Roy Chapman Andrews, taxidermista y explorador, inspirador de "Indiana Jones".

George Lucas y Steven Spielberg jamás han revelado qué personaje real inspiró al de ficción, el protagonista de la serie de películas de aventuras Indiana Jones (1981-2008). Se ha venido especulando con al menos media docena de candidatos, a saber, los arqueólogos estadounidenses Sylvanus Griswold Morley, estudioso de la cultura maya;  Robert John Braidwood, especialista en Mesopotamia; el explorador inglés Percy Harrison Fawcett, que desapareció mientras buscaba la ciudad perdida de El Dorado; o el aventurero inglés Frederick Albert Mitchell-Edges, protagonista de dudosos hallazgos en Centroamérica. Aunque parece que los mejor posicionados, quizá los más citados, son los estadounidenses Hiram Bingham, el explorador redescubridor del Machu Picchu, y Roy Chapman Andrews, protagonista de este artículo.
 
 
Roy Chapman Andrews, a la derecha, en Mongolia junto a un nido de dinosaurios (1).

   "En los [primeros] quince años [de trabajo de campo], puedo recordar una decena de ocasiones en las que por poco escapé de la muerte. Dos de ellas atrapado en tifones, una cuando nuestro barco fue atacado por una ballena herida, en otra ocasión mi esposa y yo estuvimos a punto de ser devorados por perros salvajes, en otra estuvimos a merced de un grupo de sacerdotes lama fanáticos, en dos más oí la llamada de la muerte al caerme por unos acantilados, en otra casi me atrapa una gigantesca pitón, y en otras dos pude haber sido asesinado por bandidos."
                                             Roy Chapman Andrews, Under a Lucky Star (1943). 
 
Roy Chapman Andrews, hijo de un farmacéutico y de una ávida lectora de libros de viajes, nació el 26 de enero de 1884 en Beloit, Wisconsin. Cazador desde niño, con catorce años estudió Taxidermia por su cuenta para poder coleccionar aves y mamíferos. Uno de sus libros de cabecera fue Taxidermy and Zoological Collecting (1891) de William Temple Hornaday, un taxidermista de referencia, el primero contratado por un museo de Estados Unidos. Mientras estudiaba en la Universidad de Beloit Andrews se salvó de morir ahogado al volcar su canoa en el río Rock, una suerte que no corrió Monty White, su mejor amigo. En su juventud era el único taxidermista de Beloit y se pagó los estudios ofreciendo sus servicios de preparación a los cazadores locales. En julio de 1906, tras graduarse en Letras, solicitó empleo en el Museo Americano de Historia Natural (AMNH) de Nueva York, pero en aquel momento no había plazas disponibles. No obstante Andrews, con tan sólo 35 dólares en el bolsillo, se ofreció para realizar cualquier trabajo, aunque fuera fregar el piso. Hermon Carey Bumpus, director del Museo, le respondió que un recién graduado no debía fregar suelos, a lo que el joven replicó que los del Museo no eran unos suelos cualesquiera. Andrews empezó pues empleado como conserje, fregando el suelo, mezclando arcilla, rellenando etiquetas y ayudando a montar ejemplares en el Departamento de Taxidermia de Mamíferos que por entonces dirigía James Lippitt Clark.
 
   "Nací para ser un explorador. No hubo decisión que tomar. No podía ser otra cosa y ser feliz, el deseo de conocer nuevos lugares, de descubrir nuevos hechos, la curiosidad vital ha sido siempre un impulso inquebrantable para mí."
                                                     Roy Chapman Andrews, This Business of Exploring (1935).
 
Andrews posa en 1907 en el Museo de Nueva York junto a la estructura de una réplica de ballena en construcción (2).

 
En febrero de 1907 Andrews colaboró en la recogida del esqueleto de una ballena que había quedado varada en Amagansett, Long Island. Aquella experiencia le marcaría puesto que al año siguiente convenció a Bumpus para que le permitiese trabajar como recolector de especímenes para el Museo. Así, en 1908, año de su ingreso como socio en The Explorers Club de Nueva York, participó en una expedición al golfo de Alaska; al año siguiente en otra a Canadá; entre 1909 y 1910 en la expedición científica a Filipinas a bordo del USS Albatross, donde recolectó 50 mamiferos, 425 aves, numerosos reptiles y observó mamíferos marinos; en 1910 en otra ballenera a Japón; y en 1913 en la de John Borden a Groenlandia. Andrews, que en 1913 obtuvo su Maestría en Artes en Mastozoología por la Universidad de Columbia, se ganó buena reputación como estudioso de los cetáceos y ascendió profesionalmente en el Museo Americano. Entre 1911 y 1917 fue conservador ayudante del Departamento de Mamíferos, entre 1918 y 1923 conservador adjunto en la Sección de Mamíferos del Hemisferio Oriental, y a partir de entonces conservador jefe del Departamento de Exploración e Investigación Asiáticas. En 1914 se casó con Yvette Borup -de quien se divorciaría en 1931 y con quien compartió dos hijos, uno de ellos biológico-. En 1916-17 y en 1919-20 Andrews dirigió sendas breves expediciones científicas a China y el desierto de Gobi, Mongolia, en las que su esposa participó como fotógrafa, ambas preparatorias de una mayor que tendría lugar en aquella región entre 1921 y 1930. En aquella época conocería a Henry Fairfield Osborn, presidente del patronato del Museo y prestigioso paleontólogo, defensor de la teoría según la cual los simios habían evolucionado en paralelo a los humanos. Osborn creyó en aquel proyecto y puso a Andrews en contacto con multimillonarios, entre otros John Davison Rockefeller y John Pierpoint Morgan, quienes aportaron un total 250.000 dólares para financiar aquella aventura.
 
  "Quería ir a cualquier lugar. Con un día de antelación habría partido hacia el Polo Norte o el Sur, hacia la jungla o el desierto. Lo mismo me hubiera dado."
                                                          Roy Chapman Andrews, Under a Lucky Star (1943).
 
Retrato de Roy Chapman Andrews (3).

 
Portada de Time de octubre de 1923.
Durante aquella gran expedición a China y Mongolia el grupo liderado por Andrews, cuyo primer objetivo -fracasado- era hallar restos fósiles humanos que avalaran la teoría de Osborn según la cual Asia albergaba la cuna de la humanidad, encontró sin embargo gran cantidad de fósiles animales. Entre ellos en 1922 descubrió en Hsanda Gol uno de Paraceratherium, en 1923 en Irdin Manah un cráneo de Andrewsarchus -nominado así en su honor-, además de los primeros nidos con huevos de dinosaurio jamás descubiertos. Aquella expedición, que tuvo varias interrupciones, en 1926, 1927 y 1930, sufrió asimismo toda clase de contratiempos como tormentas de arena, temperaturas nocturnas de -40 grados y diurnas de +45 grados centígrados, ataques de bandidos, mordeduras de serpientes venenosas, y además en 1928 las autoridades chinas confiscaron los hallazgos -más tarde los devolverían-. A su regreso a Nueva York Andrews sería nombrado en 1931 presidente del Club de Exploradores y en 1934 director del Museo Americano de Historia Natural. En 1935 se casó con Wilhelmina Billie Christmas, joven y adinerada viuda de un corredor de bolsa. Al abandonar el cargo de director de AMNH en 1941, Andrews se retiró a su finca Pondwood, una propiedad de 67 hectáreas en North Colebrook, Connecticut. Allí vivió hasta 1954 y allí escribió la mayoría de sus más de veinte libros publicados, alguno científico, varios divulgativos, la mayoría relatando sus vivencias, dos de ellos biográficos. En sus últimos años residió en Carmel Valley, un acomodado barrio residencial de San Diego, California, donde murió de un insuficiencia cardiaca el 11 de marzo de 1960.
 
 
Créditos.-
(1) Imagen propiedad de American Museum of Natural History.
(2) Fotografía publicada en el número del 14 de septiembre de 1907 de la revista Scientific American.
(3) Imagen propiedad de Library of Congress.

 
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Taxidermidades, 2021.
 
 
Biibliografía:
Roy Chapman Andrews  This Business of Exploring , G. P. Putnam's Sons, Nueva York, 1935.
Roy Chapman Andrews  Under a Lucky Star , Viking Press, Nueva York, 1943.
 
 
Recursos:
Biografía de Roy Chapman Andrews en la página web del Museo Americano de Ciencias Naturales de Nueva York.