Esculturodermia de una gacela, paso a paso, por Carl Akeley (1897).

Carl Akeley, considerado como el padre de la taxidermia moderna en los Estados Unidos, innovador a nivel mundial de la técnica dermoplástica de montaje, la que se conocería décadas después con el nombre de esculturodermia (sculpturdermy), comenzó su etapa en el entonces recién inaugurado Museo Field de Historia Natural de Chicago en el año 1894, con apenas treinta años. Había trabajado en el Ward's Natural Science Establishment de Rochester, Nueva York, el mayor proveedor de objetos de Historia Natural de la época, y en el Museo de Milwaukee, donde no había podido desarrollar su técnica escultórica, y había recibido además una oferta para trabajar en el Museo de Historia Natural de Londres que no aceptó. Dos años después no rechazó en cambio la posibilidad de realizar su primera expedición a África organizada precisamente por el museo londinense. Fue precisamente en Somalia durante aquel viaje iniciático en el que un Akeley desarmado se enfrentó a un leopardo herido, un suceso que dio la vuelta al mundo. Uno de los ejemplares que Akeley se llevó de vuelta a Chicago fue un macho de gacela de Soemmerring que cazó el 5 de septiembre de 1896 y cuyo montaje paso a paso empleando su novedosa técnica inmortalizaría probablemente él mismo en una serie de fotografías (1) -una de sus aficiones- con el motivo de mostrarlas en una Exposición Internacional de Arte Taxidérmico que desconozco si el Museo Field llegó a organizar. La sucesión ordenada de estas imágenes documenta de primera mano la técnica de Carl Akeley de montaje de mamíferos de gran tamaño -la emplearía para montar varios elefantes, tanto en Chicago como años más tarde en Nueva York-, un sistema que seguiría popularizando uno de sus discípulos, Louis Paul Jonas.

El primer paso consistía en confeccionar un armazón de madera ajustable, soporte de la estructura de la escultura. Akeley cuidó el detalle: la base, que disponía de ruedas, contenía un recipiente metálico -en la fotografía se muestra abierto- que recogía los líquidos, lo que permitía mantener el piso limpio y seco.



Por medio de varillas de hierro fijadas al tablero central Akeley colocaba el cráneo y los huesos de las extremidades, y engrosaba el cuerpo con yeso ahuecado y rugoso con el propósito de aligerar el peso de la arcilla y para que esta se sujetase mejor. En esta etapa decidía qué postura debía adoptar el animal.



A continuación aplicaba arcilla a la armadura, todavía en bruto en la siguiente fotografía.



En la siguiente imagen la escultura de arcilla terminada en la que destaca el modelado de la musculatura al mínimo detalle.



Akeley perfilaba la escultura con unos cordones también de arcilla que actuaban como separadores de las secciones del molde, colocados de manera que estas pudieran retirarse sin problemas.



Sobre cada sección por separado Akeley aplicaba primero una capa de escayola.



Sobre esa primera capa sobreponía una segunda con estopa empapada en escayola para proporcionarle grosor y consistencia.



Terminado el molde de una de las secciones, Akeley retiraba el separador de arcilla para proceder igual en la contígua, aplicando vaselina en el borde de yeso para evitar que las dos partes quedaran soldadas.



Terminado la totalidad del molde de escayola, a continuación Akeley separaba las secciones de forma sencilla hendiendo cuchillos en la grieta separadora y cortando la arcilla



En la siguiente fotografía, la escultura de arcilla con la parte del molde del interior de las patas trasera retirada.



Y la escultura rodeada de las cuatro piezas del molde de escayola.



En la imagen siguiente la cara interior de una de las secciones del molde, encerada para que no se adhiera el maniquí.



Akeley recubre las paredes de las secciones del molde con una malla metálica muy fina, a la que sobrepone varias capas, de tres a cuatro, de papel maché (2).


Y refuerza con una capa más las juntas de la malla del maniquí.



Una vez seca Akeley separa de su horma cada sección del maniquí de papel maché. El molde completo de escayola, atado, lo almacena para su reutilización si es preciso.



En la siguiente imagen una de las secciones del maniquí recién desmoldeada. Los bordes se recortan y pulen.



Akeley fija también con papel maché una varilla de hierro -saliente- al interior de cada pata del maniquí. Corta las patas y talla en madera la parte inferior de cada una de ellas, que horada para que puedan ser atravesadas por el grueso alambre de hierro.



La figura de papel maché ya ensamblada y fijada a la base de madera. En la imagen se aprecian los detalles del montaje de las patas. La parte superior de estas se unen al cuerpo mediante un tocón.



El modelo con la superficie afinada. Se aprecian las señales -unos puntos- que indican la altura a la que se separan las patas. Está listo para recibir la piel curtida.



La piel se fija al maniquí mediante adhesivo y se cose. Las patas desmontables facilitan la tarea.


Finalmente, la gacela terminada, ya desprovista de los alfileres y el resto de complementos empleados durante su secado.



Este ejemplo se trata de uno de los primeros trabajos de Carl Akeley mediante este método. Hasta entonces la técnica dermoplástica, practicada casi únicamente en los grandes museos europeos de una forma generalizada desde hacía unas décadas, consistía en modelar una escultura, tal como nos mostraba Akeley con su gacela, pero cuya superficie en vez de arcilla estaba cubierta con una capa de yeso o escayola, que se vestía directamente con la piel del animal. El procedimiento más prolijo de Akeley aligeraba notablemente el peso del montaje. En lo sucesivo él mismo lo simplificaría precindiendo de las patas desmontables. Como apuntaba al principio, Louis Paul Jonas y sus hermanos, propietarios de la firma Jonas Brothers Taxidermy, con sedes en Denver, Nueva York y Seattle, popularizarían los maniquíes de papel maché e incluso industrializaron el proceso ofreciéndolos a los taxidermistas comerciales. También serían ellos, primero Louis Jonas experimentando en los años treinta en Nueva York y poco después su hermano Guy Jonas en Seattle quienes sustituirían los maniquíes de papel maché por los de fibra de vidrio. Y es ya a principios de los años setenta, también en los Estados Unidos, cuando se generalizan los de espuma rígida de poliuretano fabricados a partir de moldes de fibra de vidrio, que es el método más extendido en la actualidad. Pero esa ya es otra historia.


Notas y créditos.-
(1) (c) Field Museum of Natural History . CC-BY-NC . 25a61eba-c263-4420-b563-449e9b448b18 . https://collections-zoology.fieldmuseum.org/catalogue/2501362 . (FMNH1363) .  (acceso el 07-06-2019).
(2) La técnica del papel maché ya se empleaba en la Edad Antigua.


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Taxidermidades, 2019.

Recursos:
Artículo El Museo Field de Historia Natural de Chicago en Taxidermidades.