Las breves instrucciones de Johann Reinhold Forster.

Johann Reinhold Forster.
Johann Reinhold Forster es conocido sobre todo por tratarse del naturalista que acompañó al capitán James Cook en su segunda expedición al Océano Pacífico. En 1771, un año antes de emprender aquel viaje, publicó en Londres A Catalogue of the Animals of North America. Containing an enumeration of the know Quadrupeds, Birds, Reptiles, Fish, Insects, Crustaceous and Testaceous Animals; many of wich are New, and never described before. To which are added, Short Directions for Collecting, Preserving, and Transporting all Kinds of Natural History Curiosities (Catálogo de los animales de América del Norte; que contiene una enumeración de los cuadrúpedos, aves, reptiles, peces, insectos, crustáceos y testáceos conocidos; muchos de los cuales son nuevos, y nunca antes se han escrito. A lo que se añaden unas breves instrucciones para coleccionar, preservar, y transporte de toda clase curiosidades de Historia Natural). El librito tiene 43 páginas más las de cortesía y un grabado en el frontispicio. En 1882 The Willughby Society, una sociedad ornitológica londinense fundada en 1879 y que tenía como objeto reeditar antiguos tratados de esa temática, reimprimió el libro.

Fragmento de "Romeo y Julieta" de William Shakespeare.

El dramaturgo, poeta y actor inglés William Shakespeare publicó en 1597 Romeo y Julieta, la historia de dos jóvenes veroneses enamorados que, pese a la oposición de sus familias, los Capuleto y los Montesco, rivales entre sí, deciden casarse en secreto y vivir juntos. La presión y la fatalidad, no obstante, abocarán al suicidio de la pareja, suceso que precipitará la reconciliación de las familias. Aunque el autor no ubica temporalmente la obra, esta se puede situar a finales del siglo XV.

En el acto 5, escena 1, Romeo recita:
(…) Recuerdo un boticario, que vive por aquí. Le ví hace poco, cubierto de andrajos, con cejas muy pobladas, recogiendo hierbas. Estaba macilento; su penuria le había enflaquecido. En su pobre tienda pendía una tortuga, un caimán disecado y varias pieles de peces deformes; y por los estantes, expuestas y apenas separadas, un número exiguo de cajas vacías, cazuelas verdes, vejigas, semillas rancias, hilos bramantes y panes de rosa ya pasados. (…)
Romeo con el boticario (1).

El Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia de Buenos Aires.

Fachada del Museo Argentino de Ciencias Naturales  Bernardino Rivadavia (1).

El Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (MACN) es, junto al Museo de La Plata, uno de los dos grandes museos de ciencias naturales de Argentina. Impulsado por Bernardino Rivadavia, secretario del Primer Triunvirato surgido tras la Revolución de 1810, se firmó en 1812 una resolución para adoptar las medidas "...que conduzcan a acelerar el establecimiento del Museo del País, especialmente en todos los ramos de la historia natural" e invitaba a las provincias a reunir materiales para "dar principio al establecimiento en la Capital de un Museo de Historia Natural", lo que se concretó en otra resolución firmada por el entonces ministro Rivadavia en 1823. Anteriormente, en 1814, el presbítero Bartolomé Muñoz hizo una primera donación de objetos e instrumentos con el propósito de "empezar a formar un gabinete".
 

El gabinete de curiosidades de Ulisse Aldrovandi.


Uno de los gabinetes de curiosidades naturales más conocidos es, sin duda, junto al de Ferrante Imperato o el de Francesco Calzolari, el que formó Ulisse Aldrovandi (Ulysses Aldrovandus). Todos ellos formaron sus museos con el propósito común de coleccionar, observar, comparar, investigar y comunicar sus avances, a diferencia de otros gabinetes de curiosidades, los conocidos como studiolos, recintos cerrados al público donde los nobles o príncipes renacentistas de retiraban a reflexionar y contemplar su preciada colección de objetos, adquiridos en su inmensa mayoría.
 

El gabinete Aldrovandi conservado en el Palazzo Poggi  (1).