Sybil Costanzo, taxidermista del Museo de Historia Natural de Washington.

Sybil Costanzo dando los últimos retoques a una cebra (1).


En varias ocasiones he encontrado fotografías en las que ella aparece. Contaba poco más de veinte años cuando comenzó a trabajar en el Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian de Washington a mediados del pasado siglo, donde permaneció ocho años, siendo la única mujer contratada como taxidermista en aquel tiempo. Sybil M. Costanzo (Leonardtown, Maryland, Estados Unidos, 1939), apellido de soltera Greenwell, la novena de doce hermanos, hija de un cultivador de tabaco, se incorporó al museo hacia 1958, ya casada. Siguió el camino de su hermano Francis Frank Mattingly Greenwell (1936-2020) que un año antes había ingresado en el Smithsonian, también como taxidermista, de la mano de William L. Brown para incorporarse al equipo que se disponía a montar el elefante Fénykövi, puesto que mantendría durante 43 años hasta su jubilación, donde llegó incluso a desempeñar el cargo de taxidermista jefe durante algún tiempo. En aquella época el taller de Taxidermia del Museo se reforzó para responder a la carga de trabajo.
 

Otto Ernst Oppermann, médico y disecador. Su manual de Taxidermia.


Otto Ernst Oppermann.
Hijo de un licenciado en cirugía y miembro de una familia que durante generaciones pertenecieron al tradicional gremio de barberos cirujanos, Otto Ernst Oppermann nació el 23 de marzo de 1764 en Bodenfelde an der Weser, Baja Sajonia, Alemania. Estudió medicina en Marburgo y ejerció de cirujano municipal en Karlshafen y Helmarshausen. En 1793 se casó con Martha Gertrud Hornung, con quien tuvo tres hijos. Al año siguiente se doctoró en la Universidad de Marburg donde leyó su tesis De natura criseos morborum. El 14 de marzo de 1794 el duque Pedro I lo nombró médico provincial del palacio de Oldenburgo y tres días después se estableció en Delmenhorst.
 
Convencido de los beneficios que para la salud pública suponía disponer de espacios verdes, en 1796 Oppermann solicitó autorización de la Cámara de Oldenburg para convertir un centenario robledal y hayedo comunal que había sido coto de caza de la nobleza, y que en aquella época servía como pastizal de cerdos, en un bosque donde la ciudadanía pudiera pasear. Con dicho propósito trazó senderos y creó una "arboleda de los dioses", una hilera de diez hayas que bordeaban la Oldenburger Landstrasse, en cuyos troncos esculpió en relieve imágenes de la mitología griega, y en la más grueso el escudo de armas del condado (1). Aquel que desde antiguo se conocía como Tiergarten, se convirtió a partir de 1798 en una atracción dominical muy popular también para los vecinos bremenses y oldenburgueses. Bastantes años más tarde, en 1840, Oppermann creó la Tiergarten-Gesellschaft, entidad sin ánimo de lucro de gestión del parque.
 

"Das Ausstopfen von Tieren" de Maximilian Selmons.


Cubierta de Das Ausstopfen.
En 1907 el botánico Maximilian Selmons publicó Das Ausstopfen von Tieren und die Herstellung von Bälgen (Taxidermie uns Dermoplastik), en español  Disecado de animales y fabricación de pieles (taxidermia y dermoplastia), el primero de dos volúmenes dirigidos a coleccionistas de Historia Natural ávidos de preparar ellos mismos sus objetos. El segundo manual que aparecería cuatros años después se centraría en la conservación de especímenes en líquidos y en la preparación de esqueletos. La primera edición de Das Ausstopfen contiene 71 páginas y 51 ilustraciones, y se reeditaría en 1913 y 1925.

En la introducción de la obra Selmons atribuye a Leopold Philipp Martin la modernización de la Taxidermia mediante la dermoplastia, técnica empleada mayormente en mamíferos de gran tamaño. Y cita a taxidermistas anteriores a Martin como Otto Ernst Oppermann, Johann Friedrich Naumann y Hermann Ploucquet; contemporáneos del silesio como Wilhelm Nikolaus (1) y el austríaco Eduard Hodek; y también a su alumno Friedrich Kerz, y algunos discípulos de  este último como el suizo Ernst Heinrich Zollikofer y el neerlandés Herman Hendrikus ter Meer junior; casi todos preparadores que emplearon y mejoraron la dermoplastia. El autor advierte no obstante que su obra partirá de propuestas de disecado más sencillas.

Las adaptaciones al cine de "The Landlady" de Roald Dahl.


La casera invita a Billy Weaber a un té (1).


The Landlady, en español La patrona, es un relato de terror que Roald Dahl publicó en 1959 en el periódico The New Yorker, y que posteriormente se incluyó en varios volúmenes recopilatorios de historias breves suyas.
 
El argumento es sencillo. El joven Billy Weaver viaja de Londres a Bath para incorporarse a su nuevo empleo. En su búsqueda de alojamiento halla una pensión, observa su interior a través de la ventana y ve a un loro en su jaula y a un perro dormitando en el suelo. Tras pulsar el timbre una señora de unos cuarenta y cinco años le abre de inmediato. Ella es amable y algo rara, y el alojamiento muy barato. Billy decide quedarse, la patrona le muestra la habitación y le pide que a continuación cumpla la formalidad de inscribirse en el libro de visitas. En el cuaderno tan sólo aparecen dos nombres que al joven se le antojan familiares, y ambos están fechados hace más de dos años. La mujer invita a Billy a tomar un té, y este comienza a recordar que uno de los nombres pertenece a un estudiante que desapareció hace algunos años. La patrona le confía a Billy que ambos huéspedes siguen hospedados en su pensión. Billy descubre sorprendido que el loro y el perro están disecados. Ella le confiesa que diseca a sus mascotas cuando estas mueren. El joven comienza a notar cierta amargor en el té y le pregunta a la mujer si ha tenido más huéspedes aparte de los dos que aparecen en el libro. Ella simplente responde: "No, querido. Sólo usted".