El Museo Darder de Banyoles.

Fachada del Museo Darder. En la parte posterior se aprecia la ampliación (1).

Francesc d'Assis Darder Llimona (Barcelona, 1851-1918) cerró en 1915 su Museo Darder, un establecimiento de Veterinaria, Taxidermia y venta, entre otros artículos, de objetos de Historia Natural, emplazado en aquella última etapa en la Gran Vía Diagonal de Barcelona. Todo su contenido, casi 1.600 objetos incluido el mobiliario, lo donó a la ciudad de Banyoles, Girona, que con el legado creó en su honor el Museo Municipal Darder de Historia Natural en un edificio municipal ubicado en el número 2 de la plaza dels Estudis, que antes había albergado un convento, la escuela municipal y correos. Darder, que pasaba estancias en Banyoles, había sido distinguido años antes con el título de hijo adoptivo por su exitosa Fiesta del Pezuna iniciativa cuyo propósito era repoblar el lago. Darder apenas tuvo tiempo de disfrutar de su Museo, fallecería en abril de 1918. 

Las etiquetas comerciales de Francesc Darder. Cronología.

Tucán de pico acanalado (1).
La actividad como taxidermista y comerciante de objetos de Historia Natural de Francesc d'Assis Darder Llimona fue bastante intensa y la compatibilizó tanto con su actividad como veterinario, como con la de promotor zootécnico en campos como la cunicultura, la avicultura o la piscicultura, autor de libros, editor de revistas, conferenciante, embalsamador de cadáveres humanos, director del Parque Zoológico de Barcelona y vendedor de los más variados artículos relacionados con lo anterior como manuales, incubadoras, comederos y bebederos, termómetros y ovóscopos, productos zoosanitarios como insecticidas, ungüentos y alimentos reconstituyentes, modelos anatómicos, coronas fúnebres y material de Taxidermia y Entomología. Cursó Veterinaria en Madrid donde se licenció en 1874. De vuelta a casa trabajó en la consulta veterinaria de su padre Geroni durante un año, se casó, y en 1876 se estableció por su cuenta en la actualmente desaparecida calle de la Cadena de Barcelona.
 

Etiqueta correspondiente al periodo 1878-1882 (1).

Francesc Darder Llimona, veterinario y taxidermista.


Francesc Darder en 1890.
Nieto, hijo, hermano y padre de veterinarios, Francesc d'Assís Darder Llimona nació en Barcelona el 2 de octubre de 1851. Estudió Bachillerato en el Establecimiento Libre de Segunda Enseñanza de la entonces villa de Gracia. Ingresó en la Real Escuela de Veterinaria de Madrid, estudios que compatibilizó con el servicio militar obligatorio. En junio de 1873 obtuvo el título de veterinario de primera clase y finalizó en octubre de 1874 su servicio en el ejército como veterinario del escuadrón de caballería de la Milicia Nacional de Barcelona (1). En Madrid actuaría como representante de la Sociedad Barcelonesa para la Vacunación Animal. Regresa  a Barcelona para trabajar en el negocio familiar, que se encontraba ubicado en la calle Porta Nova número 62. Un año después se casó con Joaquima Rodés Bosch, con quien tendría cuatro hijos.

A finales de junio de 1876 empieza a editar la revista El Zookeryx, una revista ilustrada de periodicidad semanal en principio dedicada al aprovechamiento zootécnico de los animales domésticos y a la caza y pesca (2). La administración de la revista se ubicaba en el segundo piso del número 74 de la calle Sant Pau donde Darder atendía de una a tres del mediodía. En agosto de aquel mismo año la redacción  se trasladaría al número 27 de la actualmente inexistente calle de la Cadena, donde Darder, que en aquel momento desempeñaba el cargo de subdelegado de Sanidad Veterinaria de Barcelona, acababa de inaugurar su primer negocio propio con el pomposo nombre de Gran Establecimiento de Veterinaria. La sede de la administración de la revista iría cambiando, en febrero de 1877 regresaría a la calle Sant Pau número 74, segundo; a mediados de 1877 se mudaría enfrente, a un tercer piso del número 75; y a mediados de 1878 a la calle Mendizábal, actual Junta de Comerç, número 20, segundo. A partir de octubre de 1878 y hasta 1880, fecha en que apareció el último número, El Zookeryx pasó a llamarse Revista Universal Ilustrada.

Retrato de estudio de niña con cordero disecado.


Una niña de pie, con coletas, vistiendo abrigo largo, con el cuello envuelto y calzada con botas, posa en el estudio de un fotógrafo ante un fondo pintado algo suntuoso -una chimenea y un arrimadero de estilo neoclásico-, junto a un cordero disecado y una mesilla de té sobre la que hay una jaula sin pájaros. Llama la atención que ni siquiera se halla desabrigado para la foto. La cartulina mide poco más de 6x10 cm. y la imagen ovalada 5x7 cm. No hay más. Desconozco la procedencia, aunque presumo que quizá sea de finales del siglo XIX, y posiblemente española.

Los animales disecados estuvieron muy presentes en los estudios de los retratistas desde mediados del siglo XIX hasta las primeras décadas del siglo XX. En ese periodo coinciden el inicio y desarrollo de la técnica fotográfica con un auge de la Taxidermia. Es muy frecuente encontrar retratos y tarjetas postales de esa época de contenido erótico con modelos desnudas o semidesnudas posando junto a tigres o  leones disecados, o sobre alfombras de oso o leopardo; de temática amorosa, de modelos sosteniendo palomas blancas disecadas; o las más candorosas de niños posando junto a pajarillos o, como en el ejemplo de hoy, junto a un cordero, símbolo de inocencia o pureza. No son pocos los animales que tienen su correspondiente representación simbólica.