Otras momificaciones naturales y artificiales.


En artículos anteriores me referí a las momificaciones más conocidas, las egipcias, tanto de personas como de animales. También escribí sobre las momias de Chinchorro, las más antiguas y taxidérmicas, datadas en más de 7.000 años. Ambos tipos de momificación son artificiales, es decir, intervino el ser humano en el proceso de conservación. En el presente artículo conoceremos otras formas de momificación, tanto naturales como artificiales, y además lo haremos cronológicamente. Las momias naturales se han conservado al enterrar los cadáveres en suelos porosos y secos, como sucede en el caso de las momias blancas del Sáhara; o bien a causa de un ambiente frío y seco, como sucedió en los Andes; o debido a la composición mineral del suelo, formado por tierras salinas, o con alumbre o nitratos; o a causa de una erupción, como la del año 79 en Pompeya, Italia, donde una capa de lapilli momificó no sólo a sus habitantes, sino a la ciudad entera.

Mundialmente conocido como Iceman, el hombre de hielo es una momia natural, seca por congelación, encontrada en 1991 en los Alpes, en la frontera entre Austria y Alemania, a 3.155 metros de altitud, y datada en unos 5.000 años. Recibió el nombre de Ötzi. Se trata de un cazador que vestía pieles de animales, que vivió en la Edad de Cobre y que murió por causas desconocidas. Los rayos X revelaron que tenía los huesos de un brazo fracturados. Está considerada como una de las momias más antiguas y mejor conservadas. A modo de ejemplo, la momia de Tutankamon es unos 1.000 años posterior. Un artículo aparecido en junio de 1993 en National Geographic criticó el procedimiento de rescate, realizado con demasiada rapidez y de una forma más que discutible, rompiendo el hielo con palos de esquí, lo que a su vez provocó la rotura de parte de la piel. El primer arqueólogo que examinó la momia lo hizo cinco días más tarde, tras haberla sometido a flashes fotográficos, etc. El maltrato de los hallazgos arqueológicos es una constante. Tutankamon sufrió hasta amputaciones tras ser descubierta.
 

Ötzi, momia datada en unos 5.000 años (1).

En 1993 se encontró en la meseta Ukok, al sur de Siberia, la momia de una mujer perteneciente a la cultura del antiguo pueblo Payzuk, y de una antigüedad estimada de 2.400 años. Los escitios y los Payzuk momificaban a menudo a sus muertos. El cuerpo era eviscerado, el cráneo abierto y vaciado y los músculos rasgados. Los restos se embalsamaban con una mezcla de hierbas y lana, y el cuerpo se volvía a coser. En China también se encontró el cuerpo momificado de la esposa del gobernador de Dai, conocida como Lady Dai, de la dinastía de los Hai occidentales, del siglo II. Junto a ella también se encontraron las momias de su esposo y de su hijo. Todas ellas son momias artificiales.

En una explotación minera de Irán cercana a la ciudad de Zanjan se encontraron varias momias pertenecientes a trabajadores que perecieron accidentalmente mientras trabajaban. Las más antiguas son del siglo III. En zonas pantanosas del norte de Europa (Irlanda, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Países Bajos y norte de Alemania) se han encontrado cuerpos momificados -momias naturales- datados en la Edad de Hierro - del 400 a.C. al 400 d.C.-. En El Brujo, Perú, se halló una momia natural tatuada perteneciente a la cultura Moche -del 400 al 450 d.C.- datada en unos 1.600 años. En Cerrillos, también en Perú, se descubrió una momia natural perteneciente al período Nasca y datada en unos 1.300 años. La momia, de sexo femenino, quizás una chamán, aparece recubierta con una manta adornada con unas 15.000 plumas de colores. 

En Chapapoyas se encontraron momias preincaicas pertenecientes al conocido como Pueblo de las Nubes o cultura Chapapoya -800 a 600 años-. Los incas  acabaron con los Chapapoya hacia 1470. En algunos casos las momias se encontraban en sarcófagos, en cuevas excavadas en acantilados de considerable altura y bastante inaccesibles. En esas excavaciones se halló un gato momificado con el hocico atravesado por un hueso lo que demostraría la ferocidad de los guerreros Chapapoya. Aún así, sucumbieron a la cultura Inca. 

Se han descubierto momias naturales en el Aconcagua (Argentina) y El Toro (Chile-Argentina), pertenecientes al periodo incaico precolombino. Los cuerpos presentan golpes en la cabeza, señal de víctimas de sacrificios rituales, bien conservadas por el hielo y el aire seco, en lugares próximos a las cimas de las montañas. Juanita fue el nombre con el que fue bautizada una momia inca precolombina que apareció en 1995 en la cumbre del Nevado Ampato (6.310 metros de altitud, Perú) y datada en 500 años. Se trata de una momificación natural –conserva sus entrañas y órganos- causada por el hielo. Se trata de la primera momia inca –helada- de sexo femenino, tras las encontradas en Cerro El Plomo (Chile), Cerro Aconcagua (Argentina) y Cerro El Toro (entre Chile y Argentina). Para los incas, Ampato era un lugar sagrado. A 5.850 metros de altitud se encontraron restos de dos niños y de dos cementerios incas. Aparentemente en el cuerpo de Juanita no se apreciaban las señales de muerte violenta que presentaban otros cuerpos que se ofrecían como ofrenda a los dioses, pero en un escaneado posterior sí se descubrió una fractura en el cráneo. En agosto de 1966 se descubrieron en la cumbre del Pichu Pichu, a una cota de 5.669 metros, varias momias naturales. La de una mujer de unos quince años de edad con el cráneo fracturado, a la que se llamó Sarita. Poco más tarde se encontró la momia perteneciente a un niño. Ambas también están consideradas como sacrificios ofrecidos a los dioses por los incas.
 

Réplica de la momia de Cerro El Plomo, Chile  (2).

 
En la cima del Cerro Llullaillaco, en el norte de Chile, una montaña que acanza los 6.739 metros, se encontraron tres momias naturales. Los cuerpos se corresponden asimismo a sacrificios de la cultura Inca precolombina -unos 500 años- y pertenecen a niños que estaban vivamente vestidos. Uno de ellos, de unos ocho años, está en posición fetal. Dos momias son de sexo femenino. Los arqueólogos encontraron señales de saqueo. Cazadores de tesoros provistos de dinamita se adelantaron a la expedición.

En 1972 se descubrieron en Qilakitsoq, un asentamiento inuit de Groenlandia ocho momias naturales bastante bien conservadas y datadas en unos 500 años. Kwäday Dän Ts'ìnchi es el nombre de la momia más antigua de Norteamérica. Apareció en Canadá, en un glaciar del Parque Tatshenshini-Alsek, en la Columbia Británica, y se dató en unos 550 años.

La excavación de Puruchuco-Huaquerones, un poblado prehispánico (1438-1532) muy cercano a Lima, dejó al descubierto uno de los mayores cementerios incas. Las momias que se hallaron eran naturales. Los guanches, pobladores de las islas Canarias exterminados tras la conquista española del siglo XV, también embalsamaban a sus muertos y los envolvían en pieles de cabra y oveja. Las momias guanches, algunas datadas en el siglo III, se han conservado en buen estado. También practicaron el embalsamamiento algunos pueblos aborígenes del Pacífico, como se ha comprobado en Nueva Zelanda, Tahití o Hawai. En Japón, los monjes Sokushinbutsu intentaron automomificarse en el siglo XV, provocándose la muerte lentamente. En Italia son conocidas las momias que se encuentran en el monasterio de los Capuchinos de Palermo, unas momias artificiales que datan desde el siglo XVI hasta el siglo XX. En la cripta de los Capuchinos de Brno (República Checa) también se conservan treinta momias, la más antigua del siglo XVII. Aparte de las de Palermo, las momias más recientes son las de Guanajuato (México). Un brote de cólera en el año 1833 provocó una gran mortandad entre la población. Los cadáveres, que se enterraron de forma masiva, se conservaron de forma natural. En la actualidad más de cien momias son la principal atracción del museo local.

Notas:
(1) Fotografía propiedad del Museo Arquelógico del Sur del Tirol, donde se expone Ötzi.
(2) Réplica expuesta en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Santiago de Chile. Fotografía de Jason Quinn.


© All rights reserved. ® Reservados todos los derechos.
Taxidermidades, 2013.


Bibliografía: 
Guillermo A. Cock Inca Rescue , en National Geographic, vol. 201, nº 5, Washington, mayo 2002. 
Karen E. Lange Tales from the Bog , en National Geographic, vol. 212, nº 3, Washington, septiembre 2007. 
Karen E. Lange Winged Mummy of Peru , en National Geographic, vol. 204, nº 3, Mashington, septiembre 2003. 
Peter Lerche Lost Tombs in Peru , en National Geographic, vol. 198, nº 3, Washington, septiembre 2000. 
Natalia Polosmak A mummy unearthed from the Pastures of Heaven , en National Geographic , vol. 186, nº 4, Washington, octubre 1994. 
Johan Reinhard Sacred Peaks of the Andes , en National Geographic, vol. 181, nº 3, Washington, marzo 1992. 
Johan Reinhard Peru's Ice Maidens , en National Geographic, vol. 189, nº 6, Washington, junio 1996. 
Johan Reinhard Sharp Eyes os Science probe the Mummies of Peru , en National Geographic, vol. 191, nº 1, Washington, enero 1997. 
Johan Reinhard New Inca Mummies , en National Geographic, vol. 194, nº 1, Washington, julio 1998. 
Johan Reinhard Frozen in Time , en National Geographic, vol. 196, nº 5, Washington, noviembre 1999. 
David Roberts The Iceman , en National Geographic, vol. 183, nº 6, Washington, junio 1993. 
A. R. Williams Mystery of the Tattooed Mummy , en National Geographic, vol. 209, nº 6, Washington, junio 2006.

Recursos:
Artículo Las momias de Chinchorro. Taxidermia primigenia en Taxidermidades.
Artículo La momificación egipcia. Técnica y materiales. Primera parte en Taxidermidades.
Artículo La momificación egipcia. Momias de animales. Segunda parte en Taxidermidades.