Los dioramas del profesor pisano Paolo Savi.


Jabalí atacado por dos perros de caza, diorama de Savi de 1825 (1).

Su padre llegó a afirmar que "El Museo es una ocupación contínua para él. Apenas ha terminado un trabajo que ya empieza otro". En sus cinco primeros años como director del Museo de Historia Natural de la Universidad de Pisa (2), Italia, entre 1823 y 1828, Paolo Savi montó 170 mamíferos, entre los que destacan un oso, una cebra, un mono aullador, un ornitorrinco, un castor, una hiena, un reno y una ardilla voladora; 1.274 aves, entre los que había un avestruz, un albatros, un flamenco, varios tucanes y faisanes y numerosos colibríes; 175 peces; 177 reptiles; o 3.150 insectos, entre otras preparaciones. Y lo hizo solo. Más adelante formaría a algunos de sus alumnos que le ayudarían en un empeño que supondría la mayor etapa de crecimiento de dicha institución.
   "Se acostumbra en el Museo Pisano a agrupar los animales para representar algunas de sus costumbres más características. Ello se consigue precisamente por la perfección con la que la Taxidermia se lleva a cabo."
                                                                                          Paolo Savi.

Detalle del diorama de los lobos (1).
Ciertamente los trabajos preparados por Savi, que justo ahora comenzarán a cumplir 200 años, son ejemplo de una Taxidermia muy avanzada para su tiempo, de notable perfección, y que se han llegado a definir como elegantes, no obstante su notoriedad se asociará para siempre al hecho de ser uno de los primeros taxidermistas del mundo (3) en presentar los animales en grupos, interactuando entre ellos, en movimiento, en dioramas, una técnica que tardaría aún algunas décadas en extenderse.

Uno de sus alumnos, Antonio D'Achiardi, escribió en 1871 en su elogio biográfico a la figura del profesor Savi, recién fallecido, las siguientes líneas:
   "Los animales, que parecen vivos, revelan el genio de científico y artista del maestro que los colocó allí. No son monótonas filas de pieles henchidas, ni de distorsionadas figuras con miembros deformes. Por el contrario se trata de animales, sólos o en grupo, con su actitud natural, donde casi se espera oir el canto del pájaro junto a su nido, el zarpazo del tigre, el salto de los monos, el silbido de las serpientes, el gemido de las débiles presas bajo las garras de sus prepotentes enemigos."

Su obra más espectacular quizá sea el agarre de jabalí, cuya imagen ilustra el encabezamiento de este artículo, donde un primer perro yace herido bajo la bestia con los intestinos a la vista, y el segundo muerde la oreja del enfurecido jabalí, que lo acomete. Savi montó el grupo en julio de 1825, inspirado por el grabado La caccia al cinghiale (1654) del florentino Stefano della Bella. El jabalí fue abatido en una batida de caza encabezada por el mismísimo gran duque de la Toscana Leopoldo II.

El grabado de Stephano della Bella inspirador del diorama de Savi.


Un segundo diorama remarcable es el de dos lobos atacando a un perro pastor y un cordero. El Museo de Pisa muestra además abundantes dioramas con nidos de diferentes especies de aves, de ambos sexos y distintas edades, aunque también llama la atención del visitante el grupo de estorninos sobre una cabeza de cabra en descomposición, con los restos de carne modelados en cera, un material que Savi dominaba y que empleaba para sus reproducciones anatómicas.

Su febril actividad como taxidermista le llevó quizá a cometer algunos errores, como por ejemplo montar una serpiente pitón india (Phyton morulus) atrapando una espátula rosada (Platalea ajaja), especie originaria de América; o bien un cóndor andino (Vultur gryphus) devorando una víctima recién muerta, cuando en realidad se alimenta de carroña, de animales que llevan muertos como mínimo más de dos o tres días.

Bajo su dirección, el Museo contó con varios preparadores, alumnos a los que él mismo había instruido: Cesare Studiati, que se incorporó en 1843, Filippo Pacini, que estuvo entre 1844 y 1846, Francesco Pierucci, Gioacchino Pampana, y Giuseppe Mariotti y el hijo de este, Leopoldo Mariotti.

Cóndor con su víctima, desliz de Savi (4).


La Galleria Storica del Museo, reinaugurada en mayo de 2017, dedica un espacio a Paolo Savi con la reconstrucción de su despacho, o la exposición de cinco dioramas de gran tamaño, numerosos dioramas más pequeños y también mamíferos y aves montados individualmente (avestruz, emu, kiwi, alca gigante, el extinto estornino de Reunión, etc.), algunos especímenes disecados y descritos por él mismo, y también numerosas preparaciones anatómicas en cera, no menos destacables.

El Museo di Storia Naturale della Università di Pisa se encuentra desde 1986 en el Museo Nazionale della Certosa, ubicado en el número 79 de la Via Roma de la población de Calci. De la estación central de Pisa se pueden tomar los autobuses de las líneas 160 y 180 con destino a Calci. El trayecto dura media hora.


Biografía de Paolo Savi

Paolo Savi nació en Pisa, Italia, el 11 de julio de 1798, donde su padre Gaetano Savi ejercía como catedrático de Botánica en la Universidad. Con tan sólo dieciséis años ya acudía a las clases de la Facultad, y en 1817, contando diecinueve, se graduó en Ciencias Físicas y Naturales. Al año siguiente asistía a su padre en la cátedra y en 1821 fue nombrado profesor ayudante de Historia Natural, recibiendo además el encargo de organizar y mantener las colecciones de Historia Natural. Savi había frecuentado las salas anatómicas del hospital pisano y la clínica quirúrgica del doctor Andrea Vaccà. Entre 1817 y 1822 describió nueve nuevas especies zoológicas. Una de ellas, la buscarla unicolor (Locustella luscinoides), que en honor de su descubridor se denomina en inglés Savi's Warbler.

Paolo Savi.
Savi, con conocimientos taxidérmicos (5), iniciaría una etapa que se consolidaría al ser nombrado en 1823, además de profesor titular, director del museo, sucediendo en el cargo al profesor de Zoología Giorgio Santi, que había fallecido un año antes. Savi conservaría el cargo de director del museo universitario hasta su muerte. Bajo su dirección, como ya se ha comentado, la institución vivió un considerable crecimiento de las colecciones fruto, además de su trabajo, de adquisiciones e intercambios, e incluso se vería obligada a ampliar el edificio.

En 1825 Savi describió la cueva osífera de Cassano, su primera publicación sobre Geología. En 1828 viajaría a París, donde permaneció dos meses y donde conoció entre otros a Geoffroy Saint-Hilaire y a Georges Cuvier, profesores del Museo de París. Este último le obsequió con una copia en yeso del cráneo fósil del Palaeotherium medium que había descrito. A su vuelta se detuvo en Ginebra y Turín donde estableció nuevos contactos. Aquella estancia en la capital francesa agrandaría su interés hacia la Geología. Aquel mismo año realizaría varias expediciones geológicas por la Toscana, y al año siguiente a los Montes Pisanos, los Apeninos y a los Alpes Apuanos. Tras aquellas excursiones Savi explicaría el origen metamórfico del mármol de Carrara, y publicaría estudios sobre los estratos del Mioceno y los fósiles del Monte Mamboli. En 1830 viajó a Baviera, Austria, Hungría, Sajonia y Prusia, y al año siguiente ingresó como miembro de la Zoological Society de Londres.

En 1840 su cátedra de Historia Natural se convierte en la de Zoología y Anatomía Comparada, y se crea una segunda, la de Geología, que al año siguiente ocupará su amigo napolitano Leopoldo Pilla, que llegará a Pisa con una excelente colección de rocas y minerales que se incorporarán al museo. En 1860 Savi ingresaría como socio correspondiente de la entonces recién reformada Accademia dei Lincei romana. Sus méritos por su contribución científica le supusieron ser nombrado en 1862 senador del recién creado Reino de Italia. Savi fue además reelegido varias veces como miembro del Consejo Municipal y presidió la Academia de Bellas Artes de Pisa.

Alca gigante (1).
Su prestigio le avaló para recibir encargos gubernamentales, como por ejemplo el estudio de los efectos del terremoto de Umbría de 1832, la causa de los brotes de malaria de 1832 y 1862 en la región de la Maremma, estudios sobre las salinas de Volterra o las de Portoferraio, o informes sobre los recursos minerales férricos de la isla de Elba. Fue socio de la filológica Accademia della Crusca de Florencia, de la Academia Nacional de Ciencias de Turín, y promovió la Unión Agraria de la Provincia de Pisa. Entre los honores que recibió se encuentran el de Caballero de la Orden Civil de Saboya, el de Comendador de la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, y el de Caballero de la Orden de San José de Toscana. Acumuló más de setenta títulos y honores. Paolo Savi falleció el 5 de abril de 1871, a la edad de 72 años. De su matrimonio con Enrichetta Finezia tuvo cuatro hijos: Marianna, Adolfo, Ida y Pia.

Sus aportaciones en forma de artículos o libros se cuentan por decenas, casi ochenta. En el apartado zoológico, su Ornitologia Toscana (1827-1831) y su Ornitologia Italiana (1873-1876), obra derivada de la primera y publicada tras su muerte, le aseguran un lugar destacado en la historia de la Ornitología. Considerado además como uno de los padres de la Geología italiana , entre sus obras más destacadas en ese campo podemos citar los libros Sopra i carboni fossili dei terreni miocenici della Maremma Toscana (1843), Considerazioni geologiche sull’Appennino Pistoiese (1845), Sulla catena metallifera delle Alpi Apuane e sulla costituzione geologica dei Monti Pisani (1846), Considerazioni sulla geologia della Toscana (1850-1851), este último en colaboración con el profesor Giuseppe Meneghini, su fraternal amigo.

Justo un año después de su muerte la Universidad le honró un monumento en mármol que ubicó en su Orto Botanico.


Notas y créditos.-
(1)  Imágenes propiedad del Museo de Historia Natural de la Universidad de Pisa.
(2) El Museo de Historia Natural de la Universidad de Pisa es el heredero del gabinete fundado en 1591 por Fernando I de Médicis.
(3) El inglés William Bullock preparó algunos dioramas para su museo algunos años antes, y Mauduyt de la Varenne en la Encyclopédie de Diderot y D'Alembert (1782),  ya describía la confección de hábitats con ramas y hojas artificiales "que recordaban a la naturaleza, y por esa misma razón aumentaban la [la sensación de] ilusión, propagando la apariencia de vida y evocando esa idea".
(4)  Imagen de Notafly/Wikimedia Commons.
(5)  Se desconoce donde aprendió las técnicas de preparación. Quizá con el manual que el abad Vicenzo Rosa, de la Universidad de Pavía, había publicado en 1817. Tómeselo el lector sólo como una conjetura.
 

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Taxidermidades, 2018.


Bibliografía:
Gaetano Savi   Notizie per servire alla storia del Giardino e Museo , 1828.
Varios autores   Alla memoria di Paolo Savi, Tipografia Nistri, Pisa, 1871.
Varios autores   Il 7 aprile 1872 gli scolari de Paolo Savi inauguravano nell'Orto Botanico il busto in marmo , Tipografia Nistri, Pisa, 1872.

Recursos:
Página web del Museo de Historia Natural de la Universidad de Pisa.