Imágenes inéditas del interior del Museo Areny de Ordino, Andorra.

Hace algunos días el Arxiu Nacional d'Andorra publicó en la sección La peça del mes (abril de 2018) de su página web tres fotografías inéditas del Museo Areny de Ciencias Naturales de Ordino (ca. 1935-1948), Andorra, el primer museo que abrió en el principado, fundado por el médico y taxidermista residente en Barcelona Pau Xavier d'Areny-Plandolit Plandolit (Toulouse, Francia, 1876-Barcelona, 1936), hijo de una familia andorrana burguesa ennoblecida y terrateniente venida a menos. Posiblemente se trate, no puedo asegurarlo, de las primeras fotografías de su interior, unas imágenes atribuidas a su hijo Ramon d'Areny-Plandolit Gassó. Varios miembros de la familia fueron aficionados a la fotografía.

Vista general incompleta de la planta baja (1).


Esas tres instantáneas del Museo Areny las acompañaba el Archivo Nacional de Andorra de otras dos más, igualmente no publicadas, aunque que en este caso fueron tomadas por Ramon d'Areny-Plandolit en el interior del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid a mediados de los años veinte del pasado siglo. A estas últimas dedicaré entrega aparte.

En el artículo biográfico que consagré a Pau Xavier D'Areny-Plandolit hace poco más de un año describía, de acuerdo con la información de que disponíamos, tanto el edificio del Museo de Ordino, que se comenzó a construir hacia 1930, como su contenido:
   "El Museo, cuyo exterior medía 41 metros de largo y 12 de ancho, tenía dos plantas. En la planta baja se podían admirar en una gran salón, además del joven elefante indio y una jirafa, tres dioramas, dos de una superficie de doce metros cuadrados y el tercero de unos veinte metros, que contenían una boa, tres pitones, un cocodrilo y cuatro primates el primero; tres cocodrilos y una iguana el segundo; y ocho tortugas y catorce aves marinas el último. La parte central de la sala la ocupaba un roquedal con nueve rebecos. Aquella estancia acogía también numerosas vitrinas con grupos de animales y cabezas disecadas colgadas de las paredes. En otra sala algo más pequeña en esa misma planta baja se podía disfrutar de otro diorama construido sobre el suelo cubierto de arena y hierba, que llamaba la atención por el gran número de aves zancudas que contenía, veinticinco flamencos, veinte cigüeñas, once grullas, nueve garzas imperiales y siete garzas reales, setenta y dos ejemplares en total. En la planta superior Areny-Plandolit construyó una segunda réplica de roquedal con nada menos que un grupo de veintidós buitres en diferentes posiciones. También se ubicaba una sección didáctica de flora y fauna para escolares, las colecciones botánica y entomológica, una sección de anatomía y fisiología con tres esqueletos humanos auténticos y modelos anatómicos en yeso, y un laboratorio."

Vista parcial de la planta baja (1).

Algunas de las piezas mencionadas pueden distinguirse en las tres imágenes, correspondientes todas ellas a la planta baja. En la primera de ellas, la que encabeza este texto, tomada desde la escalera que conducía al segundo piso, en primer plamo a la izquierda aparece la jirafa, y a la derecha suspendido de una primera columna un caimán. Cabezas de varios tiburones, entre ellos una tintorera y un pez martillo, y también de un  pez espada. Bajo esas cabezas, varias especies de crustáceos y al pie de cada columna un pequeño diorama con aves. Detrás de la jirafa se distinguen un águila con las alas extendidas y un buitre, ambos sobre vitrinas que contienen un buen número de aves montadas individualmente. Más allá dos tiburones igualmente encima de los armarios, y en la pared del fondo dos crustáceos y un par de tortugas marinas. A la derecha del caimán se entrevé el roquedal de rebecos en el que se cuentan tres ejemplares.

En la segunda fotografía, más luminosa, nos acercamos a esa pared del fondo en la que hay un sencillo armario  con las puertas de vidrio que contiene sobre todo monos aunque también una oca. Sobre él dos peces luna y fijado a  la pared  además un tiburón disecado entero. Sobre la puerta de la izquierda dos cangrejos y, medio ocultas por una columna, las tortugas de la instantánea anterior. Delante de la vitrina, sobre una mesa, un diorama recrea sin mucha fortuna el acecho de un zorro a una gallina que lo ignora. A la derecha, en primer plano, un visitante observa una de las grandes serpientes sobre una peana de cartón piedra. Las dos puertas que se ven posiblemente dieran acceso a la recepción donde se encontraba la puerta principal del edificio, en la fachada sur.

Un visitante observa un avestruz (1).
La última imagen se tomó asimismo en la supuesta parte este de esa misma sala y el fotógrafo se ubicó bajo esa puerta coronada por los dos cangrejos y mirando hacia el nordeste. Vemos lo que había a ras de suelo en la primera instantánea entre el último aparador, sobre el que hay una tintorera disecada entera, y la pared donde pendían las dos tortugas. Los protagonistas de las fotografías son el visitante desconocido, que sostiene una cámara en su mano izquierda y va vestido más como un turista que como un lugareño, y el avestruz. Detrás una ellos una vitrina con un diorama de aves, posiblemente patos, y sobre ella un pavo real con la cola abierta aunque incompleta. Es una lástima que no haya más imágenes del Museo, tanto de otras partes de esa sala, como de la planta superior.

Pau Xavier d'Areny-Plandolit falleció en 1936 y  fue su hijo Xavier d'Areny-Plandolit Gassó quien se hizo cargo del Museo, una institución que al poco de nacer ya tuvo que enfrentarse a las dificultades económicas derivadas de la Guerra Civil en la vecina España y de la Guerra Mundial, y que finalmente obligó a la viuda de Pau Xavier d'Areny a deshacerse de la colección, que acabó vendiendo a finales de 1948 al Ayuntamiento de Barcelona, que la destinaría a engrosar su Museo de Zoología. En total más de 1.700 ejemplares de animales (107 mamíferos, 488 aves, 200 peces, 91 reptiles...), que adquirió por un importe de 200.000 pesetas. En la actualidad el edificio que mandó construir Areny-Plandolit acoge el Auditorio Nacional de Andorra.


Créditos y agradecimientos.-
(1) Fondo ACAP/Arxiu Nacional d'Andorra. Mi agradecimiento a Susanna Vela Palomares por su colaboración.


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Taxidermidades, 2018.


Bibliografía:
Andrés Luengo  El museo de l'elefant per dintre , en Bon Dia, Andorra la Vella, 4 de abril de 2018. (Además en línea en https://www.bondia.ad/cultura/el-museu-de-lelefant-dintre.)

Recursos: 
Artículo Pau Xavier d'Areny-Plandolit, fundador del primer museo de Andorra en Taxidermidades. 
Artículo  Los Manuales de Taxidermia de Pau Xavier d'Areny-Plandolit en Taxidermidades.
Sección La peça del mes del Arxiu Nacional d'Andorra.