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Carta de Ter Meer a Benedito. Efectos de una crisis económica.


Como hemos tenido ocasión de comprobar con frecuencia aquí en Taxidermidades al abordar biografías de taxidermistas, los hemos conocido exitosos económicamente, pocos;  privados, con su fase ascendente incluidos traslados a locales más amplios y céntricos, y descendente, replegándose; a tiempo parcial, compatibilizando su afición con otros trabajos; de museo, con sueldos de funcionario; o pluriempleados, en nómina de un museo y a la vez con taller propio. Entre estos últimos se encuentra nuestro protagonista.
 
 
Carta de Herman H. ter Meer a Luis Benedito Vives (1).

 
El documento no está fechado pero su contenido nos permite acotarlo. Se trata de una carta del conocido taxidermista dermoplástico Herman Hendrikus ter Meer, empleado en el Museo del Instituto Zoológico de la Universidad de Leipzig, a su discípulo Luis Benedito Vives, del Museo de Ciencias Naturales de Madrid. Ambos se comunicaban en francés. Benedito se encontraba en el trance de montar la piel del elefante africano del Museo y mandó un dibujo a su maestro para que éste le certificara si algunas medidas eran factibles o precisas. Aquel esbozo retornó a Madrid y en el reverso Ter Meer escribió lo siguiente:   

El "indio" Mateo Sánchez y su particular técnica de "disecar" aves.


Promovida por el botánico Martín Sessé Lacasta, médico militar, que desde 1785 era el comisionado en México del Real Jardín Botánico de Madrid y promotor de la cátedra de Botánica en la Real y Pontificia Universidad de México, y con el beneplácito de Carlos III, en 1787 se inició la Real Expedición Botánica a Nueva España, un periplo que hasta 1803 recorrió México, la entonces española costa del Pacífico de los actuales Estados Unidos, parte de Centroamérica y las islas de Santo Domingo, Puerto Rico y Cuba. El objetivo era proseguir el trabajo de clasificación de flora y fauna de aquel virreinato que el botánico y ornitólogo Francisco Hernández de Toledo realizó por encargo de Felipe II entre 1571 y 1577. La colección se obtuvo por duplicado, una parte se mandó a Madrid y la otra se depositó en la Universidad de México.
 
Son varios los disecadores citados en la correspondencia de la Expedición. Entre quienes prepararon restos de animales se encuentran el cirujano y naturalista José Longinos Martínez Garrido, el farmacéutico Jaime Senseve, el escribiente Julián Villar Pardo que también colaboró en la tarea, y el mexicano Mateo Sánchez, personaje que aparece referido de forma destacada.
 
 
Un envío al Gabinete de Madrid, notas de Francisco de las Barras (1).

"George Sim in his Workshop" (1890), cuadro de Rodolphe Christen.


George Sim in his Workshop, Aberdeen (1890) de Rodolphe Christen (1).


La obra se titula George Sim in his Workshop, Aberdeen (George Sim en su taller, Aberdeen), es del artista suizo Rodolphe Christen, está datada en 1890, tiene un tamaño de 56'2 x 47'3 cm., y se conserva en la Aberdeen Art Gallery, que la recibió en 1999 procedente de la Biblioteca Central de la ciudad.
 

Frank Blake Webster, taxidermista y comerciante de Historia Natural.


El primero de los edificios de Webster en Hyde Park (1).


Frank Blake Webster nació el 16 de junio de 1850 en Pawtucket, Rhode Island, Estados Unidos. En 1867, tras graduarse en la Academia Militar de Highland en Worcester, Massachusetts, trabajó como administrativo en una empresa mercantil mientras que por las tardes aprendía Taxidermia, estudiaba ornitología y recogía especímenes. El propio Webster se refiere a aquella época en el número de noviembre de 1890 en la revista Ornithologist and Oölogist, escribiendo en tercera persona:

Frank J. Smatlak, taxidermista de Rice Lake.


Frank. J. Smatlak, taxidermista científico.


La fotografía sorprende. La descubrimos en el libro History of Barron County editado en 1922. El condado de Barron se encuentra al noroeste del estado de Wisconsin, Estados Unidos, bastante próximo a la ciudad de Minneapolis. La imagen nos muestra al titular del negocio posando en la fachada de su establecimiento, rotulado con un Frank. J. Smatlak, taxidermista científico, y lo que realmente llama la atención, decenas y decenas de piezas preparadas por él, quizá entre cien y doscientas, sobre todo cabezas de ciervo, colocadas en la entrada la mayoría, pero también colgadas en paredes y hasta la altura del segundo piso. El texto que la acompaña es el siguiente:

Watson Mondell Perrygo, taxidermista del Smithsonian.


Watson Mondell Perrygo montando una paloma en su taller del Smithsonian en 1933 (1).


La colección de fotografías del Archivo del Museo Nacional de Historia Natural de Washington en las que aparece el taxidermista Watson M. Perrygo es notable. Nuestro protagonista trabajó en el Smithsonian durante cuarenta años. Comenzó como aprendiz y terminó como responsable del taller de Taxidermia, preparó toda clase de animales y además participó en numerosas expediciones de recolección de especímenes para el Museo. Las imágenes son la coartada para recordar su biografía.
 

Los taxidermistas Charles y Emily Parker de Isla Santa Catalina.


Tarjeta postal de Emily Parker posando junto a un pez luna.


En la imagen aparece un enorme pez luna disecado junto a una señora. El texto de la postal nos informa de que el ejemplar, que pesó 2.200 libras (1), fue capturado por Zane Grey el 12 de agosto de 1926 en Avalon, en la Isla de Santa Catalina, California, y que fue montado por la "señora C. B. Parker".

El pescador era efectivamente el novelista estadounidense Zane Grey, que por entonces poseía una amplia mansión situada en una colina sobre la bahía de Avalon, Santa Catalina, isla situada enfrente de Los Angeles, Estados Unidos. La señora de la fotografía es la propia taxidermista, Emily Parker, cuyo nombre de soltera era Emily Ellen McGuire Lindskow, que hacía dos años había enviudado de Charles Charley Browning Parker, fundador del negocio que ella continuó.

Fotografías de 1900 del cazador y taxidermista Ernest L. Brown.


Ernest L. Brown posa delante de su establecimiento (1).


Las fotografías fueron tomadas por el médico y ornitólogo Thomas Sandler Roberts el 28 de junio de 1900. En una de ellas contemplamos al cazador, guía y taxidermista Ernest Linwood Brown de Warren, Minnesota, Estados Unidos, posando orgulloso ante su negocio; otras dos imágenes son del interior del establecimiento; en la cuarta Brown aparece ataviado como cazador; y en las dos últimas vemos con mayor detalle dos de sus trabajos.

El innovador Francesco Comba, taxidermista del Museo de Turín.


Retrato de Francesco Comba (1).
Quizá el texto donde hallamos mayor número de detalles biográficos de Francesco Comba, nuestro protagonista, taxidermista del Museo de Ciencias Naturales de Turín, sea el que le dedicara Alipio de Miranda Ribeiro, entonces preparador interino de la sección de Zoología del Museo Nacional de Río de Janeiro, en su informe Os processos de Taxidermia e o Museo Nacional do Rio de Janeiro (1912), que redactó tras haber visitado numerosos museos de Historia de Natural de Europa y de Estados Unidos:
   "Los principales preparaciones que merecen ser mencionados en Italia se encuentran en el Instituto Zoológico de Roma, el Museo de Vertebrados de Florencia, el Museo Cívico de Génova y el Museo de Historia Natural de Turín.
   En el Instituto de Roma vi una pantera que inmediatamente me llamó la atención. Sin la gordura que normalmente se encuentra en estas preparaciones de felinos, toda la anatomía del animal se representaba con una verdad deslumbrante; y su expresión mostraba claramente el genio de quien la había preparado.
   En Turín fui a ver un elefante del mismo maestro, un león verdaderamente soberbio; era tan bueno que había sido retirado de las vitrinas para que sirviera de modelo para el montaje de otro que, en aquella ocasión, montaba el doctor Peracca (2).
   Preguntando por el autor de estas maravillas de la Taxidermia, me informaron que ya había fallecido. De hecho, su valor lo había convertido en el favorito de Víctor Manuel II, quien le había confiado la preservación de sus piezas de caza. Así era como el profesor de Geología de la Universidad de Turín, el señor M. Baretti, informaba del fallecimiento de ese taxidermista:

Nelson Rush Wood, taxidermista de aves del Smithsonian.


Nelson R. Wood en su taller del Smithsonian a finales del siglo XIX o principios del XX (1).


En la imagen observamos a un taxidermista trabajando en el fondo de una sala, en una diminuta mesa y con  varios pájaros montados a su espalda y a un lado: un casuario, un cisne, un aguilucho, un par de mochuelos, algunas aves limícolas, etc. Todo el material tiene relación con la preparación de aves, destacando la gran cantidad de perchas y de material, barras de madera y tablas redondas, lo necesario para fabricar aún más perchas. Una amplia mesa a la derecha. El sombrero y la chaqueta del personaje colgados al lado de la puerta. La estancia está iluminada artificialmente y se calienta durante el frío invierno con un radiador. La fotografía pertenece al Archivo de la Institución Smithsonian de Washington, y la información que adjunta en el momento de escribir este texto es que la fotografía se tomó en la década de 1880 0 de 1890 (2), que el personaje se trata de un empleado del museo, que probablemente se trate de Nelson Rush Wood, y que se encuentra trabajando en una habitación del piso superior del Old Shed en South Yard.
 

El niño Louis Agassiz taxidermista, en cómic.


Página de Luis Agassiz, el sabio suizo.


No es muy conocido el hecho de que el naturalista Jean Rodolphe Louis Agassiz (Môtiers, Suiza, 1807- Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, 1873) hubiera practicado la Taxidermia. En efecto, Agassiz, hijo de un cura protestante, durante su niñez se sintió atraido por la Historia Natural, y como consecuencia de ello, aprendió a desollar y conservar disecados los primeros especímenes de su colección. Poco después abandonaría su afición para estudiar Medicina en las universidades de Zúrich y Heidelberg, donde descubre la Paleontología y la Anatomía Comparada, y en la de Múnich, donde estudia Historia Natural y Herpetología. Tras doctorarse se instala en París para estudiar Geología y Zoología con Alexander von Humboldt y Georges Cuvier. En 1832 es nombrado profesor de Historia Natural en la Universidad de Neuchâtel y despierta su interés por los peces fósiles. En 1846 se traslada a los Estados Unidos donde durante algunos años fue profesor de Zoología y Geología en la Universidad de Harvard, y donde siguió publicando sus investigaciones. Representante del creacionismo, el fijismo y el poligenismo, se opuso a la teoría de la evolución defendida por Robert Russell Wallace y Charles Darwin.
 

Fotografía de la Taxidermia de Walter Gilmore de Salt Lake City.



La fotografía muestra la fachada del negocio de Walter Gilmore. El taxidermista, que posa de pie y con la cabeza baja, expone su trabajo en el exterior del edificio: cinco cabezas de bisonte, dos de ciervo, un osezno y pieles de coyotes y panteras. Lo que más llama nuestra atención, no obstante, son los dos niños, probablemente los hijos del disecador. Ella sentada en los escalones con su vestidito claro y un gran lazo en el pelo, indiferente, sosteniendo una muñeca. Su hermanito, algo mayor, de pie ante la puerta de entrada, mirando a cámara, con una mano en el bolsillo y con la otra sosteniendo un rifle de caza.
 

"L'atélier du naturaliste Bonhenry", óleo de Georges Castex.


El cuadro se titula L'atélier du naturaliste Bonhenry, en español El taller del naturalista Bonhenry, está datado en 1893 y es obra del pintor francés Georges Castex. Se trata de un óleo sobre tela de un tamaño de 46x55 cm., de propiedad municipal, que se conserva en el Museo de Bellas Artes de los Agustinos de Toulouse. Es uno de los más conocidos de Castex. Se tiene constancia de que el artista lo expuso en 1893 en el marco de la Exposición de la Unión Artística de Toulouse y al año siguiente en el Salón de los Artistas Franceses de París.
 

L'Atélier du naturaliste Bonhenry (1893) de Georges Castex (1).

 
La escena se ubica en el taller de Taxidermia de la que entonces se conocía en Toulouse como Maison Bonheur-Lacomme. Los personajes que aparecen en el cuadro son el taxidermista Philippe Lacomme a la izquierda, su suegro el también disecador Victor Bonhenry, tocado con su característico sombrero y siempre fumando en pipa, y a la derecha Mathilde, hija de Bonhenry y esposa de Lacomme.  Bonhenry, que como comentaremos más adelante tenía fama de bon vivant, observa el trabajo del yerno, que está preparando una cabeza de ciervo, mientras la esposa de este comenta en voz alta las noticias del periódico, una costumbre bastante común en la época en talleres y fábricas. El ambiente se antoja distendido. Los dos hombres se han servido un licor rebajado con sifón. Además de los correspondientes animales disecados -o no, el loro amazona de arriba a la izquierda parece vivo- que rodean a los personajes, colgada de la pared pende una guitarra, instrumento que Bonhenry tocaba ocasionalmente.

Fotografías del establecimiento del taxidermista F. B. Finley en Portland.


F. B. Finley Taxidermist de Portland, Estados Unidos, hacia 1911.


Las tres primeras fotografías son de alrededor de 1911. La de arriba nos muestra al taxidermista F. B. Finley posando ante la puerta de su negocio entre cabezas de ciervo. En la segunda imagen, la siguiente, ya sin el disecador, comprobamos que en cierto momento añadió un servicio más, el de arreglo de pieles.

La taxidermista Zipporah J. Shaw de Hampton.


Zipporah J. Shaw hacia 1892.

"El hermoso plumaje fue lo que primero atrajo a la niña Zipporah J. Shaw. Su hermano solía cazar charas azules (1) en el maizal y, a veces, guardaba las plumas; y ella le suplicaba que le proporcionara alguna para disecar. Finalmente le dio un pajarillo azul y le enseñó a desollarlo. Lo hizo tan bien que él pronto le proporcionó todo lo que precisaba y frecuentemente le proporcionaba aves. Más adelante, la gente comenzó a llevarle trabajo. Estudió manuales de taxidermia y practicó tan bien las lecciones que hace ya tiempo se convirtió un una famosa taxidermista conocida en todas partes y que, sin publicidad, alcanza un promedio anual de cien aves, disecadas y montadas con sus propias manos en primavera y otoño, trabajo que se extiende al invierno con los búhos. De estos, la señora Jenness (2) disecó treinta y cuatro en el invierno de 1889-90, dieciséis de ellos árticos, cazados en Hampton."

"The Taxidermist" (1943), poema de John Delbert Allen. Biografía del taxidermista.


El siguiente poema de John Delbert Allen titulado The Taxidermist apareció publicado en el número de julio de 1943 de la revista Modern Taxidermist:
 
"Taxidermists are model men,
But after that I hestitate.
Their sorrows toldwith tongue or pen,
Alas, alas, are far too great.
 
From highest Art to lowly work
His Art may lead him day by day,
But from nothing can he shirk
That luck and chance can throw his way.

Some things unpleasant to recall,
Where awfully rank aromas rose-
He could not have worked at all
Without a clothespin on his nose.

In one blue fly there's not much wrong,
Or danger to humanity,
But when he comes ten thousand strong,
That calls for near profanity!

When specimens are fresh and sweet
And every hair and feather tight,
Our happiness is then complete
And spirits sail up like a kite.

But this reversed-I hate to hell;
Our spirits then sink so low
And ere we even get a smell.
We feel like where vile sinners go.

Still we have one comforting thought,
Though our sorrows here are so great;
If we have done 'bout as we ought,
Heaven will fully compensate.

Would I ask more? o no, not I:
E'en this leaves one thought to annoy!
I would ask less, and this is why;
I fear, Up There, I'll die of joy."

"El Taxidermista de la plaça Reial", perpetuando su recuerdo.


Cubierta del  libro.
Se acaba de publicar El Taxidermista de la plaça Reial (Ed. Alpina, 2021). El volumen, escrito en catalán y financiado mediante suscripción popular, de formato cuarto mayor, de 166 páginas, abundantemente ilustrado y bien editado, repasa la historia del popular establecimiento de Taxidermia que permaneció abierto en la plaza Real de Barcelona durante buena parte del siglo XX: su fundación por Lluís Soler Pujol en 1899, su traslado a la plaza Real en 1919, los miembros de la saga familiar Soler Palaus, clientes y personajes famosos que lo frecuentaban, trabajos destacados, hasta llegar al definitivo cierre.
 
El volumen se divide en tres partes. Una primera titulada Olors a cargo de Núria Viladevall Palaus,  bisnieta de Lluís Soler e impulsora de la iniciativa, que revive recuerdos personales de la tienda y conversaciones familiares. Una segunda escrita por Miquel Carandell Baruzzi, especialista en Historia de la Ciencia, que reconstruye la historia del establecimiento a partir de la documentación familiar. Mientras que la última reúne el testimonio de personas ajenas a la saga pero que en algún momento tuvieron relación con ella, bien como clientes o como visitantes de la tienda.
 

"Modern Taxidermist", la revista de Taxidermia más longeva, de momento.


Colección de Modern Taxidermist de los años 40, 50 y 60.


Se publicó durante cincuenta y un años. Joseph Bruchac, un joven taxidermista afincado en Greenfield Center, propietario de Adirondack Taxidermy Studios, comenzó a editar Modern Taxidermist en diciembre de 1934 o enero de 1935 (1). La tirada inicial fue de 1.200 ejemplares. De pequeño formato, 14'2x21'5 cm., en su primera época comenzó con 16 páginas, un número que con el paso del tiempo aumentaría hasta sobrepasar frecuentemente el medio centenar al final de su vida. El precio de cada ejemplar era de 25 centavos y la suscripción anual a dólar y medio. Durante su primer año no tuvo una periodicidad constante; a partir de 1936 aparecería ocho veces al año, en los meses de enero, marzo, mayo, julio, septiembre, octubre, noviembre y diciembre; y a partir de 1947 y hasta 1986 cuatro veces al año.

"Schwettmann's Taxidermy" de Fredericksburg, Texas.


Schwettmann's Taxidermy de Fredericksburg, Texas, Estados Unidos (1).


Atrayente imagen la de la fachada de este establecimiento de Taxidermia. Tres escaparates y dos puertas de entrada protegidos por una marquesina profusamente decorada con cornamentas de ciervo, y sobre ella un gran rótulo con el nombre del negocio, Schwettmann's Taxidermy. En su interior apenas distinguimos otro cartel, más cornamentas de ciervo y una decorativa rueda de carro. Una banderola de reclamo en el exterior reza "Taxidermy, Native, Exotic, Game, Hunting, Information. Visitors welcome". La única información que ofrece la Gillespie County Historical Society, propietaria de la fotografía, cuyo museo se encuentra por cierto en la misma acera a pocos metros, es que se ubica en el número 305 West Main Street de Fredericksburg, Texas.
 

"Mr. Chopping, Taxidermist", óleo de John Kynnersley Kirby.


El señor Chopping, taxidermista es un óleo sobre lienzo del pintor inglés John Kynnersley Kirby de alrededor de 1934, adquirido aquel año por el Bristol Museum & Art Gallery. Mide 74'9x62'2 cm. El cuadro lo protagoniza el mencionado disecador, tocado con boina y trajeado -camisa, chaleco y chaqueta- aunque con mandil atado a la cintura, posando tras su banco de trabajo y ante un diorama de estilo victoriano colgado de la pared con un enorme lucio. Sobre la mesa una lechuza sobre su percha, algunas herramientas -un martillo, una lezna-, estopa y un fanal de cristal destinado a contener el ave. Nada más. Sobre el personaje, el señor Chopping, según la imagen un septuagenario de apariencia bonachona, no hallé ninguna pista, salvo que realmente existió y que tenía una tienda en Stansted, Essex, Inglaterra, el pueblo donde vivió Kirby buena parte de su vida. 
 
 
Mr. Chopping, Taxidermist (ca. 1934) de John Kynnersley Kirby (1).