"Sargento Stubby", héroe de la Primera Guerra Mundial.


Durante su entrenamiento militar en los alrededores del campus de la Universidad de Yale, Connecticut, Estados Unidos, en julio de 1917, el cabo J. Robert Conroy encontró y se encariñó de un cachorro de Boston bull terrier que merodeaba por allí. Conroy bautizó aquel perro con el nombre de Stubby (1) y pronto se convirtió en la mascota del Regimiento 102 de Infantería, integrado en la 26ª División conocida como Yankee.
 

Stubby (2).

La Taxidermia durante el siglo XX. Visión general.


El auge que vivió la Taxidermia durante el siglo XIX prosiguió hasta la década de los setenta del siglo XX. A partir de entonces su práctica, coincidiendo con los gustos sociales, se estabiliza e incluso comienza un lento declive. Por otra parte, si bien Francia lideró el crecimiento de la Taxidermia desde mediado el siglo XVIII hasta mitad del XIX, tomando Alemania el relevo, es Estados Unidos durante el siglo XX el país que concentra los mayores progresos.
 
 
El grupo de elefantes iniciado por Akeley en el Akeley Hall of African Mammals del Museo de Nueva York (1).

"El taxidermista de Pisa", relato de Jesús Ferrero.


"Su taller estaba situado al final de un grupo de apretadas y ruinosas casas, entre el muro izquierdo de un cementerio judío y la plaza del mercado, y tenía dos puertas. Una daba a una calle en la que se amontonaban los detritos y por la que corría un hilo de agua rojiza que olía a animales muertos, y otra a un largo zaguán que comunicaba con la plaza del mercado. Como para acceder a la primera puerta era necesario bordear el cementerio, la gente no solía utilizarla y prefería entrar por la segunda. Nada más sobrepasarla, lo primero que veía el visitante era un pequeño jardín rectangular en el que se apiñaban en situación de acecho, entre los cipreses y las higueras, cientos de animales disecados. De noche, todos aquellos ojos de vidrio se abatían sobre el recién llegado a la casa de Saulo Vasilum, indicándole que entraba en esa sinagoga interior, que acaso todos llevamos dentro del alma, en la que la muerte cobraba vida y en la que la vida tenía todas las características de la muerte."
 
Así comenza El taxidermista de Pisa, relato de Jesús Ferrero contenido en la antología Cuentos de Terror
(Grijalbo, 1989), que recoge catorce relatos más de otros tantos autores.
 
A modo de sinopsis, Saulo Vasilum, taxidermista con taller en el gueto judío de Pisa en 1539, recibe la visita de la joven Sara Farías, que desea disecar su jilguero muerto. Sara desaparece. Justo cuatrocientos años más tarde, Paul Vasilum, joyero judío y taxidermista aficionado con residencia en Toronto, tras ser enjuiciado y condenado por asesinato, es ingresado en un sanatorio y más tarde se suicida colgándose de un árbol. Mató en sueños a la Sara del siglo XVI, y mató a la Sara que yacía junto a él.

La taxidermista Zipporah J. Shaw de Hampton.


Zipporah J. Shaw hacia 1892.

"El hermoso plumaje fue lo que primero atrajo a la niña Zipporah J. Shaw. Su hermano solía cazar charas azules (1) en el maizal y, a veces, guardaba las plumas; y ella le suplicaba que le proporcionara alguna para disecar. Finalmente le dio un pajarillo azul y le enseñó a desollarlo. Lo hizo tan bien que él pronto le proporcionó todo lo que precisaba y frecuentemente le proporcionaba aves. Más adelante, la gente comenzó a llevarle trabajo. Estudió manuales de taxidermia y practicó tan bien las lecciones que hace ya tiempo se convirtió un una famosa taxidermista conocida en todas partes y que, sin publicidad, alcanza un promedio anual de cien aves, disecadas y montadas con sus propias manos en primavera y otoño, trabajo que se extiende al invierno con los búhos. De estos, la señora Jenness (2) disecó treinta y cuatro en el invierno de 1889-90, dieciséis de ellos árticos, cazados en Hampton."

Viñeta de la serie "Funny Business" de Ralph Hershberger.




"El taxidermista estaba asando un bistec mientras los disecaba"


La viñeta, perteneciente a la serie Funny Business, es obra del dibujante estadounidense Ralph Hershberger y apareció reproducida en la revista Modern Taxidermist en enero de 1947. De ella no cabe más que destacar la habilidad del taxidermista, que no descuidó su barbacoa mientras trabajaba.