El Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.

El American Museum of Natural History (AMNH) nace del empeño de un estudiante de zoología, Albert Smith Bickmore, discípulo del reconocido naturalista Harvard Louis Agassiz, que soñaba con que la ciudad de Nueva York contara con un museo de Historia Natural. Su propuesta fue patrocinada por Theodore Roosevelt Sr., padre del presidente de los Estados Unidos, y una veintena de acaudalados industriales y banqueros filántropos entre los que se encontraban M. K. Jesup, R. Colgate o J. P. Morgan, por citar sólo a algunos de ellos. 
 

Fachada sur del AMNH (1).

 
Ese importante respaldo consiguió que el gobernador de Nueva York firmara un proyecto de ley, el 6 de abril de 1869, por el que se creaba oficialmente el Museo Americano de Historia Natural. Inicialmente el museo se instaló en el edificio Arsenal de Central Park, situado en la confluencia de la Quinta avenida con la calle 64. Entre las primeras adquisiciones se encontraba Correo árabe atacado por leones, una exitosa obra que Édouard Verreaux mostró en la Exposición Universal de París de 1867 y, tras la muerte de este en 1873, también parte de su numerosa colección ornitológica fue comprada por el AMNH. En 1874 se iniciaron las obras del nuevo edificio, situado entre las calles 76 y 77, de estilo gótico victoriano, y que se acabó en 1877. Pronto el museo se amplió hacia el sur. Se construyó un edificio de estilo neorrománico de piedra rojiza que con una fachada de 210 metros se extendía a lo largo de la calle 77 Oeste. La entrada de Central Park West, dedicada a Theodore Roosevelt, y que preside una fachada de 244 metros de longitud, se acabó en 1936.


Entrada del AMNH por Central Park West.

 
Las cifras que rodean a este gran museo son bastante elevadas. Se trata de un complejo con una superficie de 150.000 metros cuadrados -el mayor del mundo-, compuesto por 27 edificios comunicados que albergan 45 salas de exposición permanente repartidas en cuatro plantas, un planetario, una biblioteca, laboratorios y almacenes, donde trabajan 225 personas a tiempo completo, y que recibe cada año un promedio de cinco millones de visitantes. En el apartado científico, el AMNH patrocina unas 120 expediciones anuales. Las colecciones del museo contienen 32 millones de especímenes, incluyendo la colección antropológica que cuenta con piezas de cultura asiática, africana, americana y del Pacífico. La biblioteca ofrece 550.000 referencias entre monografías, revistas periódicas, archivos, fotografías, manuscritos, obras de arte, etc.
 

Réplica de ballena azul en la Sala de la Vida en el Océano.

 
Las piezas estrella que destaca el propio museo son los dioramas con mamíferos de África, Asia y Norteamérica; la réplica de una ballena azul hembra de 29 metros de longitud suspendida del techo en la Sala de la Vida en el Océano, un salón de 2 pisos, con dioramas y de 2700 metros cuadrados; una canoa de guerra de los indios Haida, de 19 metros de longitud, tallada en el tronco de un cedro, que se encuentra en el vestíbulo de la entrada por la calle 77; el meteorito del Cabo York (Groenlandia) de 31 toneladas -en realidad, una parte, ya que el real pesó 200 toneladas-; y la Estrella de la India, el mayor zafiro estrella del mundo. En la sección dedicada a la evolución humana también se exhiben dioramas a tamaño natural de nuestros predecesores Austrolopithecus, Neanderthal, Cro-Magnon..., moldes de fósiles humanos y reproducciones artísticas de la Edad de Hielo. En la Sala de los Minerales y Gemas, también en la primera planta, a la izquierda por la entrada de la calle 77, además de la Estrella de la India (563 quilates, 113 gr.), que fue robada en 1964 y más tarde recuperada, destacan la esmeralda Patricia, una piedra de 632 quilates (126 gr.) con 12 caras, un topacio de 270 kg., un ejemplar de azurita-malaquita de una tonelada, un raro zafiro naranja padparadschan de Sri Lanka de 100 quilates (20gr.), o el rubí Estrella de Media Noche de 116,5 quilates. Las joyas de la colección están valoradas en 60 millones de dólares. La mayor parte de la colección de fósiles se encuentra en los almacenes. Entre los que se exhiben destacan el Tyrannosaurus rex, con casi la totalidad de sus huesos reales; el Mammuthus; el Apatosaurus (Brontosaurus), también con la mayor parte de huesos fósiles originales -el cráneo no-; el Brontops; dos Edmontosaurus annectens, arrastrando la cola de forma incorrecta; un Triceratops; un Stegosaurus; dos Barosaurus, una hembra adulta -el mayor ejemplar del mundo, con la mayoría de huesos originales- de pie, defendiendo a su cría de un Allosaurus; etc. Los Barosaurus se encuentran en la segunda planta, tomando las escaleras de la derecha por la entrada de Central Park. El resto de dinosaurios están expuestos en varias salas de la cuarta planta.
 

Barosaurus hembra defendiendo a su cría.

 
Desde nuestro taxidérmico punto de vista, cabe destacar la Sala Akeley (2) (segundo piso, frente a la de los Barosaurus), que se inauguró el 19 de mayo de 1936, diez años después de la muerte del taxidermista y naturalista, que la había ideado y propuesto el entonces presidente del Museo H. F. Osborn en 1913. Carl Akeley, un revolucionario de la técnica taxidérmica, fue además conservacionista, explorador, escultor, fotógrafo e inventor. La Sala Akeley está presidida por un grupo de ocho elefantes rodeados de veintiocho dioramas repartidos en dos pisos.El Akeley Hall está presidido por The Alarm, un grupo de ocho elefantes -cuatro de ellos montados por Carl Akeley- en el centro de la sala, rodeados de 28 dioramas repartidos en dos pisos que, según el museo, representan "la desaparición de la vida salvaje en África". Las impresionantes escenas de los dioramas, algunos de ellos planeados y ejecutados por el propio Akeley, se consiguieron mediante fondos de pintura hiperrealista y la inclusión de animales disecados, plantas, etc., en un primer plano. Pintores, fotógrafos y cientificos viajaron a África para tomar notas, hacer esbozos y capturar ejemplares. Algunos de esos dioramas alcanzan los 5 metros de altura y 7 metros de profundidad. Entre los que más llaman la atención, quizás el de los leones, el de los rinocerontes, el de los gorilas, el de los avestruces o el del pozo de agua compartido por jirafas y antílopes. Otras salas de mamíferos tambien cuentan con impresionantes dioramas, como la de Asia, también con un par de elefantes obra de Louis Paul Jonas, o la de Norteamérica. El museo ha seguido apostando por la construcción de dioramas a lo largo de su historia. El último, de 1997, recrea en unos 300 metros cuadrados un lluvioso bosque de la República Centroafricana.
 

Akeley Hall de fauna africana.

 
En la Sala de las Aves Marinas, que se encuentra en la esquina noroeste de la segunda planta, un grupo de aves sobrevuela nuestras cabezas. En la tercera planta, en la Sala de Reptiles y Anfibios, llaman nuestra atención los dragones de Komodo, los mayores lagartos del mundo, que pueden llegar a medir 3 metros. La Sala de Aves de Norteamérica y la de Primates también se encuentran en el tercer piso.

Nos encontramos en Nueva York. Estrellas del cine, como Tom Hanks, Whoopi Goldberg, Robert Redford o Harrison Ford han prestado su voz a espectáculos del Planetario. El museo ha servido de escenario para algunas películas, como por ejemplo Una noche en el Museo (2006) y su secuela de 2009, episodios de series de televisión, decenas de novelas y algunos juegos de vídeo.
 

Modelling animal in habitat dioramas
Video de 2'57" en el que Stephen C. Quinn, artista del museo, describe
el modelado de los animales de los dioramas. (en inglés)


Background Paintings in the Dioramas 
Vídeo de 2'15" que describe el proceso de pintado de los dioramas en el AMNH. (en inglés)



 
Atrio del Centro Richard Gilder (3).
Nota añadida el 5 de mayo de 2023.-
El Museo se acaba de ampliar con la inauguración del Centro Richard Gilder de Ciencia, Educación e Innovación, un nuevo edificio diseñado por Jeanne Gang con treinta conexiones con diez de los edificios anteriores, que amplia las salas de exposición permanente, y que contiene además un insectario y un vivero de mariposas, laboratorios, aulas, biblioteca y un espacio de experiencia inmersiva, más de 20.000 metros cuadrados más. Se encuentra en la confluencia de Columbus Avenue con 79th Street. La fachada es de granito rosa, el mismo empleado en la fachada principal de Central Park. La ondulada arquitectura, claramente influida por Antoni Gaudí, se define como orgánica, y en el atrio se ha empleado hormigón proyectado en las paredes, una técnica inventada hace un siglo precisamente por el taxidermista Carl Akeley, ideólogo de la Sala de África, rebautizada Akeley Hall.


Notas.-
(1) La mayoría de las fotografías se han obtenido de la web del propio AMNH.
(2) La Guía Michelin que manejé decía de esta sala que era "the most spectacular hall", la más espectacular sala del museo.
(3) Fotografía de Iwan Baan para Studio Gang.

© All rights reserved. ® Reservados todos los derechos. 
Taxidermidades, 2013.


Recursos:
Artículo El "Akeley Hall" del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York en Taxidermidades.
Artículo Los grupos de elefantes de Carl Akeley en Taxidermidades.
Artículo "Manada de lobos a medianoche" (1947) diorama del American Museum en Taxidermidades.
Artículo Carl Akeley, padre de la Taxidermia moderna en los Estados Unidos en Taxidermidades.
Artículo John Rowley, de autodidacta a taxidermista jefe del Museo de Nueva York en Taxidermidades.