Folleto divulgativo sobre Taxidermia del Ministerio de Agricultura español.


Primera página del folleto.
   "Estas Hojas se remiten gratis a quien las pida a la Sección de Publicaciones, Prensa y Propaganda, del Ministerio de Agricultura."

Efectivamente, Taxidermia. Preparación y conservación de animales (1947) se trataba de un sencillo pliego de dieciséis páginas sueltas, promocionado por el Gobierno, que era para quien lo solicitaba un primer y muy elemental acercamiento al disecado de animales. La colección de Hojas Divulgadoras, a las que pertenecían estas, suponían un intento de modernización de la agricultura y la ganadería en un país donde el sector primario era el mayoritario. El autor del texto era un joven veterinario que ejercería en Las Palmas de Gran Canaria, Sebastián Hernández Hernández (?-2012), que con el tiempo llegó a ejercer como Inspector Jefe Veterinario de la isla, y cofundó y presidió el colegio de veterinarios provincial. Desconozco qué relación llegó a tener Hernández con la Taxidermia, si en algún momento la tuvo. Las ilustraciones, seis dibujos de trazos muy elementales, debemos sospechar que son del propio responsable del texto.

En cuanto al contenido, Hernández tan sólo cita por sus apellidos a un par de autores -no a sus obras-, el andorrano-barcelonés Pau Xavier d'Areny-Plandolit y el francés Pierre Boitard, responsables de sendos manuales que tuvieron buena acogida décadas antes. Suponemos pues que al menos debió basarse parcialmente en ellos para redactar su folleto. En el párrafo introductorio acertadamente establece el inicio de la Taxidermia a partir del siglo XVIII, se refiere a la momificación egipcia como un primer intento de conservar indefinidamente los animales muertos, y también a la escultórica y más museística y moderna técnica dermoplástica, que el autor diferencia de la Taxidermia, esta última una técnica "más sencilla, que no necesita de conocimientos especiales, y accesible a todo aquel que ponga voluntad y empeño", afirma. Hernández prosigue sobre a quién podría interesar esta habilidad y a qué fines estaría destinada.

Tras relacionar las cuatro herramientas básicas que se precisan, detalla la fórmula de dos pastas preservativas, el jabón arsenical (200 gramos de jabón blanco, 200 de arsénico en polvo, 125 de cal (1) en polvo y 75 gramos de alcanfor (2) pulverizado), y el jabón arsenical de Bécoeur (500 gramos de arsénico blanco pulverizado, 500 de jabón blanco, 188 de sal tártara (3), 125 gramos de cal en polvo, y 75 de alcanfor), más empleado en museos y, dice, comparado con el anterior, con propiedades curtientes. Como simple conservante en polvo Hernández cita el nocivo arsénico, o bien la mezcla a tercios de arsénico, sal y alumbre (4); y en líquido y para pequeños mamíferos el alcohol, si bien para las pieles de los de mayor tamaño propone más adelante el baño curtiente compuesto por 1 kilo de alumbre, 600 gramos de sal y 10 litros de agua. Y como material de relleno la estopa embreada (5), y el heno o la paja para los de gran talla.



El desollado de los ejemplares, aves o mamíferos, no difiere del habitual. En su esquemática descripción el veterinario no puede evitar fragmentos como el siguiente, referido a los pájaros, llamativo por tratarse de un cuadernillo divulgativo:
   "Separada la mayor parte de la piel, se procede a la desarticulación y separación de los puntos de la piel con el cuerpo, por este órden:
   Desarticulaciones fémoro-tibio-rotulianas.
   El recto, en las inmediaciones del esfínter anal.
   Desarticulación de las vértebras caudales en la articulación sacro-coxígea. Se respeta la última coxígea, por ser punto de inserción de las plumas timoneras de la cola.
   Desarticulación húmero-radio-cubital (articulación del codo)."

En cuanto al alambrado y relleno de aves y mamíferos nos traslada al siglo anterior, un alambre central de cabeza a cola y los de las extremidades unidos retorcidos al anterior, y la piel simplemente henchida "evitando que los alambres no contacten con la piel". Del texto se desprende que con los mamíferos de tamaño grande se procede igual. Y un despropósito en el último párrafo dedicado a estos últimos, que nos traslada en este caso al siglo XVIII:
   "Los labios superiores se cosen a los inferiores, si queremos la boca cerrada; si abierta, una vez seca se aplica cera amarilla, la que se pinta al óleo, barnizándose más tarde los párpados, hocico, labios y uñas."

Con relación a los peces, incisión lateral o abdominal, dependiendo del tipo de montaje; armazón de alambre según un esquema, enchido de estopa, suturado, secado, colocación de los ojos "de cera o plastilina" y barnizado. Los de pequeño tamaño sumergidos en alcohol. Y en este punto Hernández se sincera:
   "Estos son a grandes rasgos, los métodos y procedimientos para la preparación y montaje de aves, mamíferos y peces. Para trabajos y detalles especiales, innecesarios en animales de talla corriente, remito al lector a tratados y obras maestras."



Cuyos títulos no facilita. Prosigue Hernández su breve manual aconsejando acerca de la preparación y montaje de esqueletos. Prefiere la maceración a la más invasiva ebullición; como mejor método de blanqueamiento "a sol y sereno, durante otros dos meses", superior al empleo de las "lejías alcalinas (...) que atacan y destruyen el tejido óseo"; y se refiere a los montajes articulados de forma natural o artificialmente, empleando estos alambres y tornillos. Los dos últimos capítulos -una página cada uno- están dedicados a la conservación de insectos -secos- y "helmintos, reptiles, batracios, arácnidos, etc." -en alcohol o en una mezcla compuesta por formol, sal y agua-; y de tejidos y órganos, estos mediante la sucesión siguiente: lavado, baño de fijación, lavado, inmersión en alcohol y finalmen su inmersión definitiva en una mezcla compuesta por acetato sódico, glicerina neutra y agua destilada.

En su página web, el Ministerio de Agricultura dedica un espacio a estas Hojas Divulgadoras, que se publicaron entre 1907 y 2006 como respuesta a "la necesidad de hacer llegar a los agricultores de forma sencilla y práctica la información sobre las tecnologías que debían aplicar a sus cultivos y a la cría y cuidado de sus ganados. (...) Cientos de profesionales se esforzaron para poner al alcance de los agricultores y ganaderos españoles sus conocimientos". La misma página nos ofrece el acceso a la colección completa de estos folletos en formato pdf, entre los cuales está el de nuestro interés y que enlazo más abajo. Por cierto, nuestro autor, había publicado con anterioridad un par de pliegos en la misma serie, Grasa de lana (1945) y La platanera en la alimentación del ganado (1946). La Hoja Divulgadora dedicada a Taxidermia debemos entenderla pues como una anécdota de la colección. La verdadera popularización de este arte en España llegaría no obstante con la aparición y comercialización de un curso de aprendizaje por correspondencia, justo a partir de aquel mismo 1947,


Notas.-
(1) Óxido de calcio.
(2) Sustancia química con propiedades antisépticas que se obtiene del originalmente se obtenía del árbol alcanforero (Cinnamomum camphora).
(3) Carbonato potásico.
(4) Sulfato de aluminio y potasio.
(5) Estopa empapada en brea.