"Le Taxidermiste", un cómic dibujado por Altimiras.

Viñeta  de  Le Taxidermiste.

La historia de este cómic es algo curiosa. Está basado en la novela negra Le Taxidermiste escrita por François Darnaudet y Thierry Daurel y que publicó la editorial Corps 9 en el año 1985. Tuvo mejor acogida por los críticos que por el público. En diciembre de 1999, Isabelle Aubert-Baudron, escritora y responsable de Interzone Éditions recibió la propuesta de José Altimiras y François Darnaudet de publicar el álbum. Medio año más tarde, en junio de 2000, Interzone hizo una tirada 25 ejemplares en papel bristol, con unas cuantas páginas fotocopiadas y el resto impresas. El coste, de unos 80 francos el ejemplar, hacía inviable la empresa. Además, se añadió otro contratiempo. Un fallo en el disco duro del ordenador provocó que se borraran los dibujos escaneados del tebeo. En palabras de la editora, "ahí nos habríamos quedado". Afortunadamente, un amigo librero de París, que había recibido un ejemplar, lo dio a conocer al editor de un catálogo anual de cómics francófonos, que lo incluyó ese mismo año 2000, hecho que provocó que Le Taxidermiste se mantuviera vivo. Isabelle Aubert-Baudron, con la ayuda de Ken Gage, lo tradujo al inglés.

"Knut", el popular oso polar del Zoo de Berlín.

Knut en su pedestal (1).
Entre el 16 de febrero y el 5 de mayo de 2013 Knut, el popular oso del Jardín Zoológico de Berlín, se expuso en el vestíbulo del Museo de Historia Natural de Berlín. Durante esos tres meses fueron más de 150.000 los visitantes que acudieron al museo para volver a verlo, en esta ocasión preparado por los taxidermistas Robert Stein y Detlef Matzke.  Esa breve exposición de apenas tres meses se debió a las obras de rehabilitación que desde hace años se llevan a cabo en el edificio. Está previsto que, una vez acabada la sala que lo albergará, vuelva a ser expuesto en el museo berlinés a partir de 2014. 

Para su preparación se usaron las técnicas dermoplásticas. Partiendo de fotografías y vídeos, primero se modeló en plastilina, aprovechando los huesos, para luego hacer un vaciado en yeso de la escultura y más tarde rellenar el molde con espuma de poliuretano. El trabajo contó con la dificultad añadida de que el animal murió durante la época de cambio de pelo y su piel era muy fina.

Knut en el Museo de Historia Natural de Berlín (1).

El Rinoceronte de Luis XV.


El Rinoceronte de Luis XV en el MNHN de París  (1).
Jean-Baptiste Chevalier de Conan, el entonces gobernador francés del territorio indio de Chandernagore, cercano a Calcuta, compró en 1769 un rinoceronte y se lo ofreció a Luis XV, que aceptó el regalo. El destino sería la Menagérie Royal de Versailles. Se cree que el animal fue capturado en el norte de Bengala. En efecto, el temible animal embarcó el 22 de diciembre en el puerto de Ingeli (India) y viajó a bordo del Duc de Praslin, un barco mercante perteneciente a la Compañía de las Indias Orientales capitaneado por François de Magny, con destino al puerto francés de Lorient. El barco hizo escala en Isla Mauricio, en la isla de Reunión y en Santa Elena, donde sus habitantes pudieron subir al barco y contemplar el animal. El aventurero, botánico y escritor Jacques-Henri Bernardin de Saint-Pierre, uno de los visitantes del barco en su escala de Isla Mauricio, describió al animal como "fuerte y desagradable". También escribió que el animal embestía contra todo aquel que se le acercase, excepto con una cabritilla que comía heno entre sus patas. El barco arribó a Lorient el 4 de junio de 1770, pero el rinoceronte fue encerrado en los establos del muelle donde tuvo que esperar dos meses y medio hasta que se acabara de construir la carreta especial que se utilizaría para su transporte hasta el zoológico particular del rey Luis XV, en Versailles. El rinoceronte, encerrado en el muelle de Lorient quedó a cargo de dos carniceros, Jean Goulet y Benoist Baudet. Se valoró la posibilidad de transportar el animal en un carguero por río, vía Rouen y París, pero se desestimó la idea. El 24 de agosto partió la expedición, formada por el carro con el animal y las tres personas que lo custodiaban, que llevaban consigo seis botes de aceite de pescado para ir frotando la piel del rinoceronte durante el trayecto. El viaje se hizo vía Laval y Alençon y, tras superar diversos imprevistos durante el camino, el animal llegó finalmente a Versailles el 11 de septiembre de 1770. La Corte al completo acudió a recibirlo. Los gastos del traslado ascendieron a 5.388 libras.

Philipp Leopold Martin, iniciador de la dermoplastia moderna en Alemania.


Philipp Leopold Martin.
Philipp Leopold Martin nació el 5 de noviembre de 1815 en Gnadenberg (Baja Silesia, Polonia), entonces de Alemania, en una colonia de misioneros de la Iglesia de Moravia, perseguida por los católicos, que le influiría en su pasión por la naturaleza y por los viajes. Hijo de pastelero, fue autodidacta en el campo de la Taxidermia, en la que más tarde destacaría como escultor y modelador de la figura animal. Visitante asiduo de la colección de Historia Natural de la cercana población de Niesky, se inició con el libro Taxidermie de Johann Friedrich Naumann. Martin estableció su taller privado en la cercana ciudad de Boleslawiec. Se casó en 1840 con Ida Grubert. Gracias a la recomendación de Martin Heinrich Lichtenstein, jefe del Museo Zoológico de Berlín, y del naturalista y explorador Alexander von Humboldt, en 1848 es aceptado en la expedición a Venezuela que dirigía Carl Ferdinand Appun. Lo acompaña su esposa, que fallece durante el viaje, en otoño de 1849, tras lo cual Martin regresa a Alemania, enfermo y sin dinero. No tuvo hijos de ese primer matrimonio. En 1850 sigue con su taller privado en Halle y al año siguiente se establece en Halberstdt, ambas en Sajonia-Anhalt. Durante 1851 acompaña al conde Casimir von Wodzicki en un viaje de caza por Galitzia y el este de Europa. En 1852, ya con 37 años, gracias a su relación con Lichtenstein, empieza a trabajar como preparador en el Museo Zoológico de Berlín, donde permaneció hasta 1858. Sus asiduas visitas previas al recién creado zoo de Berlín le facilitaron a Martin el conocimiento de la anatomía y los movimientos de los animales, que estudió, dibujó y también preparó, como hizo, por ejemplo, con algunos mamíferos marinos. Esa experiencia adquirida, además de la amistad con el director del zoo, le avaló a la hora de ingresar en el museo, y le valdría para escribir sus futuros tratados. En el Museo de Berlín todavía se conservan alguno de sus trabajos, como un ejemplar de Crax grabulosa datado en 1855.