La Taxidermia durante los siglos XVI y XVII. Visión general.


Durante este período, siglos XVI y XVII, los viajes de vuelta de los navíos provenientes de otros continentes transportan frecuentemente objetos de Historia Natural, restos animales, plantas y minerales sorprendentes y desconocidos en Europa. En el caso de la fauna mayormente se trata de cráneos y otros huesos, cornamentas, pezuñas, y pieles secas, sobre todo de reptiles y algunos peces curiosos. Algunas de esas pieles, sin tratamiento conservante alguno, se rellenan toscamente intentando recuperar la forma del animal en vida. De aquella época se conservan en la actualidad numerosos caimanes y cocodrilos que penden en edificios religiosos de España, Italia y Francia. Ejemplo de uno de los más antiguos es el caimán que proveniente de Panamá trajo consigo en 1540 Fray Tomás Enríquez y que se expone en la Colegiata de Nuestra Señora del Mercado de Berlanga de Duero,  en Soria, España. Contemporáneo del anterior es el cocodrilo de la iglesia de Santa Maria di Anunziata en Ponte Nose, cercana a Bérgamo, Italia.
 
 
Cocodrilo del santuario de Curtatone, Italia (1).
 
 
Durante el Renacimiento, movimiento cultural y científico surgido en Italia, comienzan a aparecer los primeros Gabinetes de Curiosidades, colecciones privadas precursoras de los actuales Museos de Historia Natural. Cada uno de ellos reunía en una o varias salas objetos ordenados de acuerdo con los tres reinos de la naturaleza: Animalia, Vegetalia y Mineralia. Destacan el del médico, naturalista y profesor de la Universidad de Bolonia Ulisse Aldrovandi, el del farmacéutico y naturalista veronés Francesco Calzolari, y el del farmacéutico napolitano Ferrante Imperato. Ya en el Barroco el del médico y naturalista danés Ole Worm; el de la familia londinense Tradescant, considerado como el primer museo abierto al público en Inglaterra;  el del científico milanés Manfredo Settala; el del religioso y multidisciplinar Athanasius Kircher en Roma; y el del coleccionista boloñés Ferdinando Cospi. Los especímenes del reino animal que atesoran dichos gabinetes son en su mayoría malacológicos, huesos, cornamentas, y pieles henchidas de reptiles y peces y algunas aves.
 

Grabado del gabinete de Ferrante Imperato.

 
Entre los especímenes con nombre propio que se prepararon durante esta bicenturia destacan el rinoceronte Ganda, regalo del rey de Portugal Emanuel I al papa León X. Los historiadores aseguran que el animal falleció camino a Roma, que la piel volvió a Lisboa, donde se rellenó hacia 1516, y que aquel mismo año el animal disecado fue reenviado, disecado, a su destinatario. El ejemplar sería inmortalizado por Alberto Durero que, sin verlo y a partir de la descripción de un agente comercial, lo dibujó y grabó en madera (2). Por su parte, el elefante Solimán, que Maximiliano II trasladó desde España hasta Viena, fue montado hacia 1554 y conservado en la Kuntskammer de la Residencia de Múnich y en el Museo Nacional de Baviera hasta que en 1950 se destruyó. Hacia 1601 se disecaron los caballos de los archiduques Alberto de Austria e Isabel que se exponen en el Museo Porte de Hal de Bruselas. Un año después se preparó el hipopótamo que se expone en el Museo de la Univesidad de Pavía, obra del médico, anatomista y cirujano, profesor de la Universidad de Padua, Girolamo Fabrici d'Acquapendente, probablemente sea el disecador más antiguo conocido cuya obra todavía perdura. Los caballos Schwedenschimmel y Streiff del rey Gustavo II Adolfo de Suecia, conservados en el Museo Municipal de Ingolstadt, Alemania, y en el Museo de la Armería Real de Estocolmo, datan de 1630 y 1633 respectivamente. Y hacia 1680 fue disecado el conocido como hipopótamo de Bóboli que se expone en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Florencia.
 
 
Hipopótamo de Bóboli (3).

 
En cuanto a bibliografía taxidérmica, es durante estos dos siglos cuando comenzamos a tener las primeras referencias de autores que apuntan unos primeros métodos de conservación. El boticario y naturalista Pierre Belon en su Histoire de la nature des oiseaux (1555), uno de los primeros tratados ornitológicos, proporciona unas primeras instrucciones para la conservación de las pieles de las aves empleando vinagre y sal como preservativo. Giovanni Pietro Olina, filósofo y naturalista, incluye asimismo instrucciones taxidérmicas en su Uccelliera (1622). Como conservante propone aplicar mirra a la piel de las aves pequeñas, y una mezcla de vinagre, sal y alumbre de roca para las de mayor tamaño, y como relleno algodón. En 1666 el físico Robert Boyle publica unas imprecisas primeras instrucciones para viajeros para recolectar y conservar objetos de Historia Natural. En 1696 el médico y naturalista John Woodward publica unas instrucciones algo más concretas para recoger, conservar y enviar objetos naturales. Emplea una solución de mercurio sublimado como conservante. Dos años después, el boticario, naturalista y coleccionista londinense James Petiver publica unas Breves Instrucciones de conservación de especímenes de Historia Natural.
 
 
Las instrucciones de Pierre Belon de 1555.

 
Se colige pues que durante los siglos XVI y XVII se practica cierta forma de Taxidermia bastante primitiva, mayormente el henchido de las pieles, estas apenas sin tratar, con fibras vegetales. En casos excepcionales, como el de los caballos citados, las pieles revisten esculturas de madera, o esculturas de yeso con estructura interna de madera como sucede con el hipopótamo de Bóboli. Las pequeñas aves se rellenan de algodón. Se conservan especímenes como votivos religiosos, para impresionar al vulgo, monturas de la nobleza, y con fines de estudio. Comienza el coleccionismo científico en forma de cámaras de maravillas, cuyos fondos, en algunos casos, serán fundadores de los primeros museos ligados a universidades o a la realeza, ya en el siglo XVIII. Precisamente el coleccionismo y el estudio comportaran que a finales del XVII se publiquen las primeras instrucciones de recogida, conservación y transporte de objetos de Historia Natural destinadas a viajeros. El siguiente siglo, como veremos, será definitivo para el progreso de este arte aún sin nombre.

 
Notas y créditos.-
(1) Imagen propiedad de Turismo de Lombardía.
(2) A pesar de lo afirmado por los historiadores, mantengo  mis reservas acerca de sirealmente llegó a disecarse.
(3) Imagen propiedad de la Universidad de Florencia.

 
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Taxidermidades, 2022.
 
 
Recursos:
Artículo Algunos de los animales disecados más antiguos que se conservan en Taxidermidades.
Artículo Los Gabinetes de Curiosidades en Taxidermidades.
Artículo El gabinete de curiosidades de Ulisse Aldrovandi en Taxidermidades.
Artículo El gabinete de Francesco Calzolari en Taxidermidades.
Artículo El Teatro de la Naturaleza de Ferrante Imperato en Taxidermidades.

Artículo El museo de Ole Worm en Taxidermidades. 
Artículo El gabinete de curiosidades de los Tradescant en Taxidermidades. 
Artículo El gabinete de Manfredo Settala en Taxidermidades.
Artículo El Museo Kircheriano en Taxidermidades.
Artículo El Museo Cospiano en Taxidermidades.
Artículo "El Rinoceronte" de Durero en Taxidermidades. 
Artículo La historia del elefante "Solimán" en Taxidermidades.
Artículo Los caballos de los archiduques Alberto de Austria e Isabel en Taxidermidades.
Artículo El hipopótamo del Museo de la Universidad de Pavía en Taxidermidades.
Artículo Los caballos disecados del rey Gustavo II Adolfo de Suecia en Taxidermidades.
Artículo El "Hipopótamo de Bóboli" del Museo de la Universidad de Florencia en Taxidermidades. 
Artículo Pierre Belon. Primeras instrucciones para la conservación de las aves en Taxidermidades.
Artículo Giovanni Pietro Olina. Su Uccelliera de 1622: instrucciones taxidérmicas en Taxidermidades. 
Artículo Robert Boyle. Primeras instrucciones para viajeros en Taxidermidades.
Artículo Las instrucciones de John Woodward en Taxidermidades.
Artículo Las "Breves Instrucciones" de conservación de James Petiver en Taxidermidades.
 


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