El capitán Thomas Brown y su "The Taxidermist's Manual".

Así se publicitaba el libro en el Dublin University Magazine en enero de 1833:
   "En este Trabajo encontrará descritos los métodos de Conservación y Disecado, etc., creados en el célebre establecimiento del Jardín de Plantas de París; junto con los medios empleados con éxito por los más eminentes Conservadores, con completas instrucciones para Coleccionistas y Viajeros, dando cuenta de todos los instrumentos y aparatos necesarios para Viajeros y Disecadores, etc."

Anuncio de The Taxidermist's en el Dublin University Magazine (1833).

Como tendremos ocasión de comentar, el libro The Taxidermist’s Manual; or the Art of Collecting, Preparing and Preserving Objects of Natural History. For the Use of Travellers, Conservators of Museums, and Private Collectors, que el capitán Thomas Brown recién acababa de publicar, no era más que un compendio de técnicas anteriores ya conocidas. Como se ampliará más adelante, Brown había viajado a París en 1819 y allí había conocido a Louis Dufresne, responsable de los trabajos zoológicos del Museo Nacional de Historia Natural, el más avanzado del momento. La publicación del tratado del capitán Thomas Brown en 1833 aceleró el progreso de la Taxidermia británica y del resto de países de habla inglesa.Dufresne precisamente había acabado de ver reeditado su influyente Taxidermie, y aquel encuentro seguramente indujo a Brown, un personaje totalmente volcado en la escritura y sobre todo en la edición de obras sobre Historia Natural, a publicar años después un manual sobre técnicas taxidérmicas, contribuyendo con ello a difundir, entre otras, las de Dufresne, y acelerando el progreso de la Taxidermia británica y del resto de paises de habla inglesa. Esta última quizá sea su mayor aportación, puesto que El Manual del Taxidermista se reimprimiría sin cambios hasta 1885, alcanzando las veinte ediciones, llegando a publicarse a partir de 1870 en Estados Unidos. Hasta el libro de Brown habían sido esporádicas la aparición de instrucciones taxidérmicas en lengua inglesa. Aunque primarios y algo desfasados podemos citar algunos textos: las Brief Instructions (1696) de John Woodward, las de Edward Bancroft en su An essay on the natural history of Guiana in South America (1769), las cuatro cartas de Tesser Samuel Kuckhan (1770) y la del capitán Thomas Davies (1771) que aparecieron en Philosophical Transactions, las breves instrucciones de Johann Reinhold Forster (1771), las Instructions for Collecting de Edward Donovan (1794) o de William Swainson (1808 y 1822), y las que contienen los libros The Naturalist's and Traveler's Companion (1773) de John Coakley Lettsom, The Naturalist's Pocket-Book (1817) de George Graves, A Concise and Easy Method of Preserving Objects of Natural History (1817) de William Bullock y Wanderings in South America (1825) de Charles Waterton. También la Encyclopaedia Britannica (1810) recogía métodos de preparación de animales. Antes del de Brown, los únicos tratados en lengua inglesa que contenían métodos algo más modernos fueron los de Sarah Bowdich (1820) y Samuel Kettell (1831), este último en los Estados Unidos, y en ambos casos se trataban de traducciones de obras francesas (1).

Cubierta del libro.
El libro que nos ocupa, de tamaño octavo, además de las de cortesía alcanza las 150 páginas, contiene seis grabados de Robert Scott a partir de dibujos del propio autor, y algunas ilustraciones sencillas entre el texto. En el prefacio Brown alude a su viaje a París donde conoció a "uno de los mejores naturalistas de Europa", según sus propias palabras, y cuenta el motivo de aquel viaje, la compra para el museo de la Universidad de Edimburgo de la "espléndida" colección particular de Dufresne: unas 1.600 aves, 12.000 insectos, 2.600 especies de conchas -unas 5.000 en total-, 2.000 fósiles, algo más de 800 huevos "cuidadosamente clasificados", además de mamíferos, corales, estrellas de mar, etc. En la introducción del manual Brown hace una breve reseña histórica y escribe que no es hasta la segunda mitad del siglo anterior cuando el arte de la Taxidermia alcanza cierto grado de perfección, se refiere al embalsamamiento de personas y de ibis que se practicaba en el Antiguo Egipto, repasa la evolución de este arte, subraya la importancia del estudio de la anatomía de los animales, y transcribe además algunos pasajes de Wanderings de Charles Waterton, del que dice que "no es un trabajo altamente recomendable", aunque "su dicción es muy poética y cálida". Prosigamos con su contenido.

Lámina II.
El capitán Thomas Brown comienza el primer capítulo abordando la preparación de mamíferos, tomando como ejemplo un gato, que desuella partiendo de la incisión longitudinal a través del vientre y hasta el ano. Despega la piel del cuerpo, corta las extremidades por la cabeza del fémur y del húmero, desuella el cuello y la cabeza hasta el hocico. Separa el cráneo del resto del tronco, lo descarna y agranda el foramen magnum para extraer el cerebro. Descarna los huesos de las patas y extrae la cola. Aplica jabón arsenical al interior de la piel y alambra las patas. Envuelve el alambre de la cola con estopa hasta conseguir el grueso adecuado. Tras aplicar preservativo al cráneo, rellena con estopa cortada, lino o algodón mezclados con jabón arsenical las cavidades y las zonas que antes ocupaban los músculos. Vuelve la piel de la cabeza y atraviesa el cráneo con el alambre principal. Los alambres de las patas y la cola se unen al anterior mediante el sistema de anillos que ya conocemos de autores anteriores. Brown cita el método de alambrado del lionés Pierre-François Nicolas ilustrándolo con un grabado (lámina II). Continúa henchiendo las patas con estopa o lino, dándoles su forma natural. También el resto del cuerpo. "El relleno de las espaldas será de importancia", dice Brown, "pues mucha de la belleza del animal dependerá de la buena ejecución". Antes de coser la incisión inicial propone aplicar corrosivo sublimado (2) a ambos bordes "para evitar la entrada de polillas". Flexiona las patas hasta su posición antes de emplazar el animal en su peana para, una vez sobre la tabla, acabar de rellenar el cuello y la cabeza, "imitando los músculos de la cara lo mejor posible", rellenando con algodón por la obertura de los ojos, la boca, las orejas y el hocico. Inserta los ojos de vidrio antes de que los párpados se sequen, los fija mediante cemento, y coloca los párpados en su lugar y los labios en su posición natural, sujetándolos con alfileres. En el caso del montaje de un mamífero con la boca abierta, los labios se sostendrán con algodón, que se retirará después del secado. Brown propone introducir en el hocico dos bolitas de algodón bañadas en jabón arsenical. La misma precaución con las orejas. Periódicamente durante el secado, seis u ocho veces propone, también de forma preventiva, se aplicarán varias manos de esencia de trementina a nariz, labios, orejas y patas. Para finalizar el autor aconseja aplicar una ligera última mano de solución de corrosivo sublimado. Tras el ejemplo del disecado de un gato, Brown aporta consejos específicos para otros animales y nos relata el proceso de montaje de Hans (3), el elefante del Museo de París, que Dufresne y su equipo realizaron en 1803.

El segundo capítulo está dedicado a la taxidermia de aves. Aquí Brown vuelve a citar a Waterton adjetivando las de aquel de "excelentes indicaciones de desollado", una opinión que se contradice con lo que él mismo había escrito en el prefacio del libro. Brown empieza la descripción del método sugiriendo taponar el cuello, la nariz, el ano y los agujeros de los perdigones con algodón o estopa para evitar que las plumas se ensucien. Las que ya lo estaban las limpia con una esponja húmeda. Comienza el desollado con una incisión desde el esternón hasta el ano, "con cuidado de no romper la bolsa de los intestinos". Después de despegar la piel de las patas, el autor propone colgar el cuerpo por un muslo y desollar el ave suspendida, volviendo la piel como la un conejo, una práctica innovadora -la de suspender el pájaro- que había iniciado Dufresne en el Museo de París. Prosigue cortando las articulaciones de las alas, desollando hasta el pico, separando el cráneo del resto del cuerpo y descarnándolo de la forma habitual. Como sucede en la mayoria de manuales, Brown también se detiene en las particularidades que presenta el desollado de la cabeza de patos, pájaros carpinteros y otros, que debe hacerse mediante una pequeña incisión en el cuello. Retoma el proceso aplicando a la piel y al cráneo, también a su interior, jabón arsenical, polvo preservativo, esencia de trementina o una solución de corrosivo sublimado,  rellenando las cavidades de algodón o estopa, y formando los muslos con los mismos materiales. Aquí Brown hace una pequeña disgresión indicando que, en caso que hayan de ser transportadas, las aves más grandes se atravesarán con un alambre desde la cola hasta el cráneo a través del cuello, para evitar que la cabeza caiga por su propio peso. Brown se refiere a la incisión lateral, bajo las alas, como ventajosa para las aves marinas. "La lengua podrá permanecer en la boca o enviarse por separado", añade. También previene y aconseja sobre cómo eliminar con yeso el aceite y la grasa, "común en especies marinas" dice, que pueden ensuciar las plumas, y explica cómo deberá prepararse el envío.

Lámina III.
Tras algunas citas Brown reemprende su método de montaje de aves: la aplicación de jabón arsenical al interior del cuello que rellenará introduciendo lino o estopa cortada fina, el henchido también de parte del cuerpo, la preparación de cuatro alambres de grueso proporcional al tamaño del ave y la formación con ellos de un complejo entrelazado, no muy fácil de describir, pero entendible a partir de la observación de la lámina V. El método de alambrado, según Brown, es el que empleaba "el señor Bullock del Egyptian Hall del Museo de Londres" (4). El procedimiento prosigue aplicando jabón preservativo al interior de la piel y sublimado corrosivo a la rabadilla, y completando el atiborrado del cuerpo con lino o estopa trinchados hasta dotar al ave de sus proporciones adecuadas. Se cose la incisión y se introduce algodón en las órbitas oculares. Los ojos de vidrio se fijan con cemento calcáreo. Brown advierte de la especial atención que requiere la colocación de los párpados. El ave se situará sobre una rama o tabla y se la dotará de una postura natural. El autor llega incluso a detallar el grado de inclinación que deberán tener las patas. Tras ordenar las plumas, el pájaro se envolverá con finas tiras de muselina que se sujetarán con alfileres, y se colocará en un lugar aireado en verano o cerca del fuego, "no demasiado" dice, "si es invierno". Una vez seca el ave, se le retirarán las bandas de tela, se cortará el alambre sobrante de la cabeza y se etiquetará sobre una chapita de madera con indicación de los nombres genérico y específico, sexo, y país y localidad de captura. Brown indica que el método de introducir el alambre del cuello después de haberlo rellenado fue adoptado por vez primera en el Jardin des Plantes de París (5), describe el método de disecado de aves de Jean-Baptiste Bécoeur "quien lo hacía con gran perfección, (...) algunos de cuyos trabajos tienen más de 65 años" (6), y vuelve a referirse a Waterton cuando recuerda que este aplicaba de forma preventiva una solución de corrosivo sublimado sobre las plumas. El capítulo finaliza con una descripción del procedimiento de montaje de las aves desolladas y secas, provenientes de viajes, y con el método de montaje de aves "pluma a pluma".

El tercer capítulo comprende la preparación de reptiles, peces, moluscos y crustáceos. Brown escribe que el desollado de las tortugas requiere separar el peto, vaciar su interior, y desollar la cabeza, las extremidades y la cola, tal y como se procede con los mamíferos. Tras lavarlo se aplica jabón arsenical al reverso de la concha y de la piel, se alambran las patas, se vuelve la cabeza, y se rellena esta, y también el cuello y las patas con lino cortado o algodón. El peto y la concha se unirán con cuatro alambres finos a través de los orificios que se les habrá practicado. La unión de la concha con los muslos se rejuntará con cemento, que luego se coloreará. El caparazón se podrá limpiar con una solución de agua y ácido nítrico. Los cocodrilos y los lagartos se desollarán como los mamíferos, teniendo especial cuidado con las colas de las especies más pequeñas, para no quebrarlas. "Las pieles de naturaleza seca", dice, "requieren poca cantidad de preservativo". "El relleno y montaje se hará", prosigue, "como con los mamíferos", admitiendo que permiten "poca variedad de actitudes". Las especies pequeñas que cambien su coloración natural se podrán repintar "mediante el uso de barnices coloreados" y "las pieles de naturaleza brillante se podrán barnizar una vez el animal esté perfectamente seco". Brown propone comenzar a desollar las serpientes con una incisión "a partir de donde acaban las escamas" -se entiende que por el vientre- y rellenarlas introduciendo un alambre envuelto en estopa, conservando las proporciones adecuadas del cuerpo, coser la piel, colocar los ojos y, una vez seca, se aplicale una mano de pintura o barniz. El autor también aborda el desollado de ofidios por la boca y cita de nuevo a William Bullock quien propone que si las serpientes han de prepararse para ser enviadas se les adherirá papel a la piel para que "conserven su tamaño natural". Brown sugiere desollar las ranas y los sapos por la boca, cortando la primera vértebra, volviendo la piel y las extremidades, rellenándolos con arena fina y seca y taponándoles el cuello con una mezcla de algodón y cemento. Colocados ya en su posición natural, se dejarán secar y se barnizarán o pintarán. Una vez bien secos se les practicará una pequeña abertura para vaciar la arena del interior. Al igual que serpientes y lagartos, los anfibios también se podrán conservar en licor.

Para los peces, y antes de explicar el método de desollado, Brown plantea un par de particularidades: extraer las agallas con la ayuda de unas tijeras e introducir una esponja en su interior para evitar el sangrado durante el proceso, y pegar las aletas abiertas a un papel empleando goma arábiga (lámina II). Brown recomienda iniciar el desollado haciendo una incisión lateral "a lo largo de la línea que tienen la mayoría de peces". Extrae el cuerpo y descarna la piel a la que, una vez enjugada aplica preservativo. Brown cita a un tal "señor Stuckbury" (7), de quien dice que desuella los peces de agua fría bajo el agua con el propósito de que no pierdan "demasiadas" escamas. Lampreas y anguilas se desollarán como las ranas, por la boca. Los tiburones y peces de gran tamaño mediante una incisión por debajo, desde la cabeza hasta la cola. Los peces planos como rayas y mantas, por el vientre. Brown propone rellenar los peces con estopa o algodón, procurando evitar protuberancias o malformaciones, coserlos, y secarlos al aire y a la sombra. Pasados unos días, se despegarán los papeles de las aletas con la ayuda de una esponja húmeda, se colocarán los ojos de vidrio tras rellenar las órbitas con algodón y cemento y, si la piel está seca, esta se podrá barnizar. Aquí Brown nos cuenta que Bullock empleaba "barniz de trementina" (8). El autor defiende la conservación de los moluscos en alcohol, separados de sus conchas, desaconsejando el uso de ácidos o el pulido exterior para la conservación de estas últimas. Únicamente la aplicación de "aceite de Florencia" (9) para recuperar el color natural, o el pulido sólo para aquellas conchas que "tienen una fuerte epidermis". Brown sugiere descarnar el interior de los cangrejos quitando aquella pieza más pequeña que permita introducir en su interior un alambre en forma de gancho, y separar las langostas y bogavantes, como se acostumbra a hacer, por la mitad, aplicando preservativo o corrosivo sublimado al interior, volviéndolos a unir con cemento y secándolos al aire. La sección finaliza con una nueva referencia a Bullock explicando que este recomienda la inmersión de los crustáceos en corrosivo sublimado y agua durante una hora antes de montarlos.

Lámina IV.
En el siguiente capítulo Brown describe la conservación de arañas, gusanos e insectos -aquí relaciona los métodos de los entomólogos Adrian Hardy Haworth, Jan Swammerdam y William Weatherhead, además del de Charles Waterton-, estrellas de mar, zoófitos, etc. El capítulo quinto está consagrado a las preparaciones osteológicas, el sexto a la manera de recolectar moluscos e insectos, y en el séptimo Brown facilita las fórmulas o recetas de los preservativos y barnices que se mencionan en el texto. Entre otros, la solución de corrosivo sublimado de Waterton; el jabón arsenical de Bécoeur; la composición arsenical del naturalista francés Laurent (10) (2 dracmas de arseniato de potasa, 2 dracmas de sulfato de aluminio (11), 2 dracmas de alcanfor en polvo, ½ onza de jabón blanco en polvo, 6 onzas de alcohol, 3 gotas de esencia de tomillo) (12); el cemento (2 onzas de blanqueante refinado, 2 onzas de goma arábiga, ½ onza de harina refinada); la pasta gomosa (2 onzas de azúcar blanco caramelizado, 2 onzas de goma arábiga); la pasta de papel engomada; la solución de goma arábiga; la pasta de harina; el barniz rojo, etc. Brown acaba el capítulo describiendo tres métodos de fabricación de ojos y relacionando las herramientas que se requieren durante los procedimientos de desollado y montaje. El tratado concluye con un capítulo dedicado a aconsejar a los naturalistas viajeros, con algunas generalidades, un apéndice, la explicación de los grabados, algunos libros útiles, observaciones sobre meteorología, etc.

Como ya apuntaba al principio de este artículo, al tratarse de una recopilación de autores anteriores, la aportación técnica The Taxidermist's Manual a la historia de este arte es más bien nula. Por esa razón no abundaron los autores que citaron la obra del capitán Brown. Sí lo hicieron los ingleses Samuel Maunder (1848) y Montagu Browne (1878), o los estadounidenses Elisha Lewis (1851), Oliver Davie (1894) o el editor  Charles Hallock (1877).

Lámina V.
Si el contenido del libro no es original, tampoco lo son numerosas de las ilustraciones que aparecen en los grabados, inspiradas en otras anteriores. Por ejemplo el gato y la muestra de alambrado de la lámina II tienen una evidente semblanza con los que aparecen en el manual de Pierre-François Nicolas, lo mismo que el ave envuelta con tiras de muselina de la lámina III que, casualmente además, también aparece en otro tratado inglés traducción del de Dufresne, Taxidermy de Sarah Bowdich (1820). La figura 1 de la lámina III donde aparecen dos manos practicando una incisión en un ave está inspirada en una lámina de la Mémoire Instructif de Étienne-François Turgot (1758). Algunas de las herramientas que se precisan y de las muestras de alambrado que se presentan en la lámina V también recuerdan a las que aparecen en el libro de Bowdich.


Biografía del capitán Thomas Brown.

El capitán Thomas Brown siempre firmó sus libros y artículos anteponiendo a su nombre el empleo que en cierto momento de su vida llegó a desempeñar en el ejército, y es así como se le conoce en el ámbito de la Historia Natural. Con casi con toda seguridad lo hiciera para diferenciarse del célebre poeta y filósofo igualmente escocés, contemporáneo suyo, con iguales nombre y apellido. Naturalista y malacólogo, Brown nació en la ciudad Perth, en el centro de Escocia, en 1785. Estudió en la Escuela Superior de Edimburgo y con veinte años se alistó a una milicia de voluntarios, perteneciente al cuerpo de artillería, que se creó en 1801 tras la unión del Reino de Gran Bretaña e Irlanda, y que tenía su base en los condados limítrofes de Kincardine y Forfar, las actuales El Mearns y Angus, en gaélico escocés. Brown alcanzaría el rango de capitán en 1811. Fue destinado a Manchester donde empezó a interesarse por las Ciencias Naturales. Cuando se disolvió su regimiento, Brown compró una fábrica de lino en el condado escocés de Fife o Fìobha. No tuvo mucha suerte con aquella inversión, la fábrica se quemó antes de haber contratado el correspondiente seguro contra incendios. Después de aquel revés económico se volcó en su nueva faceta de escritor profesional, reeditando y publicando libros de Historia Natural, una disciplina a la que se había aficionado y sobre la que había leído abundantemente. También se convirtió en un consumado coleccionista de conchas y caracoles.

Brown era un excelente dibujante. Los grabados que se incluyeron en muchos de sus libros se tallaron a partir de ilustraciones suyas, como ocurre en este en el que hoy nos hemos detenido. Uno de sus escritos más tempranos fue en 1815 Account of the Irish Testacea. En 1816 publicó en Londres The Elements of Conchology. En esa fecha ya era miembro de la Linnean Society, de la Wernerian Natural History Society de Dublín y miembro honorario de la Literary and Philosophical Society de Bolton, ciudad próxima a Manchester. El 26 de enero de 1818 ingresó como miembro en la Royal Society de Edimburgo. Al año siguiente, por encargo del Senatus Academicus de la Universidad de Edimburgo, viajó hasta París para acordar la compra para el College de la colección particular de Historia Natural de Louis Dufresne, ayudante-naturalista y jefe del Laboratorio de Taxidermia del Museo Nacional de Historia Natural de París.

Grabado de The Fossil Conchology (1849) a partir de un dibujo de Brown.

En 1827 apareció su Illustrations of Conchology of Great Britain and Ireland drawn from Nature. Ahora era miembro además de la Kirwanian Society de Dublín, de la Edimburgh Phrenological Society y de la Literary and Philosophical Society de Whitehaven. En 1832 publicó The Book of Butterflies, Sphinges, and Moths. En esa época presidía la Royal Physical Society de Edimburgo. Brown se especializó en editar obras extranjeras, a las que solía añadír apéndices. Sus libros sobre ornitología y zoología recibieron frecuentes críticas, incluso acusaciones de plagio, no así los de temática malacológica, tema que dominaba. En 1833 publicó The Conchologist’s Text-Book, embracing the arrangements of Jean-Baptiste Lamarck and Linnaeus, obra a la que añadió un glosario. Ese mismo año Brown reeditó el libro de Oliver Goldsmith (1728-1774) An History of the Earth and Animated Nature, al que añadió un apéndice. Aquel año fue muy productivo puesto que también apareció su The Taxidermist's Manual, el libro coprotagonista junto a su autor del presente artículo, un texto que, como hemos visto, se fundaba asimismo en anteriores obras. No se tiene conocimiento de que el capitán Brown practicara la Taxidermia, aunque sí de que estuviera en contacto con taxidermistas. También en 1833 apareció su The Zoologist's Text-Book, un libro destinado a estudiantes y aficionados. En 1835 se encargó de la edición de Illustrations of the American Ornithology of Alexander Wilson and Charles Lucien Bonaparte. Alrededor de 1838 Brown fue nombrado conservador del Museo de la Sociedad de Historia Natural de Manchester, cargo que desempeñaría hasta su muerte. A aquel puesto se presentaron ocho aspirantes. En la biografía que John Wilfrid Jackson (1944) escribió sobre el personaje, se cuenta que Brown "trabajó duro en favor del museo", sobre todo durante sus últimos años en los que tuvo que afrontar dificultades económicas y escasez de personal.

Durante la siguiente década publicaría tres libros ilustrados más sobre la fauna malacológica de Gran Bretaña e Irlanda. En 1849 apareció dividido en tres volúmenes ilustrados su Popular Natural History and Characteristics of Animals. La producción escrita de nuestro personaje abarcó además temas tan variopintos como un diccionario de la lengua escocesa, bocetos biográficos o escritos sobre anécdotas de perros. Thomas Brown murió en Manchester el 8 de octubre de 1862. Tras su muerte su colección malacológica se incorporó al Museo de Manchester, que se añadió a la que el propio museo había comprado al naturalista William Swainson en 1825. Un gasterópodo marino, el Zebina browniana (Orbigny, 1842) lleva su nombre.

Dibujo original de Brown para The Book of Butterflies (1832) (13).

De Robert Scott, el responsable de los grabados del volumen, se conocen muchos más detalles biográficos que de Brown. Añadamos pues algunas líneas resumiendo vida y obra del artista. Scott nació en Lanark, Escocia, en 1777. Su padre era desollador en un matadero. Estudió gramática y más tarde, con diez años, ingresó como aprendiz de grabador en la imprenta de Alexander Robertson. Más tarde se formaría como discípulo de David Allan en la Trustees Drawing Academy de Edimburgo. Se dio a conocer con algunos grabados que se publicaron en 1792 en el periódico The Bee. Aunque era un buen dibujante optó por dedicarse al grabado, una faceta notablemente más lucrativa. En 1799 se estableció por su cuenta en Edimburgo en el número 10 de Parliament Square. Al año siguiente se casó con Ross Bell, la hija de un constructor. En 1807 fallecieron, en el espacio de pocos días, cuatro de sus cinco hijos. Durante el año 1824 un incendió destruyó su taller y Scott se trasladó al número 65 de Princes Street. Dominaba las técnicas del grabado sobre cobre, la mediatinta, el aguatinta, la litografía, y fue el introductor de la técnica del grabado al acero en su ciudad. También coleccionó grabados de artistas anteriores. Ilustró numerosas ediciones de escritores británicos y libros de viajes. Durante las guerras napoleónicas produjo gran cantidad de grabados de figuras militares y navales. Su taller empleó a un buen número de grabadores. Algunos de sus discípulos destacados fueron John Burnet, John Horsburgh y James Steward. Sus hijos David y William Bell Scott también destacaron en el oficio. Unos veinticinco dibujos a tiza y algo más de doscientos grabados de Robert Scott se conservan en la National Gallery of Scotland. También se conserva alguna de sus acuarelas en la Scottish National Portrait Gallery y algún dibujo en el Victoria and Albert Museum. El City Art Centre y la Biblioteca de la Universidad de Edimburgo, el Museo y la Galería de Arte de la ciudad de Perth y el British Museum de Londres también tienen trabajos de Robert Scott, que falleció en 1841.

Firma autógrafa del Capitán Thomas Brown.


Notas y créditos.-
(1) El libro Taxidermy de Sara Bowdich es una traducción de Taxidermie de Dufresne y Manual of the practical naturalist que editó Samuel Kettell lo es de Manuel du Naturaliste Préparateur (1825) de Pierre Boitard. El de Kettell fue el primer manual de Taxidermia que se publicó en los Estados Unidos.
(2) Solimán o cloruro de mercurio.
(3) Traduce lo que Louis Dufresne escribió en Taxidermie.
(4) William Bullock (1773-1849) empezó como orfebre en Sheffield, donde creó su propio museo. Coleccionista de arte, antigüedades y objetos de Historia Natural, más tarde se trasladaría a Liverpool, y en 1809 se mudó a Londres donde abrió un museo ubicado en el número 22 de Picadilly que poco más tarde, en 1812, se removió a un nuevo edificio conocido como Picadilly Egyptian Hall. Aquel museo privado, que llegó a contener 32.000 objetos y que fue muy popular, cerró en 1819. Bullock innovó presentando su colección de mamíferos y aves montados en posturas y actitudes naturales y en dioramas que recreaban su hábitat. Como ya se ha mencionado Bullock publicó en 1817 un breve manual de taxidermia -36 páginas- que se reeditaría al año siguiente.
(5) Ya lo había descrito Dufresne.
(6) Brown transcribe lo que Dufresne ya publicó sobre Bécoeur.
(7) Casi con toda seguridad se refiriese al naturalista Samuel Stutchbury (1798-1859). 
(8) Posiblemente se trate de un barniz diluído con algo más de esencia de trementina.
(9) Desconozco si se refiere a la esencia de aceite de alguna planta o al aceite de oliva de aquella procedencia. 
(10) Ignoro quien pueda ser el mencionado Laurent. Quizá se trate del botánico y naturalista Jean-Laurent de Jussieu.
(11) Alumbre de roca.
(12) 1 dracma = 3 escrúpulos = 1/8 de onza = 3,594 gramos.
(12) Imagen obtenida del blog VoyagerPress.com .

 
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Taxidermidades, 2015.


Bibliografía:
[Sarah Bowdich] Taxidermy: or the art of collecting, preparing and mounting objects of Natural History , Longman and Co., Londres, 1820.
Edward Bancroft    An essay on the natural history of Guiana in South America , T. Becket and P. A. De Hondt, Londres, 1769.
Thomas Brown The Taxidermist’s Manual; or the Art of Collecting, Preparing and Preserving Objects of Natural History. For the Use of Travellers, Consercators of Museums, and Private Collectors , Archibald Fullarton & Co., Glasgow, 1833. 
Thomas Brown The Taxidermist’s Manual; or the Art of Collecting, Preparing and Preserving Objects of Natural History. For the Use of Travellers, Consercators of Museums, and Private Collectors , Archibald Fullarton & Co., Glasgow, 1837.
Thomas Brown The Taxidermist’s Manual; or the Art of Collecting, Preparing and Preserving Objects of Natural History. For the Use of Travellers, Consercators of Museums, and Private Collectors , Archibald Fullarton & Co., Glasgow, 1840. (libro electrónico)
Montagu Browne   Practical Taxidermy. A Manual of Instruction to the Amateur in Collecting, Preserving, and Setting up Natural History Specimens of all Kinds ,  The Bazaar, Londres, 1878. 
William Bullock   A Concise and Easy Method of Preserving Objects of Natural History: Intended for the Use of Sportsmen, Travellers, and Others, to Enable Them to Prepare and Preserve Such Curious and Rare Articles, They May Wish to Transmit in Safety to Any Part of the World , autoedición, Londres, 1817.
Oliver Davie, Methods in the Art of Taxidermy , Hann & Adair y H. T. Booth, Columbus y Londres, 1894.
Thomas Davies  A Letter from Captain Davies to John Ellis, Esq., F.R.S., on a Method of Preparing Birds for Preservation , vol. LX, The Philosophical Transactions of the Royal Society of London, Londres, 1771.
Edward Donovan   Instructions for Collecting and Preserving Various Subjects of Natural History , Rivingtons, Londres, 1794. 
Louis Dufresne   Taxidermie , en Nouveau Dictionnaire d’Histoire Naturelle, tomo 21, Deterville, Paris, 1803.
Louis Dufresne   Taxidermie , en Nouveau Dictionnaire d'Histoire Naturelle, tomo 32, Deterville, París, 1819.
Louis Dufresne Taxidermie ou l’art de préparer et de conserver la dépouille de tous les animaux, pour les Musées, les Cabinets d’Histoire Naturelle, apliquée aux Arts, etc. , Deterville, Paris, 1820. 
Johann Reinhold Forster A Catalogue of the Animals of North America. Containing an enumeration of the know Quadrupeds, Birds, Reptiles, Fish, Insects, Crustaceous and Testaceous Animals; many of wich are New, and never described before. To which are added, Short Directions for Collecting, Preserving, and Transporting all Kinds of Natural History Curiosities , B. White, Londres, 1771. 
George Graves   The Naturalist’s Pocket-Book, or Tourist’s Companion: being a brief introduction to the different branches of Natural History: with approved methods for collecting and preserving the various productions of Nature , W. and S. Graves, Londres, 1817. 
Charles Hallock (editor)   The Sportsman’s Gazeteer and general Guide. (…) Copious instructions in Shooting, Fishing, Taxidermy, Woodcraft, etc. (…) ,  Forest and Stream Publishing Company, Nueva York, 1877.
John Wilfrid Jackson  Biography of Captain Thomas Brown, 1785-1862, a former Curator of the Manchester Museum , en Memoirs and Procedeedings of the Manchester Literary and Philosophic Society, nº 86, Manchester, 1944.
[Samuel Kettell]  Manual of the practical naturalist, or directions for collecting, preparing, and preserving subjetcts of Natural History , Lilly and Wait, Carter & Babcock, Boston, 1831. 
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John Coakley Lettsom  Le Voyageur naturaliste, ou instructions sur les moyens de ramasser les objects d'Histoire Naturelle, et les bien conserver. Avec des observations propes à étendre les recherches relatives aux conneissances humaines en général , Lacombe, Amsterdam y París, 1775. 
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[Étienne-François Turgot] Mémoire instructif sur la manière de rassembler, de préparer, de conserver et d’envoyer les diverses curiosités d’histoire naturelle, Jean Marie Bruyset, París y Lyon, 1758.
Charles Waterton,  Wanderings in South America the North-West of the United States, and the Antilles, in the years 1812, 1816, 1820, and 1824. With Original Instructions for the Perfect Preservation of Birds, and c. for Cabinets of Natural History B. Fellowes, Londres, 1828. 
[John Woodward]   Brief instructions for making observations in all parts of the World: as also for collecting, preserving, and sending over natural things, being an attempt to settle an universal correspondence for the advancement of knowledge both natural and civil , R. Wilkin, Londres, 1696.

Recursos:
Artículo Louis Dufresne, jefe del laboratorio de Taxidermia del Museo de París en Taxidermidades.
Artículo "Taxidermie", el influyente tratado de Louis Dufresne en Taxidermidades.
Artículo El periplo del elefante "Hans" en Taxidermidades.