"La gaviota" -disecada- de Antón Chéjov.

Gaviota argéntea joven disecada (1).
Se trata de una de la grandes obras teatrales del autor ruso Antón Chéjov. La Gaviota (1895) es un drama coral ambientado en la campiña rusa en el que los infelices personajes principales, la ingenua Nina, joven actriz hija de un terrateniente, la mediocre y veterana actriz Irina Arkádina, su hijo Konstantín Tréplev, aspirante a escritor, y Trigorin, escritor famoso y pareja de Irina, muestran su complejidad, su frustación y amargura, su fracaso, sus desvanecidos sueños, su conflicto entre lo romántico y lo artístico.
 
La gaviota que da título sobrevuela toda la obra, primero muerta, más tarde en sentido figurado, y finalmente disecada. Aparece por vez primera en la segunda escena del segundo acto (2):
 

El Museo de Historia Natural de Leiden. Centro de Biodiversidad Naturalis.

A iniciativa de Coenraad Jacob Temminck el 9 de agosto de 1820 se decretó la creación en Leiden, Países Bajos, del Rijksmuseum van Natuurlijke Historie, el Museo Real de Historia Natural, fruto de la fusión de tres colecciones, la de la Universidad de Leiden, la del Gabinete de Historia Natural del país, y la del propio naturalista, una rica colección de aves disecadas parte de ella heredada de su padre. La colección resultante convirtió al nuevo museo, ubicado en Papengracht, en uno de los referentes mundiales de la época, posición de relevancia que mantendría algunas décadas. Temminck fue nombrado director siéndole asignado un sueldo anual de 2.000 florines. Uno de los primeros taxidermistas que se incorporó en 1821, en calidad de aprendiz sin sueldo, fue Jacobus Thomas ter Meer, el tercero de la popular saga de Leiden, que a partir de 1866 y hasta su muerte ocuparía el puesto de taxidermista jefe. Otro disecador, el ornitólogo Hermann Schlegel, ingresó en el Museo en 1825, tres años después se convertiría en conservador de vertebrados, y en 1858 sucedería a Temminck en el puesto de director.

 
Exterior del Naturalis Biodiversity Center (1).

La hidra de Lerna de Hamburgo.

Tras su expedición a Laponia, el célebre naturalista Carl von Linné se trasladaría en 1735 a los Países Bajos para hacer su doctorado. En aquella época los estudiantes suecos solían viajar a Holanda para estudiar Historia Natural o doctorarse. Linné además aceptó la oferta del padre del estudiante Claes Sohlberg para que este lo acompañara a Holanda y recibiera además clases suyas a cambio de un sueldo. De camino a la Universidad de Harderwijk, Linné y Sohlberg hicieron parada en Hamburgo. El alcalde de la ciudad les mostró una de las maravillas que guardaba su museo. Se trataba de una Hidra de Lerna de siete cabezas disecada.
 
 
Grabado de la Hidra de Lerna de Hamburgo en el Tesauro de Albertus Seba.

El método de preparación de pieles de peces de Gronovius.

El médico y botánico Jan Frederik Gronovius (1670-1762) de Leiden, poseedor de una excelente colección de Historia Natural, en una carta dirigida a su colega botánico londinense Peter Collinson describió a este su método para secar las pieles de los peces, lo que le permitía conservarlas a modo de herbario. Collinson leería aquella carta en la sesión de la Royal Society celebrada el 4 de marzo de 1742 y poco después aparecería publicada en Philosophical Transactions con el título A Method of preparing Specimens of Fish, by drying their Skins, as practiced by John Frof. Gronovius, M. D. al Leyden. La traducción del texto es la siguiente:

El tratado de preparación de Louis Edgar Andés.


"Taller de un disecador". Grabado del libro.


Cubierta del libro.

El publicista austríaco Louis Edgar Andés (1848-1925), compilador de libros acerca de las más diversas materias, publicó en 1894 Das Conserviren von Thierbälgen (Ausstopfen von Thieren aller Art), von Pflanzen, und allen Natur- und Kunstproducten, en español Conservación de las pieles de animales (Disecado de todo tipo de animales), de plantas, y de todas las producciones naturales o artificiales, un volumen de 300 páginas ilustrado con 44 grabados. Andés escribe su manual partiendo de dos obras de Philipp Leopold Martin, Taxidermie (1869) y Dermoplastik und Museologie (1870). Martin, taxidermista que trabajó en el Museo Zoológico de Berlín, está considerado como el iniciador de la dermoplastia moderna. Así pues, tanto las fórmulas como las técnicas que contiene este tratado, son las que ya expuso Martin.