace, Thomas Rowland, Nelson Rush Wood, John William Critchley, Frederic Augustus Lucas y William Temple Hornaday. Como él mismo contaría años más tarde, en marzo de 1880 se celebró precisamente en el Ward's la asamblea constituyente de la Sociedad de Taxidermistas Estadounidenses (Society of American Taxidermists) en la que Webster resultó elegido presidente. En diciembre de aquel mismo año tuvo lugar un concurso-exposición organizado por dicha asociación, que de entre sus aproximadamente cuarenta socios, al menos una decena eran o habían sido empleados del Ward's. Durante algunos años, Webster ejerció como taxidermista privado en Washington, instalando su taller en el 401 de Seventh Street Northwest, próximo a Pennsylvania Avenue, no muy lejos del Museo Smithsonian de Historia Natural; y finalmente entre 1897 y 1908 lo hizo como taxidermista jefe en el recién creado Carnegie Natural History Museum de Pittsburgh. Hacia 1890, mientras permanecía en Washington, se asoció con George H. Sowdon, propietario de una tienda de peletería ubicada en el número 738 de Broadway Avenue, para vender sus trabajos en Nueva York.
 

"Portrait d'une femme regardant un oiseau empaillé", de Alfred Stevens.

Retrato de una mujer mirando un pájaro disecado.
En una primera época el pintor Alfred Stevens (Bruselas, 1823, París, 1906) reflejó en sus pinturas la pobreza de las calles de París y su trabajo llamó la atención en la Exposición Universal de 1855. Durante un tiempo hizo algunas incursiones en temas históricos y orientalistas, pero fue a partir de 1860, cuando se dedicó a pintar escenas de interior de familias burguesas, con mujeres frecuentemente jóvenes y vestidas a la moda, cuando alcanzó mayor éxito. La ley del mercado.

A este segundo periodo pertenece Portrait d'une femme regardant un oiseau empaillé (Retrato de una mujer mirando un pájaro disecado), un óleo sobre tela no datado y bastante discreto, alejado del detallismo y de la suntuosidad de otras obras suyas contemporáneas. Como se puede apreciar en la imagen, una mujer sentada en un sillón, en la penumbra, observa a través de unos anteojos a un pájaro disecado -parece un críalo-, montado con las alas abiertas y emplazado sobre un pedestal de madera. Poco más. El cuadro tiene un tamaño de 92'5x65 centímetros y desde 1994 se encuentra depositado en los Museos Reales de Bellas Artes de Bruselas, fruto de la donación de una descendiente del pintor.