Los hermanos Remi y Joseph Santens.


"Los animales experimentan emociones prácticamente como nosotros, así que ¿por qué no tratar de lograr la apariencia física de estas emociones de tal manera que sean claramente evidentes cuando los observamos?"

                            Remi Santens en Importance of Detail in Constructing Manikins (1934).

Remi Santens, en la década de 1920 preparando la estructura de un ciervo montado entero (1).

 
A falta de biografías, la poca información que de ellos se dispone está dispersa. Intentaremos recomponerla. Los taxidermistas Remi Henry Santens (Anzegem, Bélgica, 16 de mayo de 1866) y Joseph A. Santens (Anzegem, mayo de 1874) pertenecieron a una familia numerosa. Sus padres Jan Baptiste Santens y Francisca Van Gheluwe tuvieron ocho hijos: John Desiri, Adolf, Marie Frances, Remi Henry, Romaine Marie, Helene Jeline, Joseph A. y Flavie. La familia vivió en Anzegem, la localidad natal del padre, una ciudad de Flandes Occidental a medio camino entre Gante y la francesa Lille, al menos hasta el nacimiento de su última hija en 1875, y más tarde emigraría a Estados Unidos, estableciéndose en Rochester, estado de Nueva York, ciudad donde tenía su sede el Ward's Natural Science Establishment,  el mayor proveedor de objetos de Historia Natural de los Estados Unidos de la época.
 
Joseph (izquierda) y Remi Santens y su equipo terminando un maniqui de jirafa (2).

Colocando y ajustando la piel sobre el maniquí (1).

 
En el momento de su fundación en 1862 Henry Ward contrató para su negocio a taxidermistas europeos, los franceses Isidore Prevotel y Jules Bailly o el alemán Johannes Martens. Estos trasladarían sus enseñanzas a jóvenes con ganas de aprender y mejorar, como John Wallace o Thomas Rowland, que más tarde regentarían sus propios negocios, y también a William Temple Hornaday, Frederic August Lucas, Carl Ethan Akeley, Jeness Richardson, John William Critchley, Joseph Palmer, Nelson Rush Wood, Henry Carey Denslow, H. B. Turner, o Frederic S. Webster, taxidermistas que despuntarían fuera de aquel semillero, empleados ya en los incipientes grandes museos estadounidenses. Remi y Joseph Santens se incorporaron a la plantilla del Ward's en 1888, el mayor contaba veintiún años y el menor tan sólo catorce. Por entonces los aprendices de la empresa trabajaban diez horas cada día, seis días a la semana, y por ello cobraban dos dólares y medio. Allí permanecerían Remi hasta 1906, y Joseph un año más, cuando ambos marcharon al Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburgh. Por entonces el salario semanal de un oficial taxidermista en el Ward's era de tan sólo dieciocho dólares, y la mayoría de empleados completaba su sueldo con pluriempleo o aceptando encargos que preparaban en sus domicilios. Los Santens fueron de los que más tiempo aguantaron. La taxidermia comercial que se practicaba en Rochester, en la que primaba la economía, era incompatible con el ansia de evolucionar y aplicar novedosas técnicas de aquellos jóvenes. La vacante de Remi en aquella empresa lo ocuparía otro futuro grande, Robert H. Rockwell, que años más tarde trabajaría en los museos de Washington y de Nueva York Rockwell lo testimonió en su libro My way of becoming a hunter (1955): "El trabajo que estaban haciendo los hermanos Santens era de tan alta calidad y tan superior al mío que no tardé un instante en darme cuenta de que era mejor abandonar la mayoría de las habilidades de montaje que estaba empleando y aplicar su técnica". El declive del Ward's si iniciaría precisamente a principios del siglo XX, cuando los nuevos grandes museos de los Estados Unidos empezaron a disponer de plantillas propias de preparadores y abandonaron la compra a proveedores.


Grupo de cebras de Joseph Santens (1912) (3).

 
Durante su estancia en el Ward's Natural Science Establishment Remi se casaría en 1897 con Abbolonia K. Hahn, estadounidense de padres alemanes, con quien en 1902 tendría una hija, Ethelberta Adelaide. Joseph se casó también en Rochester en 1903 con Marie Van Haute, trece años menor que él, con quien compartiría un hijo, Eugène (1905). Cuando ingresaron en el Museo de Pittsburgh el taxidermista jefe era Frederic S. Webster, otro exempleado del Ward's (4), que se retiraría en 1908.

 
Montando el grupo de nialas de montaña en 1916. En primer término W. J. Holland, director del Carnegie (1).

 
Con la llegada de los hermanos Santens al Carnegie se estableció una especie de competición con el Museo Americano de Nueva York, que en 1909 contrataría a Akeley proveniente del Field de Chicago. Cuatro años después de su llegada, Remi Santens se disponía a montar algunas de las 126 pieles de mamíferos africanos que había donado Childs Frick, cuyo padre, un industrial de la ciudad, se había asociado en algunos negocios con el empresario Andrew Carnegie, el filántropo fundador del Museo. Después de examinarlas, Santens, ya entonces taxidermista jefe, comunicaría a William Jacob Holland, director del Museo, que aquellas pieles no se habían curtido satisfactoriamente a causa de que inicialmente se habían preparado al alumbre (5), y proponía que el propio Holland consultara sobre el asunto a James Clark del Museo Americano y a Carl Akeley, ya taxidermista de renombre. Tras la de 1909-1910 Frick volvería a encabezar una segunda expedición a África Oriental, actuales Etiopía y Kenia que dio como resultado más de 500 mamíferos para el Museo de Pittsburgh y alrededor de 5.000 aves para el Smithsonian de Washington. En esta ocasión las pieles llegaron en perfectas condiciones, y entre ellas había especímenes jóvenes, lo que proporcionaba mayor diversidad biológica. A partir de entonces los hermanos Santens y sus asistentes, a saber, Gustav A. Link (6), Gustav A. Link Jr., Thomas R. Herd, Anna. M. Dierdorf, Thomas Dillon, Henry J. Santens -sobrino, entre 1911 y 1914-, William C. Campbell, Matilda Clayton, A. Morgan, Ottmar Franz Fuehrer, Charles W. Senn y John Link, hermano de Gustav Link Jr., compartamos méritos, se entregaron a una enfebrecida carrera de montaje de especímenes.
 
 
El grupo de jaguares de Joseph Santens (1912) (3).

 
Los Informes Anuales del Carnegie recogen la evolución de los trabajos en la institución. Entre 1909 y 1910, Remi montó un león macho, un oso pardo, un tapir, un buen número de tortugas y serpientes y una iguana, mientras que Joseph preparó varios grupos de aves, ambos ayudados por Link. Entre todos terminaron un grupo de muflones de montaña. En 1911 Remi Santens realizó el montaje de un grupo de órices y dos jirafas (7). Con dicho propósito, y para ver jirafas y órices vivos, los Santens se trasladaron a Nueva York un año antes para tomar apuntes en el Zoológico de Bronx, entonces dirigido por William T. Hornaday, el primer taxidermista en ser contratado por un museo estadounidense, en 1882 por el Smithsonian de Washington, y precursor de la presentación científica de los especímenes. En 1912 Remi Santens concluyó un grupo de cuatro ñúes azules, mientras que Joseph, asistido por su sobrino Henry, terminó un grupo de cinco cebras y abordó el montaje de un exitoso grupo de jaguares que terminaría al año siguiente. Para realizar estos grupos volvieron a visitar los zoológicos de Washington y Nueva York con el propósito de tomar notas. En 1913 Joseph finalizó un grupo de busardos hombrorrojo y un grupo de búfalos africanos en respuesta al grupo de búfalos del Cabo de Akeley, pero con una diferencia, representaron a los animales húmedos y embarrados. En el informe anual del museo de aquel año, el director, William J. Holland, escribió:
   "Desde el 1 de septiembre de 1912 hasta el 15 de marzo de 1913, el señor R. H. Santens se dedicó casi por completo al grupo de búfalos, y fue necesaria una gran cantidad de trabajo para preparar estos grandes especímenes. Las pieles de los animales fueron bastante difíciles de colocar sobre los maniquíes y la demora ocasionada por el esfuerzo adicional fue inevitable. La tarea de campo y el follaje requirieron incesante trabajo durante varias semanas, y el grupo se instaló finalmente en la Galería de Mamíferos. Representa un típico pantano de papiros africano. Las zonas de agua y plantas acuáticas son tan fieles a la naturaleza cuanto ha sido posible hacerlas, y las enormes bestias que se paran en medio de su entorno, mostrando en sus cuerpos el barro y la humedad de su hábitat natural, son extremadamente realistas. Esta es, que yo sepa, la primera ocasión en la que se han expuesto ejemplares mostrando signos de contacto con su entorno, sus pieles están salpicadas del barro de la ciénaga en la que se han revolcado. Es posible que el tratamiento del grupo provoque comentarios y críticas, pero creo que es un paso en la dirección correcta y que probablemente será seguido por los principales taxidermistas del futuro."
 
Ciertamente algunos preparadores les siguieron, aunque no muchos. En 1914 Joseph terminó un grupo de facoqueros y otro de alcéfalos. En junio de 1915 en la reunión de la Asociación Americana de Museos en San Francisco, Remi Santens, que continuamente ensayaba nuevos métodos taxidérmicos, presentó su propuesta de una "estructura ajustable" para el montaje de mamíferos. A su vuelta a Pittsburgh retomó el trabajo con un grupo de siete nialas de montaña, el primero de esta recién descubierta especie que se realizó en el mundo, que terminó en enero del año siguiente. Desafortunadamente, pocos días antes de instalarlo en la exposición un incendio de origen desconocido destruyó el follaje artificial del diorama, obra de Anna M. Dierdorf. La ambientación se volvería a completar en julio, exponiéndose finalmente en septiembre. Joseph terminó en octubre de 1916 un grupo de gerenuks y otro de dik-diks. Un año más tarde, en noviembre de 1917, Joseph Santens aceptaría el cargo de taxidermista de la Buffalo Society of Natural Science, abandonando su puesto en el Carnegie. Uno de sus últimos trabajos fue un grupo de osos pardos de Alaska.  Remi, por su parte, seguiría con su tarea de montaje de ejemplares africanos. En 1919 terminó una pareja de rinocerontes negros -uno cazado por Childs Frick, el otro por Theodore Roosevelt-, que quedó finalmente instalada en la exposición en abril de 1920. En los preliminares volvió a visitar el zoo de Nueva York, recibiendo de nuevo los consejos de Hornaday. En los años siguientes Remi Santens prepararía una serie de grupos de mamíferos propios de Pensilvania, ciervos, osos negros, zorros y mapaches. 
 

Los rinocerontes montados por Remi Santens en 1919. A la izquierda el abatido por Theodore Roosevelt (3).

 
En julio de 1922 William T. Hornaday, ilustrándolo además con tres imágenes de los grupos de los Santens, escribió acerca de sus trabajos en un artículo titulado  Masterpieces of American Taxidermy publicado en la revista Scribner's:
   "El Museo Carnegie en Pittsburgh, del cual el doctor W. J. Holland es el director y fundador, contiene piezas zoológicas de gran valor. Se anotó el primer rinoceronte blanco de América [por Estados Unidos], el primer oso blanco del interior, el primer grupo de jaguares, y la primera jirafa reticulada.
   Cuando me enteré de que el Jefe Taxidemista R. H. Santens se comprometió a crear un grupo de jaguares a cuatro caras
(8), sin antecedentes, me mostré escandalosamente escéptico respecto al resultado de aquel peligroso experimento. De hecho, suponía intentar lo imposible. Pero el señor Santens ganó. El grupo de jaguares, compuesto por los ejemplares conseguidos con esfuerzo del fiel aliado de aquel museo, John M. Phillips, no sólo es un éxito, sino una obra maestra.
   Opino que un grupo a cuatro caras representa poco más o menos el doble de dificultad que un grupo con un paisaje de fondo, que por tanto muestra sólo un lado. Quien piense lo contrario que intente un grupo completo y lo compruebe por sí mismo.
   La composición del grupo de jaguares de Pittsburgh aproxima esos temibles animales muy cerca del visitante. A cuatro caras, todo está en primer plano.
   No hay un espinoso paisaje mejicano pintado en el fondo que ayude. Todo está al alcance de la mano. La áspera roca y la árida y escuálida vegetación son reales, y no falta nada salvo perros ladradores y cazadores sudorosos, con la lengua fuera de calor, sedientos y exhaustos. Si el visitante pudiera escuchar la historia del encuentro y batida del viejo, tal como me la contó John Phillips, coincidiría conmigo en que la historia y el grupo se acercan bastante a la auténtica aventura.
   El Museo Carnegie es realmente rico en grupo de grandes mamíferos, o grandes grupos de mamíferos, lo que el visitante elija. El grupo de rinocerontes negros de Santens [Remi] es verdaderamente un tour de force, y el grupo de cebras de Burchell y Chapman [Joseph] es un hermoso y animado logro.
   Los búfalos africanos y el kudu de montaña son plenamente satisfactorios, y los dos de una gigantesca concepción y esfuerzo artístico realizado con éxito. Precisa ser mostrado en una superficie de al menos cien pies cuadrados (9). Es una magnífica realización pero, como sucede con la Esfinge entre esculturas, no es comparable con creaciones más pequeñas de carácter pictórico. Es una gran y nueva categoría por sí sola."

Los hermanos Santens emplearon la técnica dermoplástica evolucionada, al modo ideado por Akeley, que más tarde Louis Paul Jonas bautizaría como esculturodermia (10), es decir, construían una estructura de alambre, hierro o madera, que cubrían con una malla metálica, aplicaban encima una capa de papel maché que afinaban modelando arrugas y músculos con arcilla. A continuación extraían un molde de yeso de esa escultura en varias secciones, aplicaban al interior de cada fracción del molde una o varias capas de papel maché o escayola y arpillera, uniendo las partes y obteniendo una escultura del animal hueca, ligera y sólida, que se cubría con la piel rebajada -afinada- y curtida. Antes de ejecutar sus trabajos siempre realizaban esculturas de arcilla a escala.

 

Remi Santens, Joseph Santens y Gustav Link jr., demostrando la resistencia de un maniquí (11).

 
Además de por su calidad, los trabajos de los hermanos Santens, como afirmaba Hornaday y pretendían los propios taxidermistas, destacan por el realismo y vitalidad de las expresiones de los animales, hasta el más mínimo detalle. Un buen número de ellas, excepto el rinoceronte de Roosevelt, del que por seguridad se expone una réplica en fibra de vidrio, se pueden seguir admirando en la actualidad en el Museo de Pittsburgh, expuestas algunas en la renovada en 1993 The Hall of African Wildlife.


Maniquí de orangután en papel maché de Remi Santens (11).

El orangután terminado. Un trabajo anterior a 1914.

 
Remi Santens, que permaneció en el Carnegie hasta su jubilación, fallecería en Pittsburgh el 4 de marzo de 1943 a la edad de 79 años, siendo enterrado en el South Side Cemetery de aquella ciudad.
 
Joseph Santens (12).
Por su parte, Joseph Santens preparó aves y mamíferos de la región para el Buffalo Museum of Science que se inauguró en 1920. En aquella ciudad tuvo su domilio en el 976 de Lafayette Avenue. Más tarde trabajó en la Academia de Filadelfia de Ciencias Naturales, y finalmente en el Rochester Science and Museum Center. En este último museo realizó un diorama recreando la marisma de Bergen. Vivió en Rochester, Nueva York, y tras jubilarse en 1934 se trasladó a Bergen, un pueblo unos 15 kilómetros al este de Rochester. Aunque retirado, uno se sus trabajos más destacados de sus tiempos en Bergen fue el montaje de Mirage, un encargo de la familia Selby, criadores de caballos árabes, que realizó en el granero de su casa en South Lake Avenue, y que dejó huella entre sus vecinos. Entre 1961 y 1964 un Santens nonagenario regresaría al Ward's para transmitir sus técnicas taxidérmicas. Un lustro más tarde, el 17 de agosto de 1969, Joseph Santens fallecería a la edad de 95.
 

The Hall of African Wildlife del Carnegie Museum en la actualidad, con varias obras de los Santens (1).

 
Notas y créditos.-
(1) Fotografías propiedad del Carnegie Museum of Natural History.
(2) Imagen publicada en el Annual Report del Carnegie del año 1911.
(3) Ilustraciones del artículo de William Temple Hornaday Masterpieces of American Taxidermy publicado en la revista Scribner's en 1922.
(4) Sobre los métodos de trabajo y la personalidad de su propietario Henry Ward, recomiendo la lectura del artículo Artículo biografíco de Frederic S. Webster, taxidermista del Carnegie, publicado en Taxidermidades.
(5) Sulfato potásico o de aluminio, que mezclado con agua y sal en determinadas proporciones ha venido siendo empleado tradicionalmente como curtiente de pieles. Los cueros curtidos al alumbre encogen ligeramente y son poco flexibles.
Gustav Adolph Link (10).
(6) El taxidermista Gustav Adolph Link (Pittsburgh, 5 de mayo de 1860), de padres alemanes naturales de Ortdorf, Wüttemberg, fallecería el 16 de agosto de 1916 a la edad de 56 años a causa de la mordedura de una serpiente de cascabel, mientras la mostraba a un grupo de estudiantes de la Universidad de Pittsburgh. El tren que desde Nueva York transportaba el antídoto no llegó a tiempo. Link, taxidermista especializado en aves y reptiles, había recogido él mismo aquella serpiente en Ohiopyle, unos cien kilómetros al sur de Pittsburgh, y la mantenía viva en su laboratorio. Recolector de campo, en su tiempo capturó en Isla de Pinos, Cuba, la mayor boa constrictor vista hasta entonces. Tras la muerte de Link el director propuso que Gustav Link Jr. ocupara el puesto del padre, y que se contratara como ayudante a John Link, hermano menor de Link Jr. Las notas de recuerdo que el propio William J. Holland glosó en Annals of the Carnegie Museum (1917) relatan las circunstancias del accidente y repasan sucintamente la biografía de Link Senior, quien comenzó siendo aprendiz de panadero, que ya casado regentó junto a su esposa una panadería y una tienda de confección, y que su amor por la naturaleza le condujo a aprender Taxidermia. Reunió una excelente colección de aves y se ganó una buena reputación entre sus vecinos, quienes le encargaban la preparación de sus trofeos de caza. En 1897, con la llegada de Frederic S. Webster al Carnegie, Link se incorporaría como su ayudante, siendo uno de sus primeros trabajos la restauración del grupo Correo árabe atacado por leones (1867) de Édouard Verreaux. Durante algun tiempo compatibilizó su empleo en el museo con su panadería y la tienda de ropa, negocios que tras incorporarse a la plantilla a tiempo completo dejó a cargo de su esposa.
Sirvan estas líneas para recordar además a los actores secundarios, indispensables como se aprecia en las ilustraciones, en un trabajo de equipo.
(7) Los Informes Anuales del Carnegie atribuyen determinados montajes a Remi o Joseph Santens, cuando en las fotografías observamos que ambos hermanos trabajaron juntos en varios de ellos. Es el caso de la jirafa o del grupo de nialas de montaña.
(8) Con cuatro lados o fachadas. El texto de Hornaday puede hacer creer que el grupo de jaguares es obra de Remi Santens, taxidermista jefe, pero según consta en el Annual Report de 1914 del Carnegie, es obra de Joseph Santens.
(9) Aproximadamente 9'30 metros cuadrados.
(10) Véase el artículo Esculturodermia de una gacela, paso a paso, por Carl Akeley (1987) publicado en Taxidermidades.
(11) Ilustraciones del artículo The Story of Museum Groups de Frederic A. Lucas publicado en The American Museum Journal en 1914.
(12) Retrato publicado en Annals of the Carnegie Museum en 1917.
 

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Taxidermidades, 2020.
 
 
Bibliografía:
----   The Carnegie Institute Annual Reports, Pittsburgh, 1909-1926.
Mary Anne Andrei   Nature's Mirror: How Taxidermists Shaped America’s Natural History Museums and Saves Endangered Species , The University Chicago Press, Chicago, 2020.
William J. Holland  Obituary , en Annals of the Carnegie Museum, vol. XI, Carnegie Museum of Natural History, Pittsburgh, 1917.
William T. Hornaday   Masterpieces of American Taxidermy, en Scribner's Magazine, vol. 72, nº 1, Nueva York, julio de 1922
Frederic A. Lucas   The Story of Museum Groups , en The American Museum Journal, vol XIV, The American Museum of Natural History, Nueva York, 1914.
Robert H. y Jeanne Rockwell   My way of becoming a hunter , W. W. Norton Co., Nueva York, 1955.
Duane Schlitter y Janis Sacco   Childs Frick and the Santens Brothers: Creating a Superb Collection of African Mammals , en Carnegie Magazine, vol. LXI, nº 9, The Carnegie, Pittsburgh, mayo-junio de 1993.
 
Recursos: